miércoles, 26 de diciembre de 2018

Un libro de mi biblioteca

La lucha por la vida. La busca 

Autor: Pío Baroja 

Madrid fue como un imán, algo fascinante para Pío Baroja (y también para mí, me refiero al Madrid que conocí y disfruté, desde  enero 1965 hasta la primavera de 1968).
Pío Baroja era un verdadero enamorado  de Madrid de principios del siglo XX  En esta trilogía lo demostró.

"El tiempo que marca un reloj es el cañamazo en donde bordamos las tonterías de nuestra vida. Hacía ya largo rato que los caballos de la noche galopaban por el cielo. Era la hora del misterio; la hora de la gente maleante ; la hora en que el poeta picara en la inmortalidad"

"Cuando uno de los compañeros de viaje anunció que  ya estaba en Madrid, Manuel sintió verdadera angustia mezclada con emoción. El tren iba aminorando su marcha; pasaba por delante de barriadas pobres y de casas sórdidas. Descendieron los viajeros; bajó Manuel con su fardillo de ropa en la mano, miró a todas partes buscando a su madre que lo esperaba. Madre e hijo salieron de la estación de Atocha al Paseo del Prado, después subieron por la calle Alcalá. Una nube de polvo llenaba el aire. Al llegar a la casa, la Petra, la dueña de la pensión, dio de cenar a Manuel y le hizo la cama en un colchón en el suelo"

"El primer trabajo de Manuel en Madrid fue el de zapatero. Es un decir, su trabajo consistía en desarmar y deshacer botas y zapatos viejos para aprovechar las piezas que se podían usar. El señor Ignacio, el jefe de Manuel, era un liberal. En cuestiones de religión se mostraba partidario de la libertad de cultos. El hijo del señor Ignacio, Leandro, era un anticlerical convencido"

"Estaba lloviendo a cántaros, Manuel llegó a la Puerta del Sol, entró en el café de Levante y se sentó cerca de una ventana. Huía la gente endomingada corriendo a refugiarse en los portales de la ancha plaza. Cuando Manuel volvió a su casa se enteró que su compañero de trabajo, Leandro, había matado a su novia"

"Madrid, plano, blanquecino, bañado por la humedad, brotaba de la noche con sus tejados, que cortaban en una línea recta el cielo. En el silencio del amanecer, el pueblo y el paisaje lejano tenía algo de lo irreal y de lo inmóvil de una pintura"

"Un día Manuel se encontró cerca del Puente de Segovia con el Bizco y otro golfo que le acompañaba. El Bizco , un delincuente habitual, tenía el aspecto ceñudo y brutal de siempre. Iban según le dijeron, al cruce del camino de Aravaca para reunirse con el Cura y el Hospiciano para preparar el robo de una casa. Invitaron a Manuel a unirse a la banda de forajidos pero él rechazó la invitación.
Todas las noches Madrid se llenaba de busconas, chulos y celestinas. Abundaban los parásitos, los holgazanes y los borrachos. De día Madrid trabajaba y era decente, de noche caía en el vicio"




Un cuento para el mes de enero

Todo lo que sube, baja

-Pepillo, quien nos iba a decir...
-Cállate, mujer, que nos puede oír el chófer

El susurro del potente motor del coche ayudaba a repensar aquel sueño que se convirtió en realidad cuando el partido Cuesco lo incluyó, de relleno, en la lista de compromisarios y sin saber cómo el Partido ganó las elecciones por mayoría absoluta.
 Pepillo entró en la ejecutiva y al poco tiempo fue elegido Gran Gerifalte, el más alto cargo de Cuesco. Desde entonces dejó de llamarse Pepillo, el hijo de la Lechona, para denominarse por ley y por arte de barbiloque de eso que llaman democracia  en don José Rafael de Maturano y Mediano ( el "de" y la "y" lo incorporó al apellido porque sonaba a alguien grande e importante).

La caravana  estaba formada por cinco imponentes vehículos negros acharolados que circulaba mayestáticamente por la carretera. Eran casi iguales aunque dos de estos coches era para la escolta del Gran Gerifalte, otro vehículo era donde viajaba el prócer y su esposa y los otros dos los que transportaban a funcionarios, diputados y lacayos íntimos. 

-Recuerdas -siguió con la tabarra la esposa del GG al mismo tiempo que apretaba un botón para subir el vidrio separador entre el chófer y el asiento trasero-   que digo, recuerdas cuando éramos casi pobres y vivíamos de tu miserable sueldo. ¡Qué asquito!
-Eso es ya historia, mujer. Mira ahora. Todo el mundo me sonríe y ríen mis gracietas. Todos me obedecen como perros sabuesos esperando que los gratifique con un puesto más alto y rentable. 
-Me bulle en la cabeza, Pepillo, un poner, ¿si no te has parado a pensar que colocando al hijo de tu hermano, que es algo atrasado e inútil,  en ese puesto tan importante no te has pasado un poco?
-Pobre muchacho, es un cacho pan duro de lo tonto que es. Tienes que saber, mujer, que los cargos políticos son farfollas, los que hacen y deshacen son los asesores, gente muy lista, muy sabihonda...
-¡Ay Pepillo, que listo eres!
-¿Recuerdas lo que decía tu madre que en gloria esté? La pobreza te puede enseñar dos cosas: que te acobardes y te contentes con las migajas que te den o que te rebeles y vivas a costa de los más humildes. 
-¡Qué pena que dure esto solo cuatro años! -se quejó el excelentísimo Gran Gerifalte mientras se tocaba la entrepiernas para colocar en posición grata el escroto- aunque yo creo que con suerte esta gente nos vota otra vez... hasta que se canse y le toque el turno a la oposición.
-Pepillo estamos llegando a la inauguración de la cooperativa. Ponte bien la corbata y súbete los pantalones que pareces a Cantinflas. 
-Lo que más me fastida de todo esto es tener que llevar corbata de seda natural y zapatos ingleses, que tanto me aprietan. Esta asesora de imagen me mata con sus consejos.
-Recuerda Pepillo, hay que sufrir para ganarse el jornal, el que algo quiere algo le cuesta, el que...
-Cállate mujer, que ya hemos llegado- dijo el GG al mismo tiempo que sonreía a los habitantes del pueblo que esperaban ateridos de frío en la explanada portando banderitas de papel y sonrisas de sometimiento. 



Cine de ayer

La Vía Láctea  (1969)

Director: Luis Buñuel 

Esta película es en realidad varios cortos enlazados sin afán de continuidad. Cuando veo una película de Buñuel me acuerdo siempre del genial director Woody Allen que se inspiró varias veces en escenas tomadas de Buñuel.

Dos vagabundos franceses inician el Camino de Santiago (La Vía Láctea), mientras caminan hablan de sobre la religión (la eterna obsesión del director aragonés) y sobre las diferentes herejías, entre ellas la del priscilianismo.

En otro corto o corte del film unos monjes se hospedan en una posada y uno de ellos aparece y desaparece de pronto, de una habitación a otra pero siempre explicando con voz monocorde un plomizo sermón sobre la belleza del rito religioso mientras al amor de la lumbre otro monje se amodorra y sueña que fusilan al Papa.

Sin lugar a duda hay mucho de surrealismo en este film. Un camarero explica el menú y sin permiso de los comensales exponen sus dudas y problemas teológicos.

En otro plano de la película aparece Prisciliano, Lucifer y el Marqués de Sade explicando cada cual su dogma y para colmo una escena chocante: un duelo a espada entre un jansenista y un jesuíta. 

Dentro de la pensión un huésped tristón confiesa a los somnolientos monjes que se calentaban en la lumbre de la chimenea: "El odio de la ciencia y el horror a la tecnología me llevarán a la absurda creencia de Dios"

Hay una reflexión inteligente entre los susodichos monjes y varios huéspedes escuchantes: "Si Jesucristo se presentara ahora en este hostal pidiendo pan lo echarían del lugar porque sus ropas no eran las correctas para poder entrar en el restaurante"

Buñuel, aparte de ser agnóstico y comunista, y por ende anticatólico, vivía paradójicamente obsesionado por la religión católica. La Vía Láctea se centra en esta religión y en el acervo de milagros, apariciones, debates teológicos, herejías, crueldades y absurdos que su historia acumuló a los largo de su existencia.

Buñuel incorpora imágenes irracionales como el asno, la cabra, la paloma, el tullido, el loco y dentro de todo esto, en clave surrealista, nos cuenta, ya en serio, el camelo del sepulcro de Santiago y el placer que tiene la mayoría de la gente en sufrir y sentir dolor.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Tiempos modernos

Despotismo filial

Los países más adelantados de la Unión Europea gritan a los cuatro vientos que su población envejece a pasos agigantados. Se preguntan  por qué los matrimonios actuales tiene solo un hijo y algunas parejas se casan prometiendo no tener hijo alguno. ¿Por qué, por qué? Porque hay que pensárselo. Tener hijos en la actualidad es un engorro si se desea vivir apaciblemente. Los hijos nos son los que eran -me dice un anciano de antaño. Puede ser verdad. Los hijos hace medio siglo respetaban a los padres y los obedecían sin rechistar, arrimando el hombro en la economía del hogar. Los hijos adultos se consideraban una bendición, una ayuda, un soporte para la vejez.

En la Europa actual y por ende, en España, las parejas normales no desean hijos, no porque les suponen un gasto adicional sino por el miedo al futuro, a ese proceso de crianza: niño-adolescente-joven y adulto toca-güevos. En las grandes ciudades españolas, la gente de clase media-media y media-alta refrenan sus deseos paternales por miedo a un incierto porvenir si procrean  esos posibles hijos e hijas, que cuando son niños, adolescentes o incluso  adultos crean más problemas que satisfacciones. 

