lunes, 29 de octubre de 2018

El Editorial del Blog

Arte Povera en la Política de España

Nos encontramos sumidos en el maremágnum del primer tercio del siglo veintiuno. Una época sobrada de perversión, de subversión y de corrupción.

Alrededor del año 1967 se produjo en toda Europa un movimiento artístico que nació de una buscada miseria que algunos intelectuales y artistas llamaron Arte Povera (Arte Pobre), su creador fue el italiano Mario Merz. Era una forma de protestar contra el desarrollismo y contra un exultante capitalismo que en todo el continente hizo alcanzar un alto nivel de vida a la clase trabajadora.  Fue como una contestación hacia el incipiente bienestar que experimentaba la clase media de los años sesenta.

Este mismo Arte Povera se da ahora en nuestros políticos, a nivel nacional, regional e incluso local. Creemos que algunos españoles se han preguntado que de donde salieron la mayoría de los políticos (centenares de miles) que pretende regir nuestras vidas.  El caso es que aparecen en las pantallas de nuestros televisores, en la prensa y en las redes sociales, siempre las mismas caras con los mismos mensajes y las mismas mentiras prometiendo al pueblo llano, a nosotros, tener, obtener o contener una vida ideal. Son tan cínicos que incluso prometen puestos de trabajo. 
Afortunadamente no todos nuestros políticos son unos inanes y unos robaperas. Los hay honestos y cabales, pero abundan más los pobres (mentales), los que practican el arte povera, los que se creen que nosotros somos unos bobos y por ende nos prometen lo inalcanzable. Pero en realidad lo que hacen es que nos insultan con sus sandeces, con sus corruptelas y con sus saqueos.

Pobre también es la actual política practicada en España. Sabemos que estamos copados de ganapanes sin oficios ni beneficios (que si salen de la política carecen de un trabajo definido y que tampoco son empresarios ni propietarios), que "se metieron" en política solo por el salario, por las habichuelas. 
 Esta caterva de aduladores y palmeros de sus jefes políticos inmediatos son muy temerosos de caer en desgracia y ser despedido de este ágape nacional.

Se ha demostrado que se puede gestionar un país con menos políticos, con menos paniaguados y con menos burocracia; en definitiva, con menos arte povera y con algo de más prestigio, con clase,  con más trabajo bien hecho, con más estilo en el ser y estar. Hay países en la Unión Europea que funcionan bien teniendo un 70% menos políticos y sayones que el nuestro. 

Dicen que en cualquier país pobre lo que siempre más abunda son los militares y los cuerpos de seguridad del estado amén de millares de políticos que tiran de la levita  del dictador de turno. Nos referimos, naturalmente, a  países tercermundistas africanos. Por desgracia, nuestra Patria parece que a veces se asemeja más, en el plano político,  a Togo que a Suiza.
 ¿Llegará alguna vez a España algún tipo de Regeneración? 

domingo, 28 de octubre de 2018

El fenómenos de los esposos-sirvientes

Esposos-sirvientes

La relación de pareja, nos referimos aquí a las parejas heterosexuales, es harta complicada si uno de los cónyuges piensa demasiado y toma conciencia de su situación.
Ponemos dos ejemplos de parejas asimétricas que se unieron por necesidad del guión de la vida.

