martes, 26 de diciembre de 2017

Africa, Africa

Africa se vacía en Europa ¿Por qué Africa es tan pobre?

Según la ONU todos los países del Continente Africano son considerados de bajo estándar en desarrollo humano, es decir, que la mayoría de sus ciudadanos viven en horribles condiciones que les empuja, entre otras cosas, a emigrar a Europa.

Una paradoja africana. Este Continente es fabulosamente rico en minerales, petróleo y tierras aunque el 60% de su población sobrevive en una extrema pobreza. ¿Qué está sucediendo? La pobreza es generada principalmente por los gobiernos corruptos, inmorales, rateros y avariciosos de casi todos sus países, también por una crisis económica que cada vez va a peor, por guerras interminables, constantes o esporádicas, que está acostumbrando a sus  hombres a vivir más  del fusil  que del azadón; existe una precariedad en todo, las catástrofes naturales colaboran a veces con estas miserias  que se ceban siempre con los más desfavorecidos y en definitiva, todos mal viven en un estado de cosas difícil de solucionar a corto o medio plazo. 

En las ciudades la mayoría de las personas subsisten gracias a millones de puestos callejeros y a los pequeños talleres de reparaciones de cualquier artículo mecánico o eléctrico. Nadie paga impuestos, los ayuntamiento no pueden ni abonar la recogida de basura que se acumula en la vía pública en pestilentes montones infectos de ratas. Africa -dicen algunos intelectuales aborígenes- no es pobre, solo está dirigida pobremente por sus políticos.

Africa tiene en la actualidad una población de 900 millones que se reparte entre 54 países, entre estos los diez más pobres son Etiopía, Malí, Níger, Burkina Faso, Burundi, Somalía, República Centro Africana, Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Es triste reconocer que siendo Níger el tercer país más pobre del Continente un ciudadano de este país Aliko Dangote posee una fortuna calculada, según la revista Forbes, en 18.000 millones de euros. 

Por otra parte la Unión Europea no sabe qué hacer con el flujo constante de inmigrantes que se le cuela a diario en su territorio.  Bruselas tiene previsto aumentar las ayudas y la inversión en algunos países africanos a cambio de cooperación de dichos países en el control fronterizo y de la readmisión de los ciudadanos deportados. El objetivo esencial con esto es que haya menos personas que se marchen de sus países de origen y que los que intentan migrar sean retenidos antes de abandonar el país.

Se calcula que un 1% de la población total de Africa intentará entrar en la UE de la forma que sea, todo en un plazo calculado de cinco años, es decir que unos nueve millones de africanos se desplazarán a Europa. ¿Dónde los metemos? ¿Cómo podría ayudar el millonario nigeriano Mr. Dangote con su fortuna de 18.000 millones de euros a los más pobres de su país?

Más información (Ver en Youtube):

Documental- La mirada de Africa

Documental- Exceso de población

El 70% de los nigerianos viven en la pobreza extrema

lunes, 25 de diciembre de 2017

La aparición

La aparición (Un minicuento)

Aquel Verano estaba cargado de sadismo, se deleitaba viendo a los habitantes de aquel pequeño y miserable pueblo como se asaban y se atoraban al respirar el polvo de sus sucias calles.
Algunos parroquianos esperaban que llegara la noche y poder salir a la calle para pasear o sentarse en la terraza del bar El Cuche instalada junto a la carretera. Allí bebían sus cervezas y contemplaban a las mozas y a los mozos que caminaban por el arcén mientras imaginaban lo imaginable.
Jacinto y su esposa, ambos rayando la sesentena, estaban acompañados por una pareja de amigos seniles, pueblerinos, envidiosos y cotillas. El trío formado por la susodicha pareja más la mujer de Jacinto no paraba de hablar.  Éste los oía pero no escuchaba la sarta de memeces que decían y como, entre otras cosas, añoraban un pasado nefasto y mezquino, sacando a relucir aquellos duros inviernos de la posguerra cuando los escolares tenían que llevar, cada uno, una lata con ascuas para evitar no quedar congelados en la clase. Jacinto sentías mareos y contestaba con monosílabos a  las preguntas de los tertulianos mientras que su mente casi entraba en un estado de ataraxia.
Entre el barullo que formaba los tres habladores Jacinto sobreoyó unos tacones de mujer que se acercaba por el lado derecho de la carretera. Su oído derecho percibía con claridad, como si escuchara en estéreo,  el armónico tac-tac de unos tacones mientras que el oído izquierdo lo percibía más débilmente. Cuando ambos oídos se sincronizaron apareció frente a Jacinto la escultural figura de una chica de belleza indescriptible que vestía un ajustado traje verde y calzaba unos zapatos de altísimos tacones. Todos callaron excepto la vieja que dijo:
-Esa va a salir más puta que la madre
-¿Quién es esa chica?- preguntó Jacinto, como distraído, al mismo tiempo que la devoraba con los ojos
-Es la hija de la Risita, la que vive en los Chozos, la que fue abandonada por el marido para fugarse con la Matraca.

-¿Tu eres de Villacatán?- preguntó Jacinto a la bella dependienta de "Modas Javy. Para el Caballero que sabe vestir."
-Sí señor ¿me conoce usted de algo? -preguntó Adela mientras descolgaba otra americana del perchero para que se lo probara Jacinto. 
El armario de Jacinto comenzó a llenarse de trajes, americanas y camisas de Modas Javy, la tienda más lujosa de la ciudad.

Jacinto se matriculó en una escuela de arte de la capital. Así -le dijo a su esposa- salgo del pueblo dos veces a la semana, me distraigo y no caigo en la desesperación viviendo en este triste lugar.

Jacinto, muy cortés, llamó al timbre de la puerta a pesar de que tenía las llaves para entrar. Cuando Adela dejó pasar a Jacinto lo besó al mismo tiempo que le susurraba: pasa cariño, te echaba de menos. 




lunes, 27 de noviembre de 2017

El doctor. Un cuento de Navidad

El doctor. Un cuento de Navidad

(Publicado en el diario Ideal, Almería el 24 de diciembre de 2005)

Siempre me costó trabajo comprender la personalidad del doctor, era un hombre extremadamente reservado y callado. La gente decía de él que poseía poderes sobrenaturales. Cosa que nunca creí ya que mi alma pragmática se encontraba encallecida a mis sesenta años de edad y se había hecho refractaria a todas las entelequias y dogmas que esperan asaltarnos en cualquier momento de debilidad mental.
Pero aquellas Navidades abrieron una ventana de credulidad en mi sordidez del alma cuando pregunté a mi hija que tipo de regalo le gustaría que yo le hiciese a su hijo, mi nieto Luisito, enfermo de un extraño mal y desahuciado por los médicos desde hacía dos años; un mal que lo iba consumiendo lentamente y apagando, una a una, las velas de sus siete añitos. Mi hija me suplicó que el mejor regalo para el niño sería poder llevar el "doctor" a casa para que diera su diagnóstico. La desanimé diciéndole que el susodicho doctor era en realidad un curandero semianalfabeto que estaba encerrado en el centro penitenciario desde hacía más de cuatro lustros.