La realidad es que los hijos de padres "blandos", de esos que son incapaces de imponer su autoridad, por algún motivo que no viene a cuento, son unos auténticos déspotas y abusadores de sus padres y principalmente de su dinero. 
 En los años 60 del pasado siglo un padre, propietario de un negocio, decía que deseaba que sus hijos se hicieran mayores para que le ayudaran o que se hicieran cargo del negocio familiar; hoy día estos mismos hijos dicen, con ese descaro característico de los idiotas, que el negocio familiar no les mola, que no es divertido, que prefieren perder el tiempo estudiando un grado estúpido, inservible, como el de limpia-oídos o de susurrador de caracoles o coleccionar cursillos con el eufemismo de máster, pero todo, eso sí, sin trabajar.

Mi amigo Jacinto era el cuñado de unos pueblerinos que montaron en Granada un bar. Este amigo me contó que el negocio iba muy bien y que todos en la familia metía el hombro: la madre y una hija en la cocina, el hijo mayor y el padre en la barra y así hasta crecer tanto  las ganancias que  montaron un restaurante. El hijo le gustó los fogones y era un artista de la cocina y la hija pasó a ser  jefa de comedor a cargo de tres camareras. Un exitazo comercial a costa de la coordinación y del trabajo de toda la familia. Pero, de pronto la hija, Marta, 26 años de edad, dice que se ha cansado del restaurante y que  desea montar una boutique de ropa para niños en un local que tenían recién comprado y preparado para abrir otro restaurante. Estoy en mi derecho -suplicaba la hija a sus padres. No valieron razones diciendo que el restaurante era una mina, que con el tiempo montarían una red de restaurantes por toda la ciudad. La muchacha que no, que estaba harta del comedor. Que "le apetecía" trabajar en algo más fino.
Montó la tienda de ropa infantil y antes del año las deudas se la comía.Unas facturas que Marta remitía a su padre para que las pagara. Entre trancas y barrancas tuvo que cerrar el negocio con grandes pérdidas y volver al restaurante familiar.

Lo de Felipe no tiene nombre. El muy cabronazo, hijo único, de un concesionario de coches, a sus 37 años vivía del cuento. Decía ser poeta, una excusa para no trabajar en el negocio familiar y cuando  el padre se enfadó con este espécimen y  le habló de hombre a hombre, llamándole vago, el Felipe de los cojines simuló un suicidio por depresión. La madre, histérica, estuvo a punto de divorciarse por culpa del niño que consiguió, tras su curación, lo que quería: vivir a costa del padre sin dar un palo al agua. Le compraron un pisito de soltero junto a la catedral y todavía le pasan una pensión mensual para que él pueda crear sus ditirambos a costa del padre.

También, afortunadamente para algunos padres, hay hijos normales, que cuando llegan a la adultez trabajan, ganan un salario respetable, se casan y sobre todo... se independizan de los padres sin crearles problemas.

En pleno siglo XXI abundan los hijos déspotas que usan y abusan de sus padres. ¿Hasta cuando? 

Un libro de mi biblioteca

Las Españas perdidas 
Odisea africana de Yuder Pachá y de los Moriscos granadinos

Autor: Manuel Villar Raso

En la contraportada de esta novela histórica leemos: "Las Españas perdidas narra la historia, desconocida por los españoles, de los moriscos expulsados en el siglo XVI que se exiliaron en Argel, Túnez y Marruecos, cuando un grupo de cuatro mil granadinos y algunos renegados andalusíes y europeos cruzaron el desierto del Sahara y se apoderaron de un imperio: Níger.

"¿Crees que matarán a padre?
Seguro que sí ¿Conoces a alguien con más razones para que lo maten? Nuestro abuelo era alfaquir, su hermano es monfí; padre tiene mucho de alfaquir y sobre todo tiene más tierras que los Fajardos y los Cervantes juntos. Seguro que nos envidian. Ya andan diciendo por el pueblo que ayudamos a los fugitivos y que somos enemigos del rey y aliados del turco"

"Corrió la noticia de que desde el Almanzora hasta la Sierra de las Estancias había caído en manos de Alí y de Aben-Aboo. Nada se veía a su paso por Cuevas de Almanzora pero el pueblo era una fiesta ¡Qué éxtasis de puños, guitarras y gargantas"

"Said Muhammad, el-Andalusí, me pidió que le hiciera el honor de cenar en su casa para presentarme a los españoles influyentes. Nadie en Fez  le negaría un deseo a Said Muhammad, el sevillano que había amasado más gloria y fortuna que nadie en el reino, que vivía como un pachá y que miraba por encima del hombro a los secretarios y ministro del Califa".

"Le pedí a mi informante que me hablara de Tombuctú y él me dijo que hay tales cantidades de oro allí que se cambia a peso por sal, por tabaco y por el latón manufacturado proveniente de Europa. Las minas están al sur del lecho del río Níger y todas pertenecen al sultán, que tiene tres palacios y otros tantos en Yevé y Garo, que es la capital.
Las mujeres haussa y peuls son las más bellas de toda Africa, más bellas que incluso las blancas de las que descienden. La leyenda dice que se escucha y ve el paraíso tras dormir con la cabeza sobre los pechos de una peul"

"En Tombuctú, ciudad de cien mil habitantes, donde dicen que el barco fecunda a los camellos, por estar la ciudad cerca del río, entre arena y la sabana. Tombuctú en la lengua del país significa "la olla". Allí se dan cita las caravanas  de todos los países que antes iban a Webata, se ven gentes de las razas más diversas, desde Egipto a Audjeb, de Fezzar, de Ghadamés..." 



Un Cuento de Navidad

El doctor

Siempre que se aproxima la fecha de navidad me acuerdo de un Cuento que escribí hace un tiempo y que fue editado por el diario Ideal de Almería en su Especial Navidad, 24 de diciembre de 2005.

"Siempre me costó trabajo comprender la personalidad del doctor; era un hombre extremadamente reservado y callado. La gente decía de él que poseía poderes sobrenaturales. Cosa que nunca creí ya que mi alma pragmática se encontraba encallecida, a mis sesenta años de edad, y se había hecho refractaria a todas las entelequias y dogmas que esperan asaltarnos en cualquier momento de debilidad mental."

"Cuando pregunté a mi hija qué tipo de regalo le gustaría que yo le hiciese a su hijo, mi nieto Luis, enfermo de un extraño mal y desahuciado por los médicos desde hacía años, me suplicó que el mejor regalo para el niño sería poder llevar al "doctor" a casa para que diera su diagnóstico"

"Tuve que hacer uso de todas mis influencias, como director de la cárcel, para conseguir una autorización para obtener un permiso temporal de excarcelación para el curandero, conocido como el doctor, que cumplía una larga condena.
Llegamos a casa de mi hija. El celador, que hacía de escolta, se quedó en el salón. Mi hija y yo nos situamos a los pies de la cama donde yacía mi nieto. El doctor dijo a mi hija que aquel dormitorio emitía mucha energía negativa, que sacáramos al niño a otra habitación"

"Realizado el cambio el doctor puso su mano derecha sobre la frente del niño y la mano izquierda sobre su propia frente al mismo tiempo que miraba intensamente a Luisito que en ese momento abrió sus párpados  y le sonrió tristemente.
El doctor se separó del niño y nos dijo que ya estaba sanado, que dentro de unos días notaríamos una notable mejoría"

"Nunca supe lo que hizo el doctor aquel día. Ahora, en estas navidades, un año después de la sesión, mi nieto se encuentra totalmente restablecido, asiste al colegio y juega con sus amigos"

Resumen del cuento corto El Doctor  

Cine de ayer

Annie Hall (1977)

Director: Woody Allen

Esta es la mejor película dirigida por W.A. obtuvo 4 Oscars, el Globo de Oro, varios premios Bafta, el premio a la mejor película de 1977 por el Círculo de Críticos de New York y otros premios más.
 Si te gusta ver una película bien realizada, con excelentes actores y diálogos brillantes intentas ver este magnífico film donde se narra la historia de un actor cómico de moda, interpretado por Woody Allen, que fuera del escenario ni es divertido ni exitoso, al contrario es un desastre, es empalagoso contando a sus amistades esos chistes manidos de siempre, tiene una personalidad neurótica, es hipocondríaco y para colmo es un desastre en la cama con sus amantes. 
Cualquier relación amorosa algo prolongada le crea problemas por culpa de sus absurdas obsesiones acerca del sexo  y de la infidelidad.
 W.A. nos hace ver que en una pareja de personas cultas de clase media es más difícil la convivencia que entre simples mentales y conformistas, indistintamente pertenezcan a esta misma clase media o incluso a la clase obrera. 
Hay una escena que W.A. que llevando a rastra un monólogo por las calles neoyorquinas para a una pareja que parece alegre y les pregunta sin son felices. "Pues claro que sí, siempre estamos riendo" -contesta casi al unísono estos capullos.
Sin caer en la pedantería es una película inteligente donde se menciona a Balzac, a James Joyce y a Samuel Beckett . También se recuerda a otras películas tales con La Strada, El Satiricón o El Padrino.
Hay una escena en esta película fascinante. Cuando el matrimonio formado por Alvy y Annie están haciendo el amor de una forma mecánica, aburrida. Entonces el otro yo de ella sale de su cuerpo y hastiada de tanta gimnasia sexual se sienta en un sillón del dormitorio y hojea una revista mientras dialoga con el atolondrado esposo sobre el amor y todas esas tonterías.
Puede ser una crítica contra las parejas desiguales, todavía aplicable a nuestros tiempos, donde una mujer activa, moderna, desenfada, sin prejuicios y adorable tiene que convivir con un marmolillo de marido feo, neurótico, quejica, negativo y absurdo.
Lo mejor del film, aparte de los excelentes actores, son los muy enriquecedores diálogos sin olvidar los pensamientos-monólogos del propio Alvy o Woody Allen. 