Jacinto Ganapán era más vago que unas chancletas. Conoció a una chica por Internet y llegaron a realizar una entrevista a la que asistió la madre de Adela como observadora. Adela tenía 26 años y sufría una enfermedad degenerativa que a la larga la postraría en una silla de ruedas. Necesitaba un cuidador de por vida, una persona poco ambiciosa y servicial que a cambio de vivir sin dar un palo al agua obtendría a cambio un techo donde cobijarse, una guapa moza que le calentara la cama, alimentos y algún dinerillo para sus cosas. 
La madre de Jacinta, una viuda de 66 años, se consideraba aún joven como para implicarse en la penosa tarea de cuidar a una hija que a la larga sería una futura minusválida.
 Doña Isabel tenía un novio con el quien deseaba convivir y terminar sus años al lado de un hombre, que era lo que ella necesitaba.
Doña Isabel era una mujer muy corrida y se dio cuenta que el pánfilo internauta del novio de su hija era el candidato perfecto. Lo observó en la primera entrevista y tras invitarle a una copiosa comida que Jacinto devoró con ansia, Isabel cayó en la cuenta que ese mozarrón con cara de lelo era el perfecto futuro cuidador de su hija. Una hija que sería feliz y ella, su madre,  podría vivir su ansiada libertad.
Se casaron. Jacinto Ganapán recoge todos los días a su esposa, que ya se mueve en silla de ruedas, en la esquina del bar Imperator, donde tiene su negocio, un quiosco de ventas de boleto de la once.
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La condesa de Vallespino estaba chocheando y se le notaba unos brotes de demencia senil, también tenía una enorme fortuna y seis hijos que esperaban como buitres que la condesa pasara a mejor vida para poder heredar. Los seis temían que la condesa en un ataque de demencia regalara a cualquiera de sus múltiples aduladores y palmeros, hombres y mujeres, un trozo de finca o una de los veinte pisos que poseía en los mejores distritos de Madrid. La condesa tenía 80 años aunque ella pretendía, mentalmente, tener cuarenta.

En el comedor de la finca de Los Alamos se reunieron la media docena de hijos un domingo por la tarde para decidir qué hacer con la madre chocha antes que esta cometiera un desaguisado de escritura y notario.
El mayor de los hermanos explicó su plan. Buscarían un novio adecuado a la condesa para que estuviera con ella, en calidad de marido-cuidador, las veinticuatro horas del día y la alejara por siempre de esos impresentables que pululaban alrededor de la anciana. Encontraron a un oficinista que trabajaba en la notaría donde la familia solía visitar; el hombre era un cuarentón, formal y solterón. Le explicaron el trato además le ofrecieron el doble del salario que él ganaba en la notaría, más un piso y una cantidad de dinero a finalizar la misión, es decir a la muerte de la condesa.
El hombre aceptó y casó con toda pompa y medios de difusión con la vieja chocha.
El marido la llevaba y la traía, viajaban o se quedaban en unos de sus palacios y el esposo-sirviente tan contento. Jamás hubiera pensado que viviría en un palacio, tendría coche con chófer y podría codearse con la más granado de la alta sociedad de Madrid.
Cuando la anciana murió, el cuidador solo la soportó cinco años, él siguió cobrando su salario de por vida (según el contrato) más el obsequio de un piso y una cantidad de dinero nada despreciable. 

sábado, 27 de octubre de 2018

Un cuento de R.V.

De Lola a la Exma. Señora Doña Dolores Isabel del Saúco, Marquesa de Tarascón.

Lola tenía18 años de edad y era más pobre que una rata de alcantarilla. Cuando volvió esa tarde de arrancar garbanzos y se vio las manos desolladas, sintió en sus costados el dolor de la miseria y ese hedor a sudor agrio que le salía de todo su cuerpo. Se acordó malamente de la madre de don Jorge, de su finca y de los garbanzos que apilaba en el almacén. 
Lola se desnudó completamente para meterse en el lebrillo lleno de agua que su madre le tenía preparado para bañarse a la vuelta del tajo. Sin saber cómo, su mirada se fijó en el cristal de una ventana cuyo postigo estaba entreabierto. Tenía un cuerpo muy hermoso, blanco, sedoso. Se vio de frente, de perfil, de cerca, de lejos. Se encontraba hermosa, muy hermosa. Lo decidió de pronto pensó de una vez marchar a Madrid para trabajar de criada o en lo que fuera y que para el próximo año le arrancara los garbanzos a don Jorge sus raquíticas hijas.

Lola no soportaba la humillación de ser pobre, de vivir entre la pobreza de su casa y de sus amigas y menos aún de las aproximaciones de esos patanes que deseaban llevarla a la era. Mendrugos, que todos eran unos mendrugos.

Lola se sintió aliviada cuando se vio en la estación de tren de Baeza. Llevaba el importe de un mes de trabajo en el campo, una maleta atada con cuerdas y una gran ilusión: ser una señora.