(Como este relato es un resumen del cuento que escribí para el periódico continúo saltando algunos párrafos)

Cuando el doctor entró en la habitación donde estaba mi nieto acostado, mi hija y yo nos situamos, en silencio, a los pies de la cama. El doctor miró al niño y luego paseó sus ojos por el cuarto, se agachó y palpó el suelo con las palmas de sus manos, se levantó y tocó las cuatro paredes. Volvió junto al lecho y se quedó fijamente mirando al niño enfermo. Dio unos pasos hasta acercarse a mi hija y le susurró que aquella habitación emitía mucha energía negativa, que sacara el niño al salón. Tendimos al niño sobre un sofá. El doctor puso su mano derecha sobre la frente del niño y la mano izquierda sobre su propia frente al mismo tiempo que miraba intensamente a Luisito que en ese momento abrió sus párpados y le sonrió con tristeza.
El doctor se separó del niño y nos dijo que ya estaba sanado, que dentro de unos días notaríamos una mejoría sensible.
Nunca supe lo que hizo el doctor aquel día. Ahora, un año después de la sesión, mi nieto se encuentra totalmente restablecido, asiste al colegio y juega con sus amigos.
Mañana será Navidad y los internos de la cárcel tendrán su propia fiesta, pero ¿qué podré regalarle al doctor?

sábado, 25 de noviembre de 2017

Un libro de mi biblioteca

Un mundo feliz

Autor: Aldous Huxley

¿Se puede obligar a una persona a ser feliz? Jamás, pues lo que es motivo de felicidad para una persona para otra no lo es. 
Un caballo que da vuelta alrededor del eje de un molino de trigo a cambio de comida y techo puede ser más feliz que ese caballo que vive y galopa por la pradera libremente.
Aldous H. nos hace ver que a la larga la humanidad será tan aséptica, estará tan vacía y llegará a ser tan anodina que todos los seres humanos parecerán robot-humanos. No tendrán criterio ni capacidad crítica ya que caerán bajo el influjo del Poder, de los poderes, del Estado.
El pueblo estará dividido en clases sociales, pero más definidas que en la actualidad. Los ciudadanos pertenecientes al grupo alfa (la élite) estarán en la cúspide, seguidos por beta, gamma, delta y epsilon, que son los más parias, los que llamarán hombres/mujeres basura. Cada cual, dentro de su clase social, tendrá que ser feliz según las ideas que le haya inculcado el Poder, los gobernantes, en definitiva el Estado.
La familia, según la novela, es la causa de mucha perdición. Lo obligado es no tener hijo en la pareja, ya los tendrán las mujeres reproductoras en sus granjas de niños. Las palabras padre, hijo, familia, hermano, serán las más obscenas del vocabulario.
Por desgracia, según el autor, en toda regla hay excepciones, a pesar del celo del Gobierno para que sus súbitos sean felices habrá gente descontenta y ácrata que no se sometan al Estado y harán vida de animales, se aparearan, se amaran y tendrán hijos de una forma natural, animalesca. Esta gente, afortunadamente, vivirán en la selva, en el bosque, muy lejos de la civilización.
Toda sociedad ha de tener una evasión para esto se creó el Soma, una droga que idiotiza y te hace sentir bien, es una droga sintética despersonalizadora y que no afecta a la eficiencia en el trabajo, es más, te hace obedecer con alegría las órdenes de tus jefes.
A pesar que esta novela fue escrita en la década de los años 30 del pasado siglo se puede leer con una mentalidad del siglo XXI.
Copio algo del texto: "Habrá mujeres solteras o emparejadas sin hijos que ocupen puestos ejecutivos y muy especializados en la sociedad; habrá mujeres reproductoras que su única misión es producir hijos que se criarán en granjas estatales y también habrá mujeres neumáticas, hermosas y mollares para el goce de los alfa que lo deseen" 
Sin comentarios.


lunes, 30 de octubre de 2017

El editorial del blog

En España hay demasiados gilipotas

Desde hace unas décadas se observa en nuestra sociedad un incremento constante de comportamientos y actuaciones anómalas, aunque aceptadas por una mayoría de ciudadanos.
Si un conde, en la Edad Media, administraba una determinada marca o región, propiedad de la corona, y pretendía independizarse para formar su propio país, este conde traidor era capturado, enjuiciado y enviado a las mazmorras. Y no pasaba nada, así era la ley de sencilla. Ya lo dijo Ockham, la solución más sencilla es la mejor.
Un caso histórico reciente, bueno, de hace varios siglos, fue el de mi paisano el Duque de Medina Sidonia que en el siglo XVII pretendió independizar Andalucía de la Corona. Se detuvo a este mentecato, se le desposeyó de todos sus bienes (era el noble más rico de España), se le encerró en una cárcel durante años y cuando salió, no pudo regresar a su Andalucía y vivió casi de caridad en la casa de un caballero castellano hasta el fin de sus días. Mano de santo. Ya no se sublevó ningún otro gilí durante un tiempo. 
Hay un condesito que en pleno siglo XXI pretende independizar una región de nuestra Patria. Es un pobre visionario, jaleado por una patulea de independentistas oportunistas, que sin él saberlo está buscando algo parecido a lo que le pasó a mi paisano, el andaluz. Bien merecido, por supuesto.
Vivimos en un país de gilipotas (no me gusta escribir gilipollas). Pero este condesito contemporáneo es un adalid de estos esperpentos.

También hay otros gilipotas de menor categoría que los anteriores. Un ayuntamiento de provincia peatonizó una calle y puso un disco de prohibido el paso a las bicicletas y ciclomotores, excepto carritos de minusválidos.¡Voto a bríos! Asociaciones de discapacitados y tullidos protestaron frente a la puerta del ayuntamiento por haberles llamados minusválidos, decían que ellos eran discapacitados. Joder con la semántica y el eufemismo popular.

Otra gilipotez,  muy grave y difícil de comprender por la morralla, por el pueblo llano e inculto, es la "obligación" que, según ellos, tiene el Gobierno de España de acoger a esa patulea de inmigrantes ilegales que llegan a diario a nuestras costas, casi mil al día. Estos gilipotas que acusan de rechazarlos no comprenden en sus cortocircuitos neuronales que el Africa Negra pretende vaciarse en Europa a un ratio de un millón de personas por año. ¿Dónde los metemos?