  

lunes, 29 de octubre de 2018

El Editorial del Blog

Arte Povera en la Política de España

Nos encontramos sumidos en el maremágnum del primer tercio del siglo veintiuno. Una época sobrada de perversión, de subversión y de corrupción.

Alrededor del año 1967 se produjo en toda Europa un movimiento artístico que nació de una buscada miseria que algunos intelectuales y artistas llamaron Arte Povera (Arte Pobre), su creador fue el italiano Mario Merz. Era una forma de protestar contra el desarrollismo y contra un exultante capitalismo que en todo el continente hizo alcanzar un alto nivel de vida a la clase trabajadora.  Fue como una contestación hacia el incipiente bienestar que experimentaba la clase media de los años sesenta.

Este mismo Arte Povera se da ahora en nuestros políticos, a nivel nacional, regional e incluso local. Creemos que algunos españoles se han preguntado que de donde salieron la mayoría de los políticos (centenares de miles) que pretende regir nuestras vidas.  El caso es que aparecen en las pantallas de nuestros televisores, en la prensa y en las redes sociales, siempre las mismas caras con los mismos mensajes y las mismas mentiras prometiendo al pueblo llano, a nosotros, tener, obtener o contener una vida ideal. Son tan cínicos que incluso prometen puestos de trabajo. 
Afortunadamente no todos nuestros políticos son unos inanes y unos robaperas. Los hay honestos y cabales, pero abundan más los pobres (mentales), los que practican el arte povera, los que se creen que nosotros somos unos bobos y por ende nos prometen lo inalcanzable. Pero en realidad lo que hacen es que nos insultan con sus sandeces, con sus corruptelas y con sus saqueos.

Pobre también es la actual política practicada en España. Sabemos que estamos copados de ganapanes sin oficios ni beneficios (que si salen de la política carecen de un trabajo definido y que tampoco son empresarios ni propietarios), que "se metieron" en política solo por el salario, por las habichuelas. 
 Esta caterva de aduladores y palmeros de sus jefes políticos inmediatos son muy temerosos de caer en desgracia y ser despedido de este ágape nacional.

Se ha demostrado que se puede gestionar un país con menos políticos, con menos paniaguados y con menos burocracia; en definitiva, con menos arte povera y con algo de más prestigio, con clase,  con más trabajo bien hecho, con más estilo en el ser y estar. Hay países en la Unión Europea que funcionan bien teniendo un 70% menos políticos y sayones que el nuestro. 

Dicen que en cualquier país pobre lo que siempre más abunda son los militares y los cuerpos de seguridad del estado amén de millares de políticos que tiran de la levita  del dictador de turno. Nos referimos, naturalmente, a  países tercermundistas africanos. Por desgracia, nuestra Patria parece que a veces se asemeja más, en el plano político,  a Togo que a Suiza.
 ¿Llegará alguna vez a España algún tipo de Regeneración? 

domingo, 28 de octubre de 2018

El fenómenos de los esposos-sirvientes

Esposos-sirvientes

La relación de pareja, nos referimos aquí a las parejas heterosexuales, es harta complicada si uno de los cónyuges piensa demasiado y toma conciencia de su situación.
Ponemos dos ejemplos de parejas asimétricas que se unieron por necesidad del guión de la vida.

Jacinto Ganapán era más vago que unas chancletas. Conoció a una chica por Internet y llegaron a realizar una entrevista a la que asistió la madre de Adela como observadora. Adela tenía 26 años y sufría una enfermedad degenerativa que a la larga la postraría en una silla de ruedas. Necesitaba un cuidador de por vida, una persona poco ambiciosa y servicial que a cambio de vivir sin dar un palo al agua obtendría a cambio un techo donde cobijarse, una guapa moza que le calentara la cama, alimentos y algún dinerillo para sus cosas. 
La madre de Jacinta, una viuda de 66 años, se consideraba aún joven como para implicarse en la penosa tarea de cuidar a una hija que a la larga sería una futura minusválida.
 Doña Isabel tenía un novio con el quien deseaba convivir y terminar sus años al lado de un hombre, que era lo que ella necesitaba.
Doña Isabel era una mujer muy corrida y se dio cuenta que el pánfilo internauta del novio de su hija era el candidato perfecto. Lo observó en la primera entrevista y tras invitarle a una copiosa comida que Jacinto devoró con ansia, Isabel cayó en la cuenta que ese mozarrón con cara de lelo era el perfecto futuro cuidador de su hija. Una hija que sería feliz y ella, su madre,  podría vivir su ansiada libertad.
Se casaron. Jacinto Ganapán recoge todos los días a su esposa, que ya se mueve en silla de ruedas, en la esquina del bar Imperator, donde tiene su negocio, un quiosco de ventas de boleto de la once.
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La condesa de Vallespino estaba chocheando y se le notaba unos brotes de demencia senil, también tenía una enorme fortuna y seis hijos que esperaban como buitres que la condesa pasara a mejor vida para poder heredar. Los seis temían que la condesa en un ataque de demencia regalara a cualquiera de sus múltiples aduladores y palmeros, hombres y mujeres, un trozo de finca o una de los veinte pisos que poseía en los mejores distritos de Madrid. La condesa tenía 80 años aunque ella pretendía, mentalmente, tener cuarenta.

En el comedor de la finca de Los Alamos se reunieron la media docena de hijos un domingo por la tarde para decidir qué hacer con la madre chocha antes que esta cometiera un desaguisado de escritura y notario.
El mayor de los hermanos explicó su plan. Buscarían un novio adecuado a la condesa para que estuviera con ella, en calidad de marido-cuidador, las veinticuatro horas del día y la alejara por siempre de esos impresentables que pululaban alrededor de la anciana. Encontraron a un oficinista que trabajaba en la notaría donde la familia solía visitar; el hombre era un cuarentón, formal y solterón. Le explicaron el trato además le ofrecieron el doble del salario que él ganaba en la notaría, más un piso y una cantidad de dinero a finalizar la misión, es decir a la muerte de la condesa.
El hombre aceptó y casó con toda pompa y medios de difusión con la vieja chocha.
El marido la llevaba y la traía, viajaban o se quedaban en unos de sus palacios y el esposo-sirviente tan contento. Jamás hubiera pensado que viviría en un palacio, tendría coche con chófer y podría codearse con la más granado de la alta sociedad de Madrid.
Cuando la anciana murió, el cuidador solo la soportó cinco años, él siguió cobrando su salario de por vida (según el contrato) más el obsequio de un piso y una cantidad de dinero nada despreciable. 

sábado, 27 de octubre de 2018

Un cuento de R.V.

De Lola a la Exma. Señora Doña Dolores Isabel del Saúco, Marquesa de Tarascón.

Lola tenía18 años de edad y era más pobre que una rata de alcantarilla. Cuando volvió esa tarde de arrancar garbanzos y se vio las manos desolladas, sintió en sus costados el dolor de la miseria y ese hedor a sudor agrio que le salía de todo su cuerpo. Se acordó malamente de la madre de don Jorge, de su finca y de los garbanzos que apilaba en el almacén. 
Lola se desnudó completamente para meterse en el lebrillo lleno de agua que su madre le tenía preparado para bañarse a la vuelta del tajo. Sin saber cómo, su mirada se fijó en el cristal de una ventana cuyo postigo estaba entreabierto. Tenía un cuerpo muy hermoso, blanco, sedoso. Se vio de frente, de perfil, de cerca, de lejos. Se encontraba hermosa, muy hermosa. Lo decidió de pronto pensó de una vez marchar a Madrid para trabajar de criada o en lo que fuera y que para el próximo año le arrancara los garbanzos a don Jorge sus raquíticas hijas.

Lola no soportaba la humillación de ser pobre, de vivir entre la pobreza de su casa y de sus amigas y menos aún de las aproximaciones de esos patanes que deseaban llevarla a la era. Mendrugos, que todos eran unos mendrugos.

Lola se sintió aliviada cuando se vio en la estación de tren de Baeza. Llevaba el importe de un mes de trabajo en el campo, una maleta atada con cuerdas y una gran ilusión: ser una señora.

Una tarde, llevando Lola trabajando como sirvienta tres meses su prima Jacinta le propuso asistir a un sarao de señoritos en un chalet de Recoletos. Le darían 3.000 pesetas, una fortuna para el año de 1946, cuando un jornalero ganaba en su pueblo 1.200 pesetas al mes trabajando de sol a sol. 
Entre copas de vino manzanilla y platos de jamón transcurrió la velada hasta que cada hombre escogió a su doncella. Lola fue tomada por un tío escuchimizado, de unos cincuenta años de edad. Ambos se fueron a retozar a una salita con sillones de terciopelo azul. Lola se portó bien para ser la primera vez que había yacido con varón alguno. Mejor lo pasó cuando le dieron el dinero por entretener al viejo rijoso.

Tenía que ahorrar dinero y Lola cada quince días acudía al sarao de estos señoritos madrileños donde siempre era escogida por don Carlos, el cincuentón enano. 