Una tarde, llevando Lola trabajando como sirvienta tres meses su prima Jacinta le propuso asistir a un sarao de señoritos en un chalet de Recoletos. Le darían 3.000 pesetas, una fortuna para el año de 1946, cuando un jornalero ganaba en su pueblo 1.200 pesetas al mes trabajando de sol a sol. 
Entre copas de vino manzanilla y platos de jamón transcurrió la velada hasta que cada hombre escogió a su doncella. Lola fue tomada por un tío escuchimizado, de unos cincuenta años de edad. Ambos se fueron a retozar a una salita con sillones de terciopelo azul. Lola se portó bien para ser la primera vez que había yacido con varón alguno. Mejor lo pasó cuando le dieron el dinero por entretener al viejo rijoso.

Tenía que ahorrar dinero y Lola cada quince días acudía al sarao de estos señoritos madrileños donde siempre era escogida por don Carlos, el cincuentón enano. 

Ya no tendrás que trabajar en tu vida mientras permanezca a mi lado - le dijo Don Carlos mientras apuraba una copa de vino. Vivirás en uno de mis pisos de la Castellana, con una criada de confianza.
La criada le llamó, nada más entrar por la puerta, doña Dolores; a Lola le sonó a música celestial. Don Carlos le presentó a una dama de alta alcurnia, arruinada, que le enseñó a portarse en sociedad, a refinar su habla y a tener buenos modales. Lola aprendió tanto, que en pocos meses hasta chapurreaba palabras en francés.

Doña Dolores era muy inteligente, se inventó un supuesto y notable árbol genealógico, aprendió a tocar el piano, también a cantar con voz aterciopelada. Vestía magníficamente bien. Doña Dolores consiguió un título de marquesa que le costó una fortuna al encabronado don Carlos. 
Doña Dolores consiguió de este rico viudo, sin hijos, que toda la fortuna del amante pasara, poco a poco, a ella. Don Carlos estaba hechizado, por sus encantos o por lo que disfrutaba con su amante en el lecho.  Don Carlos murió del corazón, arruinado y triste.
 Doña Dolores Marquesa de Tarascón fue una prócer en su pueblo. Construyó un hospital a su espensas y cada año costeaba el ajuar a tres mozas casaderas.

Todavía hay una calle en Villarroyo llamada de "La Marquesa doña Dolores". Todo el mundo en el pueblo habla bien de la Señora a pesar que hace 40 años que murió santamente, habiendo incluso recibido la bendición papal. 

Cine Español de Ayer

Días contados (1994)

Director: Imanol Uribe

Respeto, incluso amo, el cine español bien hecho como es el caso de esta película donde actúa magistralmente Carmelo Gómez, que entonces estaba en la cima de su carrera teatral y cinematográfica.

Antonio (Carmelo Gómez) es un asesino de la ETA que se establece en una ciudad para preparar y cometer un atentado y es allí donde conoce a una joven drogadicta y puta que él ayuda, pero a su modo.
En definitiva, en la película se da a entender que los terroristas, en este caso los etarras, a veces se comportan como personas "normales". Ya se dijo en una ocasión que hasta el verdugo más frío o el torturador policial más psicópata tiene su lado humano e incluso tierno cuando está con sus hijos y esposa. De la misma manera que un asesino o un terrorista sangriento se porta cariñoso con sus gentes más próxima e incluso se hacen los gratos y los simpáticos con sus conocidos ( nunca con sus compinches) siempre que esos amigos desconozcan su verdadera identidad delictiva. 

Cuando se estrenó esta película obtuvo la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián además de ocho Premios Goya. Hubo muchos espectadores que rasgaron sus vestiduras cuando no pudieron entender como un asesino de ETA tiene momentos humanos ignorando que cualquier desalmado puede sentir su alma de vez en cuando.

En este film se ven algunos desnudos muy fuertes ¿innecesarios? quizá, pero era la moda de entonces, sacar una o varias mujeres desnudas en casi todas las películas. 

Aparte de la actuación maestra de Carmelo Gómez había una actriz de Valladolid, que me perturbaba, tenía  una nariz vasca, muy marcada y que me cautivó con su interpretación era Elvira Mínguez, que precisamente esta fue su primera película.

En resumen, una película seria, bien realizada, con suspense, mejor dirigida y con unos excelentes actores.
Todos, queramos o no, poseemos una doble, a veces triple o incluso cuádruple personalidad según nos convenga. Antonio, el terrorista tenía varias facetas, varios rostros, como Jano.

Nov 3