A nivel individual también cometemos gilipoteces. a veces sin saberlo, pero lo más preocupante es lo de ese condesito de los cojines, el de la Marca Hispánica. Un gilipota que debe ser eliminado... políticamente.  

Cuando la verdad produce dolor

Cuando la verdad produce dolor

Debemos distinguir entre mentira y embuste. La mentira es algo que se dice sabiendo que no lo es mientras que el embuste es una mentira elaborada, liada y disfrazada de verdad. 
Un poner. Un empresario invita a cenar a una empleada que está como para llevarla al río. En los postres él le pregunta a ella. ¿Soy aborrecible para cualquier mujer? No, por supuesto que no, don Antonio. Dice ella pensando en la promoción a jefa de planta de Almacenes Brass. La chica miente porque le interesa, en este caso es casi sagrado su embuste. Tiene que sobrevivir. Pero cuando cualquier madre habla de su hijo, que vive en otra ciudad, que trabaja en un puesto importantísimo de una multinacional y en realidad es un paria que maneja una carretilla elevadora en un almacén de materiales de construcción, es una mentira a lo pobre, no es ningún embuste. Las madres están para eso.
Todos mienten, todos mentimos. Los curas, los políticos, los sabios (que son pagados por empresas para decir tonterías a favor de algo), los actores, los futbolistas, los empresarios, el gobierno, los médicos ¿Cómo estoy hoy, doctor? pregunta la mujer moribunda. Tienes mejor aspecto que ayer, en una semana en casa. Y va y se muere la paciente al día siguiente. ¿Me quieres? pregunta la fea y desagradable esposa a un cansado marido que hojea una revista. Sí, amor, te quiero, mientras piensa el menda en Loli, su nueva novia clandestina. Mentiras y embustes. Así funciona el mundo. Recuerden aquella mentira que le costó al Gobierno millones cuando una multinacional farmaceútica montó el bulo de la gripe aviar vendiendo millones de dosis a Francia y a España y que después resultó ser una gran mentira empresarial. Y esas mentiras urdidas sobre el calentamiento global por nuestra causa, sin explicar los fenómenos solares y del cambio cíclico de la temperatura de nuestro planeta. O los embustes que nos dicen los políticos cuando nos cuentan que nuestra economía y nuestro nivel de vida es el mejor de Europa.  
Un mentira que presencié una vez fue cuando estando yo leyendo en un banco del paseo marítimo de una ciudad playera se sentó a mi lado una señoras que empujaba un taca-tá . Al rato llegó un inválido en un carrito eléctrico. Ambos se saludaron y se preguntaron ¿Cómo estás? Bien, y yo también. Pobrecitos, que mentiras más consoladoras se echaron.
La verdad casi nunca se dice, pero se piensa. Produce más dolor que una mentira, aunque esté bien urdida. Quizá por esto todos somos tan embusteros y mentirosos.

Hábitat

Hábitat

Hábitat, complejo de condiciones de vida que inciden en el desarrollo de una persona.
Este vocablo lo descubrí en mi tierna adolescencia y me gustaba tanto que lo soltaba sin ton ni son, sin venir a cuento, para sorprender a otras personas con mi cultura.
Una bobada de adolescente, pero lo que sí es cierto es que el hábitat, el medio ambiente en el que se cría un individuo influye grandemente en su personalidad y en la forma que afrontar lo bueno y lo malo de la vida. Un ejemplo, la mujer o el hombre avaro que teniendo una situación económica aceptable vive como un mendigo por miedo a perder la fortuna ya que le aterroriza el recuerdo de pasar hambre como cuando vivía con su pobre familia, durante la posguerra, en un barrio de chabolas. O aquel hombrecete que gracias a la mal conceptuada democracia, donde cualquier patán adulador y desvergonzado puede alcanzar un alto puesto político creyendo que es un ser  omnipotente y omnisciente por mor a su nuevo y artificial hábitat y que comete miles de tropelías embriagado por el propio poder y por los tiralevitas que lo jalean. 
No recuerdo si fue Verlaine quien dijo aquello que los hijos de los menesterosos difícilmente alcanzarían el triunfo y la gloria si su hábitat no cambiaba. Pocos hombres insignes en el mundo del arte o de la ciencia surgieron  viviendo en un ambiente sórdido y retrasado. Así lo reconoció el pintor Dalí que escribió en sus memorias: "En la Residencia de Estudiantes estábamos los mejores jóvenes de la burguesía progresista española. Yo (Dalí), Lorca y Buñuel. Éramos magníficos y generosos sin límites con el dinero ganado por nuestros padres"
Gustave Flaubert decía que las virtudes de un hombre emergen con su bienestar. Un chico poligonero o barriobajero jamás podrá destacar si no cambia de hábitat a tiempo, cambiando de familia, de amigos y de colegio. Hay casos de gente muy pobre que destacaron pero jamás viviendo en su hábitat de origen sino con la ayuda de una familiar o alguien interesado en su educación. Camús, hijo de dos peones pobres y analfabetos, estudió porque el párroco de su pueblo le ayudó a interesarse por los libros y por el estudio.
Unos hijos criados por padres imbéciles, tolerantes, laxos y dispersos por lo general saldrán también estúpidos y jamás alcanzarían, como sus propios padres, un coeficiente de inteligencia superior a 80. Pero si al menos uno de sus progenitores es medianamente inteligente y se preocupa por la educación del hijo o de la hija  podría salir apto para enfrentarse bien en la lucha por la vida, como preconizaba Pío Baroja.
Es un apotegma: De padres inteligentes, hijos inteligentes, siempre que el hábitat sea el adecuado.

Hijos déspotas

Hijos déspotas 

Vivimos en el año 2017 y ya no nos asusta casi nada ni exclamamos aquello que dijo Cicerón al comprobar las nuevas modas entre los jóvenes: "O tempora! O mores!" (¡Qué tiempos, qué costumbres!).
Todo lo aceptamos y si viene de nuestros propios hijos, aún más, aunque estos sean unos oportunistas, aprovechados y canallas como a veces sucede y leemos en la prensa: "Un hijo apuñala a su padre por una discusión familiar" "Un hijo da una paliza a su madre por no recibir dinero de esta". Estos ejemplos ilustrarían  los extremos del despotismo de unos hijos cabrones; imaginamos que también habrá hijos modelos, 
Lo que denunciamos en este breve artículo son los otros, los hijos o las hijas que aprovechan la bondad o falta de carácter de unos padres para explotarlos. Me da grima y pena ver a ancianos paseando con desgana a su nietos; recogerlos en la guardería o en el colegio, por obligación, todos los días, mientras que sus madres "trabajan" un eufemismo para decir que se desentienden de la rutina familiar, de la educación y de entrega a sus hijos, que tanto aburre. 
Y que decir de esa niñata, la nieta de un jubilado, que manda al abuelito a hacer cola, durante horas, para sacar la entrada de un concierto de rock mientras que ella lo pasa en grande con sus amigas.
El otro día escuché en la radio a una mujer de sesenta y tres años de edad que se quejaba que su hija le dejaba en casa a sus dos niños todos los fines de semanas para poder ellos, la hija el marido, ir  de marcha como si fuesen novios. ¿Y por qué no se niega usted? Le preguntaba el locutor, y la pobre y débil mental contestaba que era por no enfadar a su hija. 