Ya no tendrás que trabajar en tu vida mientras permanezca a mi lado - le dijo Don Carlos mientras apuraba una copa de vino. Vivirás en uno de mis pisos de la Castellana, con una criada de confianza.
La criada le llamó, nada más entrar por la puerta, doña Dolores; a Lola le sonó a música celestial. Don Carlos le presentó a una dama de alta alcurnia, arruinada, que le enseñó a portarse en sociedad, a refinar su habla y a tener buenos modales. Lola aprendió tanto, que en pocos meses hasta chapurreaba palabras en francés.

Doña Dolores era muy inteligente, se inventó un supuesto y notable árbol genealógico, aprendió a tocar el piano, también a cantar con voz aterciopelada. Vestía magníficamente bien. Doña Dolores consiguió un título de marquesa que le costó una fortuna al encabronado don Carlos. 
Doña Dolores consiguió de este rico viudo, sin hijos, que toda la fortuna del amante pasara, poco a poco, a ella. Don Carlos estaba hechizado, por sus encantos o por lo que disfrutaba con su amante en el lecho.  Don Carlos murió del corazón, arruinado y triste.
 Doña Dolores Marquesa de Tarascón fue una prócer en su pueblo. Construyó un hospital a su espensas y cada año costeaba el ajuar a tres mozas casaderas.

Todavía hay una calle en Villarroyo llamada de "La Marquesa doña Dolores". Todo el mundo en el pueblo habla bien de la Señora a pesar que hace 40 años que murió santamente, habiendo incluso recibido la bendición papal. 

Cine Español de Ayer

Días contados (1994)

Director: Imanol Uribe

Respeto, incluso amo, el cine español bien hecho como es el caso de esta película donde actúa magistralmente Carmelo Gómez, que entonces estaba en la cima de su carrera teatral y cinematográfica.

Antonio (Carmelo Gómez) es un asesino de la ETA que se establece en una ciudad para preparar y cometer un atentado y es allí donde conoce a una joven drogadicta y puta que él ayuda, pero a su modo.
En definitiva, en la película se da a entender que los terroristas, en este caso los etarras, a veces se comportan como personas "normales". Ya se dijo en una ocasión que hasta el verdugo más frío o el torturador policial más psicópata tiene su lado humano e incluso tierno cuando está con sus hijos y esposa. De la misma manera que un asesino o un terrorista sangriento se porta cariñoso con sus gentes más próxima e incluso se hacen los gratos y los simpáticos con sus conocidos ( nunca con sus compinches) siempre que esos amigos desconozcan su verdadera identidad delictiva. 

Cuando se estrenó esta película obtuvo la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián además de ocho Premios Goya. Hubo muchos espectadores que rasgaron sus vestiduras cuando no pudieron entender como un asesino de ETA tiene momentos humanos ignorando que cualquier desalmado puede sentir su alma de vez en cuando.

En este film se ven algunos desnudos muy fuertes ¿innecesarios? quizá, pero era la moda de entonces, sacar una o varias mujeres desnudas en casi todas las películas. 

Aparte de la actuación maestra de Carmelo Gómez había una actriz de Valladolid, que me perturbaba, tenía  una nariz vasca, muy marcada y que me cautivó con su interpretación era Elvira Mínguez, que precisamente esta fue su primera película.

En resumen, una película seria, bien realizada, con suspense, mejor dirigida y con unos excelentes actores.
Todos, queramos o no, poseemos una doble, a veces triple o incluso cuádruple personalidad según nos convenga. Antonio, el terrorista tenía varias facetas, varios rostros, como Jano.

Nov 3


viernes, 28 de septiembre de 2018

Ellos fueron buenos amigos (Un relato de otoño)

Ellos fueron buenos amigos (Un relato de otoño)

Viviendo en Granada conocí a dos amigos que eran muy dispares entre sí. Era la época de la recién estrenada democracia, sobre el papel, pues aún no se había legalizado el PCE. Eran tiempos absurdos y convulsos. Eran otros tiempos.
Conocí, primero, a uno de estos amigos debido a mi trabajo que era de encargado de departamento de librería y comprador a distribuidores locales.  Paco era bastante mayor, muy educado y descendiente de un linaje granadino muy conocido en la ciudad. Congeniábamos bien, solíamos tomar café a media mañana en la cafetería del hotel El Carmen o cerveza, a la salida de mi trabajo, en ese bar famoso, nunca supe por qué, que había junto a la basílica de las Angustias. Un día que llevábamos varias cañas entre pecho y espalda y envueltos en una conversación muy animada me dijo casi en secreto, mirando a los lados, que a qué partido pertenecía. Yo contesté que a ninguno, que era un mero afiliado al sindicato socialista. Por lo visto le gustó la respuesta pues echó mano a su cartera para mostrarme su carnet de militante del PCE. 

Al cabo de un tiempo y en una de sus visitas comerciales a mi departamento Paco me dijo que un amigo íntimo de la familia estaba pasando por una mala racha económica, pues era distribuidor de libros y cuentos infantiles pocos comerciales y que si yo podría dejar en depósito parte de su mercancía para comprobar si era vendible. A la salida del trabajo me lo presentó y nos metimos en El Carmen para hablar. Quedé atónito ante el aspecto del amigo de mi amigo. Pese a su supuesta pobreza iba correctamente trajeado, llevaba un bigotito a lo fascista, gafas oscuras y en la solapa de la americana el escudo de falange. Peinaba hacia atrás con gomina, tenía el aspecto del facha de cualquier película española. Con el tiempo descubrí que era una excelente persona, todo un caballero. Pasaron los meses y su mercancía comenzó a venderse con regularidad, él estaba contento con el éxito del experimento.
 Aunque nunca salimos los tres juntos, ni solos ni con nuestras respectivas esposas, congeniamos muy bien al extremo que un día libre que tuve en el trabajo me fui con ellos a Almería, por la carretera de la costa para conocer aquella ciudad. Y lo pasamos genial. Mi amigo Paco me dijo casi riendo que iba a sorprender a Luis, su amigo facha, y puso una cinta de cassette en el reproductor de coche desde donde salió el himno de La Internacional que él coreaba con pasión. Su amigo ni reía ni lloraba, callaba estoicamente. Se le notaba que no le sentaba bien aquella musiquilla.

Un día que paseaba yo con mi mujer por la avenida del Darro me encontré a mi amigo Paco con su mujer. Los dos tenían cara de algo malo. Le pregunté y Paco, casi sollozando, me dijo que su amigo Luis hacía dos días que había muerto de un ataque al corazón. Se notaba que lo sentía de verdad y yo también porque era todo un hombre de bien, no importa si era de aquí o de allí.

El tiempo pasó y alguien me visitó en mi galería de arte de Granada para decirme que mi amigo Paco había muerto a los 80 años de edad. Lo sentí de verdad y es que hombres como Paco, del PCE y Luis, de falange, tan íntegros con sus ideas y tan respetuosos con las de otros, es difícil de encontrar hoy día. 


jueves, 27 de septiembre de 2018

Un libro de mi biblioteca

El Antiguo Testamento (A.T.)

Desde el punto de vista de un lector sin prejuicios, sino meramente como un lector que busca sensaciones gratas o sorprendentes el A.T. es la mejor colección de historias, cuentos y leyendas que el hombre haya podido recopilar. Mucho mejor que La Mil y Una Noches o que El Libro de las Maravillas o de los Viajes de Marco Polo.
 El A.T. es sencillamente genial, contar el pasado de oídas y decodificarlo con nuestras mentes racionalistas del siglo XXI es todo una aventura.

"Cuando Lot huyó de Sodoma con su mujer y dos hijas y después de que murió su esposa por curiosa, el padre y sus dos hijas se refugiaron en una cueva. Pasó un tiempo y como las hijas tenían ganas de varón emborracharon a su padre que yació con ambas. Las dos quedaron preñadas, una parió a un hijo que llamó Moab y la otra a otro hijo que llamó Ben Anmi"

"Como la mujer de Jacob era estéril, éste fornicó con su esclava Bala que quedó preñada. A la hora de parir la esclava se sentó sobre el regazo desnudo de la esposa de Jacob y así tuvo al niño a que llamaron Dan, como si la que hubiera parido fuera la esposa de Jacob y no su esclava"

La Biblia católica que poseo es la famosa de Nácar-Colunga  la cual desmonta, razonando, los mitos de las siete plagas de Egipto.

"1- El Nilo a veces se pone rojo debido al barro que  arrastra antes de las crecidas/ 2- Las ranas abundan y se ven a millares cuando el nivel del río desciende/ 3- Los mosquitos son plagas en el estío/ 4- En el delta del Nilo los animales domésticos son atacados con frecuencia por la epizootra que suele matar a mucho ganado/ 5- Hay un fenómeno que se produce durante la época de la inundación anual donde la gente son atacadas por los llamados "tumores del Nilo"/ 6-El granizo es frecuente en Egipto arrasando cosechas/ 7-Las plagas de langostas a veces son enormes, proceden del interior del país."

"El rey David era muy enamoradizo. Un día que paseaba vio a la bella Betsabé, casada con Urías. David conquistó a la bella mujer y le puso las astas a su general Urías  al cual envió a dar una batalla mal peltrechado para que fuera muerto en la refriega. Y así sucedió. David llevó a Betsabé a su harem para disfrutarla"

"Salomón, el hijo de David, era aún más mujeriego que su padre. Salomón casó con una de las hijas del faraón además de tener 700 mujeres de sangre real y 300 concubinas, la mayoría extranjeras. Tampoco era muy religioso ya que su fe en Jehová se debilitaba con frecuencia adorando a Astarté y a Milcon"

"En el Libro de los Reyes se puede leer: Cuando el rey David era muy anciano padecía frío en la cama. La corte decidió que para aliviar tal frío una hermosa y joven moza se acostara desnuda con el rey para calentarle pero sin pasar a mayores"

Madre e hija desayunando antes de visitar Madrid en un día de otoño


Aquella nefasta década, 1950-1959

Cuando los recuerdos te hacen ver la vida tal como es.