Recuerdo el caso de un chico torpón, vago y soñador que engañó a sus padres diciendo que deseaba estudiar un grado superior de ingeniería en la capital cuando se sabía que el menda siempre obtuvo bajas calificaciones en el instituto. Tras dos años sin dar un palo al agua y gastar bastante dinero optó el chico por hacer un módulo de hostelería. Sus padres callaban como putos. 
Es una lástimas ver a  esos padres consentidores que soportan a unos hijos estultos y abusones,  unos padresque hacen todo lo que les ordenan sus hijos y aceptan todos sus fallos como hechos fortuitos con tal de  ser, supuestamente, amados por estos déspotas.
Los hijos/hijas de hoy en día, en su mayoría, explotan a sus padres de una forma descarada. Posiblemente es una venganza generacional de cuando en las décadas de los 50 y 60 algunos padres explotaban a sus hijos descaradamente y los ponían a trabajar para quedarse con el dinero de sus salarios o los hacían trabajar en el negocio familiar sin recibir retribución alguna.
Hijos e hijas déspotas abundan y también padres estúpidos que se dejan utilizar por aquellos, hay tantos  como marranos en un lodazal. 

Cine clásico español

Los jueves, milagro (1957)

Director: Luis García Berlanga

Cuando el pueblo tiene hambre  se cretiniza o se la ingenia para evitarla como se intentó hacer en esta película, con una trama muy berlanguiana donde en una España negra y subdesarrollada, triste y aterrorizada las fuerzas vivas de un pequeño lugar, que iba a la ruina tras cerrar su única fuente de ingreso, un balneario, inventaron un milagro, una aparición de un santo para atraer turismo religioso al lugar y revitalizarlo.
Berlanga, muy astuto e inteligente, nos muestra en su film  un país, que aparte de ser paupérrimo (la década de los 50 fue nefasta para España) para la mayoría de sus ciudadanos atrasados, analfabetos y emborregados también estos eran unos creyentes de la voz de sus amos: el Estado y la Iglesia.
Es una película de corte neorrealista, tan en boga en el cine italiano de la época, que posee una excelente fotografía en blanco y negro y  una aceptable música. Los intérpretes estupendos y el ambiente descorazonador, como se pretendía. Pese a su época es una película ágil y nada retórica ni edificante a pesar que la censura obligó a Berlanga a cambiar la aparición de una virgen por un santo de tercera fila San Dimas y a terminar el argumento "dulcemente" y sin malicia alguna.
Es muy ilustrativa la escena cuando los tullidos, los más pobres y los más desgraciados acuden con recipientes a recoger el agua que goteaba de un depósito que antes suministraba a las locomotoras a vapor que (en la era del balneario) paraban en la estación del pueblo. Con qué fe y ahínco bebían o se mojaban las partes dañadas de su cuerpo para liberarse del mal,  del hambre y de la miseria más que de su invalidez o de su tara mental. Cuando se pierde la esperanza, la ilusión diríamos hoy, queda la droga espiritual de las religiones para compensar esa felicidad que apenas conocieron en sus vidas.
Una película muy buena, muy crítica y sobre todo muy bien urdida, a pesar de la los ojos inquisidores de los poderes de entonces.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Democracia ¿un término desacralizado?

Democracia  ¿un término desacralizado?

La palabra democracia se ha podrido de tanto mal usarla por unos, políticos y sayones de tres al cuarto, y por otros, pueblo llano ignaro, imitador y seguidor de gurús subnormales.

Eso sí, la plebe sabe que democracia significa el gobierno del pueblo ¡pobres ilusos!

En el siglo IV antes de nuestra era ya se conocía el significado de democracia en Atenas por un pueblo que se reunía en asamblea para decidir qué hacer en determinados momentos; votaban todos excepto los esclavos que eran mayoría. Con el tiempo estas asambleas de ciudadanos libres fueron sustituidas por representantes o diputados, ahí está el fallo. Si estos representantes eran honestos, miel sobre hojuelas, pero si eran unos sinvergüenzas corruptos los votos delegados cambiaban a cambio de oro y prebendas.

¿Por qué a los filósofos griegos no gustaban la democracia? Sócrates, Platón y Aristóteles criticaban la democracia como una forma corrupta e ineficiente de gobierno. Según ellos un dirigente debía ser ante todo un sabio y después un hombre rico. Lo primero era para saber con determinación que política  seguir ante una crisis y los segundo era que el gobernante debía ser muy rico para no dejarse corromper por una bolsa de monedas. Estos tres filósofos y otros más creían que lo ideal sería una oligarquía que al degenerarse se convertiría en una democracia y ésta en una tiranía.

 La República de Roma nunca fue una democracia aunque sí existía un débil equilibrio de poder entre los ricos patricios (una minoría de ciudadanos) y una gran plebe empobrecida.

En la actualidad ningún país europeo disfruta de una auténtica democracia. Lo que sí hay son países pocos corruptos que machacan a sus ciudadanos con altísimos impuestos y países muy corruptos y laxos donde una parte de sus ciudadanos pagan los impuestos que quieren y donde otra parte de estos, escurren el bulto y se tocan los güitos más de la cuenta.

El caso de España es diferente, como dijo no se quien, nuestro país vive un perenne cachondeo (vocablo que odio por su ordinariez). No vivimos en democracia ni en dictadura ni menos aún en una monarquía absoluta, vivimos... como podemos. Como me dijo una vez un paisano: "Nuestro país es como un saco de caracoles, cada cual saca sus cuernos por donde puede"

Hay ciudadanos que sin leer nuestra Constitución se creen todo lo que les conviene creer. Se le pide al Estado lo imposible creándose verdaderos momentos esperpéntico como podemos leer en la prensa, argumentos para películas surrealistas tipo Buñuel. No copiamos ninguno para no herir la sensibilidad de mentes mamonas, insensibles y oportunistas.

Vemos asombrados, en ara de la democracia, que hay un intento de crear reinos o republiquillas de taifas en nuestra patria; sin lugar a duda es un síntoma de un gobierno central débil, pero la plebe de esas regiones, empujada por agitadores y charlatanes sigue a los líderes.  Tras estos payasos peligrosos saldrán otros gaznápiros exigiendo crear su principado independiente hispano. ¡Un sueño propio de mequetrefes!

martes, 26 de septiembre de 2017

Viajar

Buscando la Raya del Reino Nazarí

Aquella mañana de abril del año 1988 amaneció despejada y muy fresca. Era un día típico de primavera y el más adecuado para montar en moto.
Tenía interés desde que leí un tratado sobre el Reino de Granada por comprobar donde se hallaba la frontera noroccidental del siglo XV entre los moros y los cristianos. No tomé la ruta que desde antiguo iba de Granada a Guadix, que en los años 80 era un  camino de tierra pisada desde el pantano de Quéntar hasta La Peza. En su lugar circulé por la carretera que construyeron los franceses, que era la actual Granada-Murcia. Pasando por el Puerto de la Mora ya sentí los síntomas de un frío atroz que se colaba por entre mi ropa de motorista y por alguna pequeña abertura del casco integral. No obstante, y a pesar del frío, en la recta de Diezma puse la máquina a 125 km. por hora, que era la velocidad máxima que mi enduro corría en sexta velocidad. Un peligro nada despreciable, considerando el denso tráfico y los pesados camiones de entonces. Paré en un ventorro casi con síntomas de congelación.  Tomé dos cafés hirviendo, un bocadillo de chorizo y una copa de aguardiente; esperé hasta entrar en calor.  

Como todos los motoristas sabemos, cuando se siente el latir del motor bajo las piernas uno se transfigura y se olvida de cualquier posible  miedo o precaución, nos hacemos todos nosotros unos inconscientes involuntarios. 

Crucé Guadix y Baza y tomando una carreterilla  me hizo pasar por El Baúl para seguir hacia Galera.
En este lugar, en Galera, paré la moto junto al arcén de una bacheada y mal asfaltada carretera y divisé las cuevas y el lugar que históricamente me llamó tanto la atención por la crueldad allí ejercida. En el año 1570, durante la rebelión de los moriscos Don Juan de Austria, tras un largo y duro asedio pudo entrar en el castillo  y ordenó a sus tropas pasar a cuchillo a todo ser viviente, animales, mujeres, ancianos y jóvenes mayores de doce años de edad. Una matanza donde murieron unos dos mil moriscos refugiados o combatientes de aquella pequeña fortaleza.
Divisé Huéscar y entré en el pueblo a bordo de mi moto y sin bajarme, para salir a la carretera y pegando un acelerón puse rumbo hacia La Puebla de Don Fadrique (que se encuentra a 189 km. de la capital granadina, creo que es el pueblo más alejado de la provincia). En la Puebla paré sobre las 3 de la tarde para comer cordero segureño que  por cierto estaba más duro que un cabrón pasado de años; tras la comida  descansé unas horas para visitar el pueblo y repostar gasolina. Antes del salir del comedor  el camarero  me dijo que días atrás, por la sierra que yo cruzaría, cayó una enorme tormenta  y que además, me dijo misteriosamente, era una ruta muy solitaria, peligrosa y misteriosa, que por allí pasaban cosas raras. No me explicó más.  También me informó este hombre que su pueblo, al que yo noté cierto señorío, tuvo en sus buenos años 8.000 habitantes antes de la emigración y que  ahora ( nos referimos a 1988) solo tenía unos mal contados 3.000 habitantes. 

La carretera que sube a la provincia de Jaén, a Santiago de la Espada, es tan solitaria que no me crucé con nadie durante todo el viaje hasta llegar a la puente sobre el río Zumeta que marcaba la frontera o raya natural entre el territorio cristiano de los Caballeros de Santiago y  el reino moro de Granada.
 Como estaba oscureciendo trepé al pueblo serrano jienense y allí no había alojamiento, ni pensión ni fonda. Un guardia municipal me llevó a una casa particular donde me dieron  cena, cama y desayuno por doscientas pesetas (algo más de un euro y cincuenta céntimos de ahora).

A la mañana siguiente volví  a Granada, parando solo un par de veces,  con una grata sensación en el cuerpo y en el corazón por haber estado en la frontera histórica que tanto buscaba. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Cine de Ayer

Queimada  (1969)

Director: Gillo Pontecorvo

Los cinéfilos sabemos que Pontecorvo es un director liberal y audaz que aparte de esta buena película dirigió otras como la excelente La batalla de Argel (1965) y la controvertida Operación Ogro (1979).

En Queimada nos muestra como un país imperialista es capaz de manipular a un país tercermundista para conseguir sus objetivos económicos y empresariales.
Un agente inglés, Walker, interpretado por un soberbio Marlon Brando, desembarca en la isla para conseguir que toda la cosecha de azúcar sea vendida a las compañías británicas al precio que ellas impusieran.
 En una reunión del agente inglés, que se camuflaba como un financiero, con los terratenientes y propietarios de los ingenios de azúcar le insta para que abolieran la esclavitud. Argumenta, mirando mansamente a sus contertulios y dirigiéndose a uno de ellos: "Si usted quiere solo sexo ¿qué cuesta más, mantener a una esposa toda la vida o contratar el tiempo que usted quiera a una puta?" Con este razonamiento el agente provocador hace ver a los señorones que tener jornaleros era más barato que poseer permanentemente cien o doscientos esclavos.

El atavismo de los terratenientes es tan fuerte que no ceden en dar libertad a sus esclavos, es un desprestigio para ellos no tener esa cantidad de seres humanos sujetos a sus caprichos. Por lo tanto Walker prepara una revolución de negros. Primero se dirige a la sierra en busca de cimarrones, esclavos fugitivos, huidos de sus amos. Les entrega armas y dinero para corromper a los tibios y junto con los esclavos del llano hace que estalle una revolución que mató a la mayoría de los blancos propietarios.

Meses después, Walker negocia con el caudillo rebelde, José Dolores, el precio del azúcar según deseaba las compañías inglesas. El presidente del país se niega aduciendo que es demasiado bajo, que hay países que le pagan mucho más. Se niega en redondo y entonces Walker monta una contarrevolución que derrota a Dolores y a su gobierno.

Pontecorvo nos muestra en este film las atrocidades cometidas por Europa, en sus colonias y ex-colonias, con tal de conseguir sustanciosos beneficios.

Una película que hace pensar en esas guerras de corte imperialista, que engañando a la opinión pública, florecieron en Afganistán, Irak, Panamá, Siria, Libia, etc.  




Un cuento para Octubre

En busca de una nueva identidad

La vida cambia, los hábitos y la moral también. Aberraciones del pasado ahora se consideran normales, aunque nos cueste asimilar. Que un niño de 12 años dice a sus padres que  quiere cortarse el pito porque él se siente una nenaza. No pasa nada, se le eunuconiza y no pasa nada. Estamos en democracia, todo está permitido en nuestra sociedad de imbéciles mientras que no nos rebelemos ni le toquemos los güitos a los poderosos. 