"Aquella nefasta década, 1950-1959"

Jacinto es un español más cercano a los 80 que a los 70 años de edad. Jacinto, como todo hombre "normal" ha luchado, caído y triunfado en momentos de su vida. Pero nunca sabrá por qué recuerda con tanta claridad aquellos negros años entre 1950 y 1959, cuando España era un país tercermundista y el hambre, la miseria, la ignorancia y el terror al Estado eran los azotes del ciudadano medio.

En el año 1950 Jacinto tenía seis años de edad y recuerda aquella escuela de preescolar, llamada "migas", cuando la maestra, doña Josefa dividía la clase en tres grupos diferenciados por una fila de bancas vacías. En primer término estaba la clase preferente para los  hijos de los comerciantes y de los funcionarios. El segundo grupo lo formaba los hijos de los obreros y empleados asalariados y el tercer grupo, que era llamado por la maestra, el grupo de los colilleros (la clase social más baja de aquella ciudad) eran los niños pobres que el Patronato o el Auxilio Social obligaban ir a la escuela por diversos motivos. 
No todo era malo en 1950. Por ejemplo, don Manuel Fraga, a sus 28 años de edad ya era catedrático de Derecho en la Universidad de Madrid, además de abogado de las Cortes y secretario de Embajada.
Sin embargo, en la España profunda y atrasada la enfermedad de la rabia mató ese año a 20 personas. Las fiebres tifoideas se cebó con 1.600 enfermos y el contagio por poliomielitis (la enfermedad de la pobreza) atacó 1.600 chicos
La renta per cápita era de 6.900 pesetas anuales.

En 1951 la sanidad Pública era casi inexistente. La mortalidad infantil era de 1'25 por mil, entre 0 y un año. De 1'75 por mil de 1 a 5 años de edad. La polio se cebó con los más pobres, este año se infectaron (recordemos que era una enfermedad muy contagiosa) 17.000 chicos en edad de desarrollarse y causó 56 muertos.

Saltemos unos años de tanta miseria para llegar al año 1955. El hambre física se cebaba con el 60% de la población española, el resto sobrevivía medianamente bien y una minoría la formaba los ricos, los poderosos y los prepotentes del régimen. A pesar de la miseria generalizada en nuestra patria el ejército español era inmenso con casi medio millón de soldados mal equipados y peor entrenados, según Tamames. Poseía 308 generales; 22.150 jefes y oficiales y 17.630 suboficiales.
Este año de 1955 el escritos Sanchez Ferlosio publicó El Jarama y Bardem estrenó la película Muerte de un Ciclista.
La Sanidad Pública era el escaparate del subdesarrollo que padecíamos. Existían 27.970 tuberculosos hospitalizados; 3.001 casos de paludismo; 3.010 leprosos tratados (la lepra era y es considerada como la enfermedad de los parias), 3.000 afectados por brucelosis y 1.086 nuevos casos de polio.

En 1958 un dólar americano se cambiaba por 42 pesetas. Torcuato Luca de Tena publicó Edad Prohibida, un auténtico best seller como también fue aquella película desenfadada y taquillera Las Chicas de la Cruz Roja.
El Sur y el Levante español soportó un rebrote de lepra, con 3.810 nuevos casos.

En el año 1959, el último de esta nefasta década, reventó la presa de Ribadelago matando a 200 personas.
España se industrializaba poco a poco. Se fabricaron en todo el país 3.341 tractores; 37.763 coches; 12.566 camiones; 124.190 motocicletas, motocarros y ciclomotores y 145.161 bicicletas.
La población activa estaba bastante equilibrada. Trabajaban un 39'70% en el campo; un 32'98% en la industria (un porcentaje más alto que en la España de 2018) y un 27'32% en el sector servicios.

Para consolarnos por estos malos recuerdos de aquella década 1950-1959 diremos que la precedente, la de los años 1940-1949 fue por antonomasia mucho peor, fue la década del terror y del hambre. Una década asquerosa que todos debemos olvidar.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Recuerdos del ciudadano R.V. (Madrid, 1965-1969)

Recuerdos del ciudadano R.V.  (Madrid, 1965-1969)

Ya lo dijo Bertrand Russell: "El que no sea capaz de recordar su vida pasada o es un atrasado mental o es un desagradecido de la vida"

La etapa más fecunda, hermosa y grata de la vida de R.V. (Rafael Villegas) fue la que pasó en Madrid trabajando y viviendo una juventud plena. 
Madrid, recuerda R.V. vivía una etapa de pleno desarrollismo; andaluces, extremeños, gallegos y castellanos invadieron la ciudad en busca de trabajo, que abundaba y donde las grandes y medianas empresas del cinturón industrial de Madrid buscaban desesperadamente mano de obra. Desde técnicos cualificados hasta meros peones. Una delicia para el españolmedio trabajador.

Hace un tiempo cayó en las manos de R.V. un informe de las empresas industriales que había en Madrid y su cinturón industrial en el año 1966  Para poner un ejemplo diremos que  Barreiros Diesel, en su factoría de Villaverde,  daba trabajo, en tres turnos, a 25.000 obreros, entre técnicos, especialistas y administrativos.
¡Qué pena cuando comprobamos hoy la desindustrilazación de nuestra patria y en la reconversión  forzada de la mano de obra industrial hacia la blandibú y mal pagada del sector servicio.

"En el año 1966 las empresas del metal y en particular las automovilísticas era muy significantes. Tras Standard Eléctrica, Barreiros Diesel (antes de la fusión con Chrysler) y ENASA (Pegaso) destacabn, por su número de trabajadores Renfe, la EMT, Telefónica, Agromán, Iberia Líneas Aéreas y otras muchas.

Relación (resumida) de las principales empresas del metal madrileño y número de empleados, año 1966:

Barreiros Diesel, con 25.000 empleados y obreros.
Standard Eléctrica con 14.441 empleados
ENASA (Pegaso) con 4.900
Marconi con 4.152
FEMSA con 3.893
MMM con 2.418
Perkins con 1.399
Jacobo Schneider con 1.306
Isobel Sprecher con 1.217
Bressell con 1.145
Ibelsa con 1.117
Boetticher y Navarro con 1.107
Cía. Euskalduna con 1.054
Telefunken con 1.051 empleados
y sigue la relación añadiendo 20 empresas industriales con más de 500 empleados cada una.
Por debajo de este listado existían multitudes de empresas en todo el cinturón industrial de Madrid con más de cien empleados. Si consideramos los altos salarios de sus "productores" (como antes llamaban a los obreros) comparados con los del sector servicio era escandalosa la diferencia. Recordad aquellas películas españoles donde las señoras burguesas se quejaban que no encontraban chica de servicio. Entonces una servienta ganaba unas 1.500 ptas. al mes, mientras esta misma joven, trabajando en Marconi ganaba 6.000 ptas y libraba las tardes del sábado y domingos y días festivos.

Los ciclos de la vida cambian. Ahora cualquier joven cualificada o no, universitaria o sin estudios, es incapaz de encontrar trabajo en Madrid ni para trabajar de sirvienta y menos aún en cualquier factoría, de las pocas que quedan en Madrid y su casi extinto cinturón industrial.





lunes, 27 de agosto de 2018

El Editorial del Blog

Los Cinco Buenos Emperadores (¿Una indirecta?)

Cualquier país es como cualquier persona. A veces pasa por etapas buenas de su vida y otras veces menos buenas. 
Soy un estudioso diletante de la Historia de Roma, la mayor civilización que hemos conocido en occidente y que admiro, respeto y ensalzo siempre que puedo. Esta civilización romana tuvo épocas de gloria como cuando fue regida por sus Cinco Buenos Emperadores: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio. Una época de prosperidad, de bienestar para el pueblo y de inmenso prestigio. Donde el valor y el honor eran monedas corrientes. 
Pero ¡ay! también llegaron emperadores botarates, corruptos, inmorales y zafios. Recordemos a Tiberio, en su última época, a Calígula, amante de los gastos suntuosos e inútiles; Nerón con alma de artista pero con un corazón malvado; Heliogábalo, el más pervertido y asqueroso de todos hasta que la Guardia Pretoriana no tuvo más remedio que eliminarlo.

Tanto en uno y como en otro caso, el pueblo llano, el común, el pópulo, copiaba los comportamientos de esos abyectos malos emperadores convirtiendo la convivencia en el imperio romano en un saco de grillos, en una comunidad de impresentables, inmorales, sinvergüenzas, corruptos y repugnantes entes que desde el senado hasta el ciudadano romano más vago y parásito, especializado en el pane et circus, infectaban la sociedad.

En España, a lo largo del actual período democrático, también gozamos de buenos y malos legisladores. Tuvimos presidentes de gobierno aptos para la misión que los votantes le encomendó pero también sufrimos a estúpidos paniaguados disfrazados de presidentes que fueron en realidad unos mezquinos y tontos a rabiar. Unos ineptos que el pueblo español tuvo que soportar con estoica sumisión durante cuatro años y en algunos casos más años.

Sabemos que a toro pasado es muy fácil criticar, pero en todo caso reconocemos que algunos presidentes de gobierno actuaron más como funcionario marionetas dirigidos por la política exterior,  por sus consejeros y algunos ministros y ministras de baja estofa, de bajo perfil, de tal forma que en la Unión Europea eran considerados como meros payasos y sicofantes. Por culpa de ellos éramos considerados como una  rémora para el propio desarrollo de la UE, antes de sumarse  esos paisillos absurdos, que fueron antes provincias, distritos o como quieran llamar de la Rusia comunista

Reconocemos que actualmente es muy difícil que "nos salga"un Presidente de Gobierno parecido a algunos de aquello Cinco Buenos Emperadores y más si consideramos que nuestra sociedad occidental, tanto en Europa como en América, va hacia una decadencia irremediable.
 Todos los gobiernos de la UE evitan la confrontación contra el actual invasor  "silencioso mendicante" y nadie intenta  buscar una solución a este caos sin precedente. Todos los gobiernos de la UE son unos inanes, son cobardes e irresponsables.

El Imperio Romano desapareció tras varios siglos ¿Y la pobre Europa cuando se extinguirá?

Un cuento de R.V. para septiembre

El torturador (Un cuento Negro para Septiembre)

Paco y Luis vivían sus últimos años de sus vidas en la Residencia  para Mayores Paulo. Una residencia enclavada en un pueblo de la provincia donde sus residentes gastaban sus últimos suspiros entre juegos estúpidos y reuniones terapéuticas con la psicóloga de turno. Esta residencia concertada con el gobierno provincial era dirigida por la hija de Paco de la Hoz, una médica gerentóloga de cierto prestigio. Luis, a sus 82 años de edad, entró en la residencia por recomendación de su íntimo amigo Paco porque estaba harto de ser prestado cada tres meses entre sus hijos, como si fuera un perrito y encontrarse siempre fuera de su entorno habitual. 

Aquel día de invierno cuando Paco se encontraba sentado en la galería del primer piso tomando plácidamente los tibios rayos del sol se le acercó Luis con la cara desencajada, lívido como el mármol y temblando.
Cuando se hubo sosegado dijo a su amigo que había visto, en la enfermería, cuando se ponían la vacuna, a Jacinto Peña, el Rompepiernas, un inspector de policía de la extinta brigada político social de Madrid, muy activo en la década de los años 60. El mismo cabrón que disfrutaba pegando tremendas palizas a los obreros de la Perkins afiliados a las Comisiones Obreras y el mismo bicho que dejó cojo a Paco de la Hoz de una patada que le dió en la rodilla mientras estaba esposado en los calabozos de la DGS de Puerta de Sol.

Cálmate Luis y dime de verdad que ha reconocido a ese hijo de la gran puta -intentó calmar Paco a su amigo. De verdad, es él. ¿Recuerda que el mamón tenía una mancha, un antojo, en el cuello, tras la oreja izquierda y que apenas se le veía cuando tenía abrochada la camisa? Pero cuando se quitaba la chaqueta y la corbata y se arremangaba para pegarnos se le veía la mancha, en forma de jamón, además de otra mancha que tenía por encima del codo del brazo izquierdo. Y eso no se puedo, disimular ni quitar. Es él, además su voz, aunque algo cascada, es la misma. 

Los dos amigos decidieron contar todo a la hija de Paco, la directora de la residencia. Ella era muy niña, pero recordó con claridad, cuando llevaron a casa a su padre todo destrozado y cojo tras recibir una paliza por el Rompepiernas. Recordó que cuando se recuperó de las heridas su padre cayó en un fuerte depresión y perdió el trabajo y su madre, una guapa andaluza, tuvo que hacer malabares para dar de comer a sus cuatro hijos. Pasaron hambre y miserias.  Ella pudo estudiar porque una tía, hermana del padre, le costeó la universidad donde pudo sacar su carrera de medicina. Este asesino de obreros está  ahora bajo mi techo -dijo entre dientes Adela de la Hoz.
Vosotros dos haced vuestra vida normal, no comentar nada, olvidad todo. Yo me encargaré de hacer justicia.

Pasaron varias semanas y un día en la cola de la pescadería una vecina comentó en voz alta con otra. ¡Hay que ver como es la vida! Un anciano de la residencia que está junto a mi casa se ha caído por la escalera y se ha desnucado.
Es que las cuidadoras no ponen atención -contestó una mujer con cara de garbanzo mientras pagaba su compra.  

domingo, 26 de agosto de 2018

Otro cuento para Septiembre

Fortuna Imperatrix Mundi  (Otro Cuento para Septiembre)

Adela Cantasosa, 48 años de edad, soltera, virgen, pueblerina y cuidadora por obligación de su madre. Una anciana dominante, posesiva y cruel, hasta el extremo de convencer a su hija para que se quedara con ella ya que le decía que todos los hombres eran una encarnación del propio diablo, que solo buscaban yacer en la cama con ella.
 Adela, de por sí timorata, ignorante y algo boba siguió los consejos de su manipuladora madre y se quedó soltera aunque le picaba de vez en cuando el deseo de liberarse de esas invisible y poderosa cadena que la sujetaba a su madre, doña Juana que llevaba a cuesta sus 76 años de edad, enfangados en malicia y sometimiento.

Juana siempre decía entre sus amistades más íntimas, que lo que más temía en su vida era quedarse sola en aquel enorme caserón, con tantas fotos desteñidas de familiares idos y con una criada casi tan vieja como ella. Cuando enviudó se quedó con una buena fortuna y con cincos hijos, tres chicos que viven fuera de la provincia y dos hijas, la mayor, que no cuenta, porque es una pendón y es artista teatro y Adela, la más sumisa y buena, la escogida para "su vejez", comentaba casi en voz baja.

Lo curioso de esta historia es que Adela todavía estaba de buen ver a su edad, no era alta pero conservaba un cuerpo de adolescente y una cara muy grata, casi beatífica y con un brillo especial en sus ojos que ardían como ascuas cuando, sin poder evitarlo, se fijaba en las entrepiernas de los hombres que encontraba por la calle cuando marchaba al triduo de San Blas.  Ver una bragueta para ella era como ver la estrella polar para un marino, se suponía que era o sería su salvación aunque Adela era tan tímida que le asustaba incluso hablar con su confesor, un cura viejo y bondadoso que la guiaba espiritualmente  cada vez que le contaba esos desvaríos y suposiciones. 


Adela llevó a la madre a la iglesia, como todos los días que duró la novena del Patrón del pueblo. Empujaba con delicadeza la silla de rueda de su madre que no estaba paralítica sino que únicamente le molestaba caminar. A la salida de misa ordenó la madre que parara la silla rodante para hablar con unas vecinas. Adela dejó el misal y las hojas de los himnos sagrados a su madre y le dijo "ahora vuelvo". Adela pegó un trotecillo hacia una furgoneta blanca que estaba aparcada con el motor en marcha. Era la del tapizador ambulante. Un buen mozo, joven y guapo, todo un ejemplar masculino como el que se le parecía en sueños y la tentaba, la tocaba y la gozaba. El diablo, hija, eso es el diablo, le decía su confesor cuando le contaba su sucio pecado erótico.

Es viernes por la tarde en el pueblo de Villardom. Las mujeres acuden a la peluquería como cada semana. Antonia pretende dar el bombazo con una noticia-pregunta "¿Sabéis que Adelita, la santurrona, se ha fugado de casa con el tapizador ambulante? Eso es ya historia hija, ayer por la noche nos enteramos y dicen que abandonó a su madre, en su silla de ruedas, a la puerta de la iglesia.
Pues que se joda la bruja de su madre, que la tenía metida en un puño- dijo una vecina con cara de garbanzo. 

Sep 2


Dos libros de Caballería en mi Biblioteca

1) Hechos del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo
2) Tirant lo Blanc

1) Hechos del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo.
 Edición facsímil con un estudio previo por don Juan de Mata y Carriazo.

"El Condestable desde que pisó Jaén fue aborrecido por las fuerzas vivas del lugar. Con esta crónica se aspira a defender la figura de un personaje excepcional, injustamente perseguido por sus enemigos, que consiguieron apartarlo del rey, para después, al paso de unos años, ser asesinado en la iglesia mayor de Jaén el 21 de marzo del año 1473"

" Al Condestable le gustaba vestir con elegancia. Cuando el Condestable fue a misa vestía un jubón de carmesí raso, una chaqueta muy corta de paño azul forrada de marta y un manto muy fino de paño blanco. Llevaba un collar de oro. El jubón iba bordado con perlas y piedras preciosas, también llevaba un sombrero y en los pies lindos zapatos"

"En Jaén, había una casa cercana a la iglesia de la Magdalena donde moraban varias señoras emparedadas, de muy santa vida.
En aquella época era bien visto que unas señoras, normalmente viudas ricas y  beatas solteronas , se encerraran en un par de habitaciones de la casona o palacio, se tapiaran las ventanas y las puertas, para aislarse de este mundo pecador, dejando solo un hueco donde una sirvienta le pasaba la comida y  sacar el cubo con las inmundicias naturales"

"Cuando el Condestable deseaba celebrar algo a lo grande organizaba juegos de cañas, desfiles triunfales por las calles de Jaén, y monterías artificiales, en un terreno acotado donde se soltaban osos y jabalíes y a veces, leones. Todo terminaba con un gran banquete amenizado con canciones, bailes y pantominas. Los invitados gustaban comer el hornazo, las aves cocinadas de diferentes modo, los pasteles, las quesadillas, la cazuelas y sobre todos los huevos cocidos (un manjar para aquellos tiempos)"

2) Tirant lo Blanc (Tirante el Blanco)
Escrito por Joanot Martorell  y editado en 1490. Prólogo de Mario Vargas Llosa.