"Jacinto Abrazaposte, 56 años de edad, médico rural y con el handicap de poseer una cara de cateto que se la pisaba quiso, cuando heredó de sus padres una sustanciosa fortuna, más por moda que por necesidad, resetear su existencia. Durante su carrera médica solo fue a un par de conferencias. En la de Madrid vio con envidia que casi todos los colegas tenían caras interesantes (como decían algunas mujeres en su pueblo), incluso atractivas, casi todos tenían portes desenfadado y ligereza de espíritu. Todo lo que él carecía.
 En el cóctel, tras la conferencia, el se refugió junto con otro médico rural, un murciano con cara de hortelano diplomado, en un rincón y se comieron entre los dos todos los canapés que había en una bandeja y una botella de rioja. 
Punto y aparte dijo cuando pudo por fin divorciarse de su cansina  mujer, una mujerona gorda y más grande que él que cuando hacían el amor parecía que él estaba braceando sobre el rollizo muñeco de gomasespuma de michelín.
 Su hija, vivía independizada en Londres y no le generaba ningún problema económico. Todo perfecto para su plan: buscar una nueva identidad.
Contrató a un coach, que resultó ser el garbanzo negro de una conocida familia madrileña, un tío con muchas tablas en la sociedad y con mucho arte para vivir sin trabajar aunque era un excelente instructor en el arte de ser y estar.
Por consejo de su coach abandonó su plaza de médico rural y pudo conseguir ser trasladado a un hospital  de la capital. En un permiso que se tomó se hizo un arreglo facial en un famosa clínica de cirugía estética y quedó casi bien. Tuvo que hacerse dos intervenciones más para borrar su cara de destripaterrones. Dejó que una joven enfermera de la misma clínica de belleza donde se operó, y que tenía fama de puta, lo sedujera a cambio de una Visa para que ella comprara ropa en las tiendas de moda. Era el precio a pagar para cambiar de imagen y de tipo de vida. La joven tenía poca inteligencia pero portaba un cuerpo voluptuoso, de escándalo, todo un trofeo. 

Pasaron cinco años del cambio vital del doctor Jacinto. El coach desapareció cuando él se fue a vivir a Madrid; la pendona de su amante lo dejó por un medicucho jovencito, más generoso que él,y que quedó embrujado por las artes camastriles de la enfermera. Sin olvidar que el dinero de la herencia familiar fue quemado en restaurantes de lujo, viajes de placer, fiestas y en cubrir la Visa de la querida. Solo le quedaba a sus sesenta y un años de edad el salario de médico, un picor insufrible en la cara, cada vez que la piel intentaba volver a su estado anterior y un asco vital por no haber sido el quien quería ser.

Un libro de mi biblioteca

La Bodega   (Vicente Blasco Ibáñez)

Cuando los españoles, y sobre todos los andaluces, no estábamos tan agarbanzados como hoy estamos, cuando esos aparatejos digitales electrónicos no habían invadidos nuestros hogares, leíamos, pensábamos, criticábamos y racionalizábamos lo que pasaba a nuestro alrededor.
Posiblemente esto lo haría o lo hicimos una minoría de andaluces, sobre todo en el luminoso período preconstitucional y durante las primeras décadas de la democracia. El pueblo llano era más culto que el actual y se implicaba en aquello por lo que creía; teníamos ideales. Entre las muchas revistas aparecidas y editoriales andaluzas apareció una, que editaba libros de bolsillos con títulos muy sustanciosos tales como La Bodega, editado por la Biblioteca de la Cultura Andaluza  del magnífico escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez . En esta novela se pretende analizar el poder de los bodegueros en Jerez de la Frontera, a principios del siglo XX, y de los métodos crueles que estos tenían para someter a la clase trabajadora usando la fuerza pública como perros guardianes de sus intereses.

" La tristeza de su soledad le hacía agarrarse con nueva fuerza a sus entusiasmos rebeldes. Dedicaría lo que le restaba de existencia a sus ideales. Mientras que se mantuviera en pie, pelearía contra la injusticia social del campo de Jerez"

"Las bodegas Dupont, de Jerez de la Frontera, ocupaba todo un barrio de la ciudad, asomando entre las edificaciones la arboleda de un extenso jardín. En el Tabernáculo, un pabellón ovalado, con monteras de cristal, junto a las oficinas, se guardaba lo más selecto de la casa. Una fila de toneles derechos ostentaban en sus panzas de roble los títulos de los vinos famosos"

"El señor Fermín, antiguo guerrillero cuando la revolución de la Gloriosa, era ahora el servil capataz de los Dupont. Gustaba contar batallitas cuando se le calentaba el paladar tras beber varios vasos de vino. Para Fermín, la idea, ese conservadurismo atroz que él defendía, salía de la clase social que él tanto respetaba con atávica adhesión. Un conservadurismo ejercido por señoritos de Cádiz, acostumbrados a la vida fácil y placentera y por caballeros de Jerez, dueños de cortijos y de gentes, unos hombres de pelo en pecho, grandes jinetes, expertos en las armas e incansables juerguistas"

"Un grupo de jornaleros descansaba, ya de noche, apartado del cortijo. Juanón, convertido en revolucionario decía a sus oyentes: No queremos caridad de los señoritos. La caridad es el egoísmo disfrazado de virtud: el sacrificio de una pequeñísima parte de lo superfluo repartida a capricho. Únicamente la justicia social podría salvar a los hombres, y la Justicia no es esa del cielo, sino de la tierra"

"Los peones de la viña, en época de vendimia, vivían en las gañanías, unos cobertizos donde dormían vestidos sobre esteras de esparto, los hombres a un lado y la mujeres a otro. 
Una noche el hijo del señorito, el Marquesito, fue al cortjo, entró en la gañanería y a voces y con risotadas, invitó a todas las jornaleras jóvenes a cenar en el patio. Todas saltaron de alegría, cenar como Dios manda y no comer todas las noches ese gazpacho hecho en un lebrillo donde todo el mundo metía la cuchara. Cordero asado, tortilla de patatas, y vino, mucho vino, pero del bueno: vino embotellado.
Tras la cena, más de una moza estaba mareada y muy alegre. El Marquesito, muy bromista él, llevo a las muchachas al tentadero de la finca e hizo que una de ella, muy borracha, bailara en el centro del ruedo. La mujer dió unas vueltas con mala arte y a una señal del señorito soltaron una vaquilla que la vapuleó como a un muñeco de trapo. El Marquesito reía a carcajadas mientras sobaba a una jornalera y todas las chicas enmudecieron de pánico. La danzarina murió a los pocos días, estaba reventada por dentro, y nadie denunció lo ocurrido. El capataz Fermín se encargó del asunto mientras que el señorito olvidó pronto el accidente".  




miércoles, 30 de agosto de 2017

El Editorial del Blog

Ese Capitalismo inevitable

Cuando se acepta un Sistema Capitalista Global no es ningún acto de sometimiento vejatorio sino una claudicación a las tesis cristianas o socialistas dentro del contexto de nuestra sociedad occidental. La única alternativa que el pueblo llano y explotado tiene, así como sus dirigentes sociales (iglesias de diferentes confesiones, sindicatos, partidos políticos de izquierdas, etc.) es que el Capitalismo se humanice y no subyugue en demasía a los menos favorecidos.

Aquellos movimientos armados anticapitalistas de la década de los años sesenta del pasado siglo, aquellas guerrillas quijotescas arriscadas en recónditas selvas o esos comandos descontrolados pasaron a la historia y en su lugar grandes masas de refugiados asustados y deseosos de hallar un mundo feliz se infiltran en países donde creen que el oro tapiza nuestras calles.  El poder del capitalismo es inmenso y ha hecho de descontentos panteras rabiosas borreguitos lanudos.

El Capitalismo del siglo XXI es muy diferente  al del finales del siglo XIX. El Gran Capital es imparable, es veleidoso, inteligente y capaz. Todo se ha convertido en economía, en dinero, esa droga que hace claudicar a cualquier líder espiritual, a cualquier filósofo o a cualquier científico, siempre que sea sobornado generosamente. 

Dos corrientes éticas actuales aceptan la tesis, con ciertos reparos, según las tendencias, de la filosofía capitalista: El cristianismo y el socialismo. 
El cristianismo acepta un capitalismo que sea sosegado, humanizado y asegura que la sociedad capitalista de clases ha de ser éticamente criticada porque no respeta la libertad y la justicia. Ni tampoco respeta la prioridad del trabajo humano subjetivo sobre el trabajo humano objetivo. El pecado social está en el corazón de los hombres. Pero así y todo, lo acepta.
El socialismo surgió como una defensa de la humanidad frente a la depravación del capitalismo en sus inicios. Parte de la doctrina socialista del pasado se basaba en anhelos que cualquier país conservador de nuestro entorno occidental lleva a cabo: una sanidad pública y una enseñanza universal gratuitas, un sistema de pensiones para los menos favorecidos económicamente; luego ¿para qué un socialismo científico?.

Conclusión para escépticos. El capitalismo actual es una mal mayor, no cabe duda, que se disfraza de un bien necesario para todos, para los más pobres, que se contentan con la esportula necesaria para sobrevivir y para los más ricos que depredan sin piedad sobre los menos aptos. Siempre se dijo que el único dios que hay es el Gran Mamon, el dios del dinero. 

lunes, 28 de agosto de 2017

Occidente y el agorero Spengler

Occidente y el agorero Spengler

Antes de aparecer una enfermedad suelen manifestarse unos síntomas. ¿Cuales son los síntomas que marcan esa decadencia  de la Civilización Occidental?
Son múltiples, podemos indicar los más banales, aquellos que reflejan los gustos y los comportamientos de la plebe, del populacho, como decían los antiguos historiadores, de nosotros. Las diferentes cadenas de televisión nos ofrecen en sus programas un espejo que refleja como es la morralla, como somos; diluyendo unos valores que no interesa al Poder y ensalzando otros no-valores espurios y chabacanos y que se proyectan en  esos concursos vejatorios para gordos, flacos o retrasados mentales o esa elevación a los altares de la estulticia considerando a meros cocineros como líderes culturales o esos programas de tertulia realizados por intelectuales fracasados que pretenden ser sénecas de taberna. Qué decir de la aparición en  pantalla de gentes sin oficios ni beneficios, vagos profesionales que suelen ser denominados  famosos,  populares o televisivos.  Toda esa caterva  zancadillean el desarrollo intelectual de una masa de débiles mentales usuarios a diario de las bobadas que ofrecen los diferentes  canales televisivos.

Oswald Sprengler ya escribió un tratado sobre la Decadencia de Occidente apoyándose en unos hechos no muy aceptados cuando apareció su tratado ni ahora por ser considerados obsoletos. Pero años después el sociólogo Lipovetsky anunció que nuestra sociedad occidental está malherida. Sufre síntomas irreversibles, con una población desinformada, desnortada e idiotizada donde parece ser que lo único que le interesa, como colectivo, es reclamar unos derechos sin responsabilizarse de sus deberes, que aborrecen la austeridad y el sacrifico como meta hacia un humanismo necesario para una mejor convivencia. 

Valores como el honor, el orgullo de ser y estar, de pertenecer a una nación, a una cultura o a una religión se han difuminado en el marasmo de un nihilismo enfermizo, de una laxitud en el buen hacer y en un hedonismo tercermundista, muy tipo low-cost. 
Algunos ciudadanos que se las dan de "modernos" opinan que la Decadencia de Occidente es un producto de un rancio conservadurismo, una falacia generalizada y estos personajillos tan modernos no se les caen la cara de vergüenza cuando una mayoría de ellos viven a costa de otros: de sus padres, de sus parejas o de los ciudadanos que les votaron o votamos y los auparon a puestos políticos remunerados.

Seamos consecuentes, el Capitalismo se ha corrompido por la codicia desenfrenada de los banqueros y de las élites económicas apoyado por sus secuaces naturales, toda esa patulea de gente que  sabemos.

Occidente va hacia abajo; abrimos nuestras puertas a otras culturas  e incluso subculturas. Pero aquí no pasa nada. Como a principios del siglo IV durante el Imperio Romano cuando se levantaron  voces avisando del peligro de esas invasiones bárbaras y nadie quiso hacer caso. No pasa nada, decían. Y pasó, una nadería, la total desaparición de la mayor civilización que hombre creó. 

sábado, 26 de agosto de 2017

Un cuento para septiembre

Loor a nuestro poeta local  

"Si usted lo considera oportuno incluiremos en la Antología de Poetas Rurales  su poema ganador más una semblanza de su vida como poeta y jornalero. Un abrazo, J. V. Listán, Consejero Provincial de Cultura"

Jacinto Terrón leyó varias veces la carta escrita sobre un grueso papel y con membrete oficial y una firma muy rimbombante que el propio alcalde del pueblo le había entregado en mano. No cabía en sí de orgullo, él un mísero jornalero jubilado de un pueblecillo serrano llamado Zurrapa, al pie de la Sierra de los Patos, era el ganador de un concurso provincial de poesía.

"Recuerdos.