"El Conde Guillermo de Varoic marchaba al Santo Sepulcro, en Jerusalén, su esposa lloraba desconsoladamente en la despedida y como su hijo de seis mese no lloraba lo agarró del pelo y le dio una bofetada para que le acompañara en su llanto y tristeza"

"Tirant, caballero valeroso y enamoradizo vio a Carmesina y quedó prendado de ella.
 Carmesina tenía cabellos rubios que resplandecían como una madeja de oro; sus cejas parecían dibujadas con un pincel. Los ojos parecían dos estrellas redondas lucientes como piedras preciosas. Su nariz era delgada y fina; tenía los labios rojos como el coral y sus dientes blancos, pequeños y muy juntos. Carmesina no tenía ningún defecto".

"La mano de una dama podía ser besada de dos formas. Si se besaba por la parte de afuera era señal de señorío y de respeto y si se besaba en la palma de la mano era señal de amor requerido".

"A veces la paz es más peligrosa que la guerra, pues para muchos virtuosos ha sido nociva esta paz; no existiendo adversario contra luchar, aparece entonces la ociosidad y la degeneración".

"Un caballero generoso y de linaje tiene que tener honor. Es un don que testimonia la virtud. El honor es diferente de la gloria y de la fama. El honor es actuar por generosidad y honradez" 











sábado, 25 de agosto de 2018

Pequeñas esquizofrenias

Pequeñas esquizofrenias 

La esquizofrenia es un trastorno mental que afecta la manera de pensar, sentir o actuar de una persona que le cuesta trabajo diferenciar sus fantasías de la realidad. No es un desdoblamiento de la personalidad y tampoco puede aparecer agresividad en personas afectadas por este trastorno.

Los individuos afectados de esquizofrenia pueden tener un desequilibrio de la serotonina y de la dopamina. Suelen procesar mal los estímulos exteriores, se sobresaltan con los sonidos, visiones, olores y sabores inesperados.
Los síntomas más comunes de la esquizofrenia son una forma de hablar y expresarse sin sentido: hablar por hablar. Un deterioro en la forma de trabajar o actuar, también en una falta de higiene personal y de tener un aspecto mal vestido e incluso desaseado. Le cuesta trabajo concentrarse, se preocupa en exceso por la religión, por la nigromancia, los juegos de azar y por el factor suerte. Algunas veces creen que son espiados y  otras que oyen voces desde el interior de su cabeza.

Un alto porcentaje de individuos, más mujeres que hombres, padecen lo que llaman vulgarmente "pequeña esquizofrenia". Confunden la realidad de la fantasía que ellos crean para defenderse de su mediocridad, pero de una manera involuntaria. Suelen ser  mitómanos.
 Un ejemplo que pude comprobar hace años: una pareja de pueblerinos se casaron y dijeron en todo el pueblo que se fueron de veraneo a Cancún, México. Meses después se supo que pasaron una semana en la casa de un hermano de uno de ellos, en Badalona. ¿Otra forma de esquizofrenia? Puede ser. Estos pequeños esquizofrénicos viven en una constante fantasía que produce un cambio radical en sus mentes. Cuando no saben o no pueden "triunfar" en la vida se refugian en sus fantasías sin contar que el triunfo casi siempre se consigue con el sacrifico del trabajo bien hecho y con el tiempo necesario para conseguirlo.
Es casi normal que estas personas afectada de "pequeña esquizofrenia" se refugie en el alcohol, la ingesta incontrolada de alimentos, el sexo o incluso las drogas para conseguir mentalmente lo que no tienen agallas de hacerlo en persona.

Nuestra sociedad actual vuelve desequilibrada a las personas y si no se tiene una mente clara se puede caer, poco a poco, en un estado de falsa esquizofrenia pero que afecta negativamente a la vida  del afectado. 

Recuerdo aquella frase que desde muy joven aprendí de memoria,  creo que era de Rousseau: Si es la razón lo que hace al hombre son los sentimientos los que lo dirigen.

Cine de ayer

September  (1987)

Director: Woody Allen

El buen cine se llama September. Así podía rezar el eslogan. Una de mis películas favoritas del genial director neoyorkino W. Allen.

Se acaba el mes de agosto, es principios de septiembre y se da por concluidas las vacaciones de verano. El día está fresco y el cielo cubierto de nubes. Se aproxima una tormenta. En una casa de recreo, en el campo, en Vermont, se reúne una serie de personajes, hombres y mujeres. Y ya se sabe, donde hay hombres y mujeres encerrados surgen  atracciones y rechazos, de antes y de ahora. 
Esta película está influenciada por el cine de Bergman, con unos personajes muy conflictivos, incluso algunos de ellos algo desequilibrados, muchos están frustrados de su familia, de su trabajo, del medio donde viven. Allí en la casa se confiesan, se prometen, se desean, se aman; lo de siempre.
Uno de los personajes es una ex-actriz madura que en su juventud tuvo éxito en el mundo del cine y que ahora tiene una hija pavisosa, traumatizada por un crimen que vio o ayudó a cometer cuando niña contra un novio que tuvo su madre, en su época de actriz, la maltrataba.
Una amiga de Lane está casada pero no es feliz porque se aburre en su matrimonio pero tampoco  se deja amar por otro hombre, por cobardía. 
Una tormenta de verano, con rayos y aguaceros, aísla por unas horas a estos peculiares personajes. Todos se sienten protegidos bajo techo, sus mentes divagan y vagan por el ambiente. Ya es de noche y todos, perezosamente, sentados o tumbados sobre los sillones escuchan música de un disco que reproduce un equipo de sonido. Se va la luz. La música cesa. La pantalla del cine aparece en negro durante unos segundos hasta que una cerilla enciende una vela y alguien se sienta frente a un piano e interpreta una dulce melodía de jazz. Sensacional esta escena, la mejor, la más exquisita que vi en pantalla. Las luces y las sombras que proyecta la vela marca colores cálidos, naranja pastel y algún que otro gris.
September es la película mejor estructurada de Woody Allen, creo que incluso mejor que la obra de arte de aquella famosa película Hanna y sus Hermanas. El guión de September es hábil, con unos diálogos excelentes, muy inteligentes pero sin llegar a la pedantería, la fotografía es genial, de Carlo Di Parma.
En definitiva, una película para revisar de vez en cuando cuando se desea ver puro arte cinematográfico, muy alejado de esas cintas comerciales de efectos especiales y actores semitontos.
La recomiendo de verdad: September, una película para ver en Septiembre. 

domingo, 29 de julio de 2018

El Editorial del Blog

La felicidad es una ambigüedad

El común ha puesto de moda eso de que hay que ser feliz, hay que tener autoestima, hay que vivir la vida, hay que ser libres, hay que huir de la gente tóxica y de esas personas  gafes que todo les salen mal, hay que hay, ¡qué hay! Conceptos, palabras hueras aunque lo más importante es pretender ser felices, está en la naturaleza humana, pero ¿cómo? 

El concepto de felicidad es ambigüo; cada cual le da una interpretación a su gusto. El pobre desea tener mucho dinero; el enfermo terminal desea sanar milagrosamente; el feo y bajito desea poseer una cuerpo atlético y apolíneo; el torpe ser un sabio... 

Aunque la definición más simplista de lo que es felicidad nos acerca bastante a lo que realmente es: "La felicidad es la capacidad de una persona para sentirse satisfecho con lo que tiene y le gustaría tener y con lo que es y le gustaría ser en la vida" Si la balanza se inclina hacia un lado o hacia el otro este individuo siempre será un infeliz. Un desgraciado.

En la Grecia clásica se consideraba la felicidad íntimamente ligada con la belleza moral y física de los individuos. Solón decía: " Si un hombre (hoy diríamos "y mujer") posee una cuerpo agraciado, está libre de enfermedad, libre de desgracia, feliz con su familia y amantes y es bien parecido se le podría llamar correctamente feliz".

 En España se considera un insulto grave decirle a alguien que es un desgraciado, un infeliz, pues se considera esto como el mayor fracaso personal y emocional conocido; razón por lo cual todas las personas aparentan ser felices, aunque no lo sean. Desde el pobretón irredento hasta el simple mental pasando por el  aburrido existencial. Hay que ser feliz por decreto.

En los Estados Unidos se hizo una encuesta sobre un muestreo de población de la clase media urbana para determinar el grado de felicidad. Las conclusiones: eran más felices las personas que tenían cubiertas sus necesidades materiales con bastante margen para poder vivir con holgura y gastar su tiempo libre en actividades por ellos buscadas que los yuppies dedicados en cuerpo y alma en trabajar duramente para intentar incrementar sus riquezas por el mero hecho de poseer más dinero y más poder en la sociedad. 

Contra la felicidad luchan tres virus letales: la avaricia, la envidia y el aburrimiento. La avaricia. Recordemos esas estafas, en España, a ahorradores cometidas por bancos y otras entidades financieras que aprovecharon el ansia de ganar dinero fácil de estos estafados para  ser robados con impunidad.  La envidia es el dolor que le produce a una persona ver feliz a otra. Se cometen crímenes horribles por envidia; hay gente que se enajena mentalmente al ver a su prójimo  triunfar en todo lo que se proponga mientras que ellos son unos negados que todo lo que hace le sale mal. El aburrimiento se da solo en las sociedades opulentas como la que pretende ser la  nuestra donde cualquier ganapán posee una casa,  un coche y suele disfrutar de vacaciones anuales. 
En la pasada posguerra, una época  de la que nadie desea recordar, el hambre mataba el aburrimiento, además de la gente. Nadie se aburría, ni por supuesto tampoco era feliz porque su único objetivo, de cada día, era poder alimentar a la prole y a ellos mismos. En pleno siglo XXI la clase media tiene el lujo de  deprimirse porque se aburre, son infelices porque no son capaces de buscar la felicidad en los múltiples canales que nuestra sociedad "opulenta"  ofrece.

Según Bertrand Russell, la felicidad para la mayor parte de las personas debe ser una conquista más que un regalo de la diosa Fortuna, sin olvidar que para alcanzarla se debe contar con el deseo y el esfuerzo personal de cada individuo.



viernes, 27 de julio de 2018

Dos cuentos cortos

Dos cuentos cortos  (De "Carta a Silvia y otros cuentos",  Ramón Valenzuela).


El día de Carlos

Carlos fue obsequiado con un magnífico día. Eran las ocho de la mañana, lucía un sol espléndido y una temperatura suave envolvía su cuerpo. De camino al trabajo, en la calle Arcos, bajo un coche aparcado junto a la acera encontró un elegante bolso. Fantaseó, ¿conocería a la mujer de su vida cuando devolviera el bolso a su propietaria? Lo abrió para buscar la dirección.
Sucesos del día: "Un paquete bomba estalló esta mañana en la calle Arcos destrozando el cuerpo de un viandante"


Carta a Silvia

Querida Silvia, te extrañará recibir esta carta después de tanto tiempo. Un tiempo que pesó como una baldosa sobre mi corazón desde el día que te despediste y me ofreciste tu mano para decirme adiós. Entonces noté que tu ser se introducía por los poros de mi piel y se alojaba en mi alma. 
Los compañeros del instituto me informaron que te marchabas a Segovia porque habían trasladado allí a tu padre. Fuiste algo cruel ya que me lo comunicaste el mismo día de tu partida. Yo te amaba como un chico de catorce años de edad sabe amar: en silencio. Cuando te veía caminar por la calle mi corazón comenzaba a latir intentando salir de mi pecho para ir detrás de ti. 

Semanas después de tu marcha yo imaginaba reencuentros apoteósicos: tú bajabas del tren y desde lejos nos veíamos en el andén; acudíamos corriendo, el uno hacia el otro, para abrazarnos y en el momento justo del encuentro unos músicos invisibles interpretaban una marcha alegre.

El tiempo pasó y no fui capaz de localizar tu dirección. El fuego de mi amor hacia ti no se apagó  sino que quedó en ascuas para poder seguir viviendo con el rescoldo de tus recuerdos. Me casé, tuve hijos y nietos y fui profesor en el mismo instituto donde estudiábamos.
La semana pasada leí en el periódico que te habían otorgado un premio por el mejor poema de amor. Pude localizar tu nueva dirección y saber que no te casaste. Yo estoy viudo, ahora somos libres como antes y a pesar de nuestra edad todavía podemos ser capaces de abrir la verja de nuestros sentimientos para permitir que troten como caballos desbocados.



jueves, 26 de julio de 2018

AG 2


Un libro de mi biblioteca

Un libro de mi biblioteca

Villardom

Autor: Ramón Valenzuela 

Hace casi veinte años escribí y auto-edité mi primera novela que como era una edición no venal regalé entre mis amistades y familiares. Sentí placer cuando recibí de la imprenta/editorial de Barcelona aquellos hijos de mi imaginación. A continuación hago un resumen de algunos capítulos para dar una idea de la novela.

"Maldito el día que embarcamos en aquel crucero por el Mediterráneo. Tenía que distraer a Silvia, mi esposa, que había sufrido una crisis depresiva. Realizamos una mala boda. Cuando nos casamos ella tenía 47 años de edad y yo 32. Esta diferencia se notó cuando pasaron varios años y ambos envejecimos asimétricamente"

"¿Cómo conocí a Silvia? En la inauguración de una exposición de pinturas de Zorki. Yo me encontraba absorto contemplando una obra que representaba un hombre que huía de su sombra cuando alguien me tocó con delicadeza un brazo y me susurró: Ese eres tú. Quedé petrificado por la osadía de Silvia, la hija autista del propietario de la galería de arte más importante de Madrid"

"Casi el mismo día que me casé con Silvia me enamoré de Adela, la directora de la galería. Adela era la antítesis de Silvia, era fresca y desenfadada, muy joven, bella y portadora de un cuerpo deseable. No era muy inteligente pero sí era muy ambiciosa. Quería ser alguien a toda costa.
Curiosamente Adela fue contratada por el padre de Silvia cuando éste entró precipitadamente en una tienducha de artículos de regalos para comprar un encendedor de usar y tirar. Se sorprendió del trato amable de la dependienta y le entregó una tarjeta de la galería por si quería cambiar de trabajo con un salario que, le aseguró, triplicaría al que ella cobraba vendiendo baratijas a turistas. 
Adela aprendió pronto, le fascinaba el ambiente sofisticado que reinaba en la galería. En dos años fue promocionada como directora de Ergo, situada en plena calle Serrano, de Madrid. Cambió su domicilio, del sórdido piso familiar de Parla a un coqueto apartamento cercano a Ergo."

"Cualquier mujer nota cuando es el objeto del deseo por parte de un hombre. Todas las mujeres poseen una facultad especial para detectar la mirada del macho cuando la desnuda mentalmente mientras le sonríe. Así la miraba el yerno del propietario antes de convertirse en su amante"

"Después de la gran estafa y de la ruina total de Ergo -se dijo Juan en un momento de depresión instantánea- no tuve más remedio que refugiarme en mi finca cercana a un destartalado pueblo castellano, Vallardom, donde sus vecinos llevaban una existencia embrutecida por  la avaricia y el ansia de poseer más ovejas que el vecino.
 El tiempo pasa por mi vida -elucubró Juan- como una plaga de langostas que devora lentamente mi existencia. El único personaje válido con el que puedo conversar en este pueblo de pastores y boñigueros es con Luis, el viejo electricista jubilado. Un anarquista exquisito, de refinada sabiduría  y profunda crítica, que como prueba de su afecto permitió que leyera unos apuntes sobre su vida y sus pensamientos que tituló pomposamente: Cuadernos de un electricista ácrata.
Por azar y sin apenas saber cómo  pude salir de aquel lugarejo y volver a Madrid donde retomé mi profesión de marchante de arte. Adela, mi ex-amante me acogió en su casa, quizá apenada por la muerte de Silvia, hacía apenas unos meses. La luz iluminó otra vez mi existencia sin tener en cuenta nuestra diferencia de edad. Yo tenía 62 años de edad y ella, Adela,  36 años"

miércoles, 25 de julio de 2018

Cine de ayerCi

Cine de Ayer

Calle Mayor  (1956)

Director: Juan Antonio Bardem

 Esta película critica a esos hombres aburridos que viven en una pequeña ciudad de provincia y que para distraerse montan bromas pesadas, desagradables y veces hasta inhumanas.

Isabel, una solterona para los estándares de los años 50, es una mujer de 35 años de edad. Todas sus amigas están casadas y aparentemente felices en sus matrimonios. Tan católica, tan formal, tan mujer de su casa pero que todavía vive con su madre viuda y con una vieja criada. Necesita enamorarse para casarse, para formar un hogar, como todas las mujeres normales.
Todas las tardes ella y su madre caminaban, a la salida de misa, por la calle Mayor de vuelta a casa. Una calle que era el paseo público donde toda la gente del pueblo paseaba de arriba abajo y se saludaban. Isabel y su madre pasaba frente a los ventanales del bar-casino donde estaban los aburridos los hombres aburguesados del pueblo contemplando las idas y venidas de los parroquianos bajo los soportales de la calle.  

El papel de Isabel está magníficamente interpretado por la actriz americana Betsy Blair que pone cara de bobita feliz cuando Juan, uno de los golfos del casino, simula un enamoramiento apasionado. Un   paso hacia la terrible "broma" que le iban a gastar a la dulce y soñadora Isabel. Una broma que consistía en comprometerla hasta  unos días antes de la boda para abandonarla de golpe, con todo preparado. Una canallada que provocaba las risas de los amigotes cada vez que Juan, un sinvergüenza empleado de banco, contaba todos los días el progreso en el noviazgo.

En Calle Mayor Bardem nos muestra con rudeza, pero con claridad, como una pandilla de indolentes y payasos provincianos pueden destruir el alma de una persona cándida y dulce como aquella joven deseosa de entregar su amor al hombre adecuado. Con el paso de los días Juan tomó conciencia de la barbaridad que estaba cometiendo e intentó decir a Isabel que él no estaba enamorado de ella ni menos aun que deseaba casarse, pero era incapaz de confesarle nada a Isabel; se derrumbaba cuando ella lo miraba con tanta dulzura.

La década de los años cincuenta era terrible para todos los españoles, principalmente para las mujeres que carecían de derechos alguno y estaban sujetas a una constante sensación de culpabilidad y de pecado.
 Juan está desesperado, siente remordimiento y decide contarle el caso a su íntimo amigo Ricardo, que vivía en Madrid, para que le ayude a salir de aquel embrollo. Ricardo llega al pueblo y sugiere a Juan que hable con claridad con Isabel. De una forma o de otra se descubre el engaño e Isabel se queda en estado de shock al extremo que decide abandonar el pueblo e irse a Madrid para comenzar una nueva vida avergonzada de los murmullos y risitas a sus espaldas de sus paisanos al enterarse de la broma a la que fue sometida.

En la estación de tren acude Isabel para fugarse a Madrid, ya estaba a punto de subir al vagón  cuando de pronto decide quedarse en su pueblo, arrostrando todas sus consecuencias. No es capaz de afrontar una nueva vida, prefiere quedarse en casa con su madre y su tata. 

La última escena de la película es tremenda. Se ve la cara triste y desengañada de Isabel que a través de los cristales de la ventana de su dormitorio contempla, ya de coche, como caía la lluvia sobre una calle desolada, sobre una calle que ya le amargaba, la calle Mayor.