Por la vereda de enero                 Llegan los olivareros
caminan, buscando el pan            a la finca sin alientos.
enjutos los temporeros,                Elige a los jornaleros
camino del olivar.                        el capataz. Sopla el viento.
Cargados con sus hatillos             Se les niega lo que es suyo;
van en busca de un jornal.           mientras que dignos y hambrientos
Huele la sierra a tomillo.             continúan sin un murmullo. "

"Estimados señores de la Diputación. Al recibo de ésta deseo que estéis todos bien de salud, la mía va tirando. A continuación explico como comenzó mi afición a la poesía, quizá a que vivo en una bendita tierra de olivos que cubre todo el término municipal de Zurrapa.
Un día, siendo yo un zagal, iba a la finca del señorito a  cavar olivas y cuando pasé junto al lejío y vi que ardía algo raro. Me acerqué y era un montón de libros viejos, algunos de ellos calcinados y otros se salvaron gracias a un chaparrón que cayó minutos antes. Cogí todos los libros que quedaban sin quemar y los guardé en la camarilla de mi casa. A la vuelta del trabajo subí a la cámara y hojeé los libros; eran todos de poesías, de Machado, de Miguel Hernández, de Pedro Salinas y otros que no recuerdo, también salvé un cuaderno con tapas de hule negro y una etiqueta pegada y escrita a tinta que decía: Poemas Reflexivos de Augusto Peláez.
Supe, preguntando días después, que el tal Augusto Peláez intentó formar una biblioteca pública durante la República, un año antes de ser capturado y fusilado. Todos estos libros permanecieron guardados en un cajón en el sótano del ayuntamiento hasta que aquella mañana del año 1942 decidieron quemarlos. 
Así que leyendo estos libros que salvé de la quema me fui acostumbrando a escribir poesías, rimas y sonetos hasta hoy.
Espero que haya servido de algo estas letras para la publicación de la Antología. Se despide su seguro servidor  que estrecha su mano. Jacinto Terrón. El campesino poeta. Zurrapa a 8 de septiembre del año 1982"

(Una postdata que no incluí en esta carta por motivos obvios. El cuaderno de tapas de hule del secretario republicano del ayuntamiento don Augusto Peláez contenían las mejores poesías jamás leídas y sentidas por mí. De este cuaderno copié todos los poemas que la gente del pueblo conocen como mías, además de  éste que incluyo y que obtuvo el primer premio en el Concurso de Poetas Rurales)

                 

viernes, 25 de agosto de 2017

Sept 2


Un idiota entre ilota (Relato breve)

Un idiota entre ilotas

Jacinto Papahigos, 43 años de edad, cara boba y pancigordo, era  tímido con las mujeres, razón por lo cual le hacía prolongar su celibato más de lo debido. Era el hijo y heredero de una fábrica de desgüesado de aceitunas en Dos Hermanas. A pesar que estudió dos carreras de humanidades que no le sirvieron para nada práctico tuvo que tomar las riendas del negocio familiar. Su padre dirigía el proceso de encurtido y maduración y él controlaba la nave de desgüesado (deshuesado suena a muerte). Su oficinilla se levantaba en mitad de la gran nave sobre unos pilares de hierro que soportaba una garita acristalada donde Jacinto supervisaba, ayudado por dos capatazas, dos mujeronas enormes, la labor de las 42 empleadas que pasaban las horas trabajando con unas diminutas máquinas, donde una a una, eran deshuesadas las aceituna gordales. 

El confesor de Jacinto Papahigos le sugirió encarecidamente que encontrara una mujer y se casara con ella para evitar esos sueños lujuriosos que casi todas las noches atenazaba al no tan joven heredero. Búscate una mujer buena que te de muchos hijos y verás como el demonio te deja tranquilo con esa lascivia que te corroe - le decía el cura con voz meliflua.
Jacinto no soportaba las chicas que su madre le presentaba intentando que germinara cualquier tipo de relación,  todas eran unas presumidas que se reían de él cuando se sonrojaba y balbuceaba ante la presencia de cualquier joven.
Jacinto se fijó, desde su alto mirador, en una obrera que destacaba físicamente entra las demás, era una cabeza más alta que las otras, tenía la tez blanca y sus ojos color caramelo eran excitantes. 
Leyó y releyó la ficha de trabajo. Se llamaba Adela López, jornalera de campo desde los trece años de edad hasta que entró a trabajar en su empresa como especialista desgüesadora. Está buena la moza - dijo Jacinto contemplando la foto tipo carnet y viéndola, a lo lejos, trajinar con la maquinita.

La salud mental de nuestro hijo es más importante que se case con una pobre obrera. Ya lo dijo el neurólogo, nuestro hijo sufre el síndrome de una castidad forzada que revierte en su mente y en su comportamiento - decía el Sr. Papahigos a su atribulada esposa. Tenemos que permitir ese matrimonio por muy asimétrico que sea. No es lo normal, pero conocemos otros casos de bodas entre mujeres pobres y hombres ricos que salieron bien. Las pobres se adaptan pronto a la buena vida.  

La boda se celebró en una ermita, a las afuera del pueblo; de la familia de Jacinto solo asistieron un par de amigos. Sus padres tuvieron que viajar urgentemente a Munich por un grave problema empresarial. Jacinta se encontraba reventona, reventaba de alegría al ver a sus amigas y compañeras de trabajo vestidas con sus mejores galas y que le agasajaban sin cesar, y estaba reventona porque su hermoso y joven cuerpo  todavía no ajado a sus 23 años de edad por la labor esclavizante de las faenas del campo parecía salirse del vestido de novia. Rebosaba salud y trapío, con esa cintura ceñida que marcaba unas generosas caderas y un torso por donde parecía desear salir de madre unos pechos generosos que invitaba al lelo del recién casado con noches de fantasías y de placeres. 
Jacinto no comió ni bebió nada durante el banquete de boda en la Venta del Carretero. Solo pensaba en ir al chalé que su padre le había regalado en la carretera de Sevilla para estar los dos solos.

Al cabo de dos años tras la boda se notaba que Jacinto envejecía a pasos agigantados, a sus 45 años de edad las canas cubrían su ralo cabello que se desprendió de la cabeza dejándolo calvo. Adelgazó una barbaridad mientras que su mirada parecía ausente, como fijado en un horizonte ignoto, solo sonreía a su esposa, que por desgracia no le dio los hijos esperados.

Las malas lenguas del pueblo decían que Adela, cada vez más lozana y deseable absorbía poco a poco la salud del marido obligándole a tener sexo al menos dos veces al día. En aquellos tiempos no había Viagra pero las mujeres ancianas del pueblo sabían de una hierba llamada "secacul" que hacía potente al más flojo. Jacinto le encargaba a la anciana cocinera que le trajera sus yerbas desecadas de estas milagrosas hierbas para cumplir con el acto matrimonial. Y cumplía, vaya si cumplía pero a costa de su salud.

No pasó un año del fallecimiento del heredero de Encurtido Papahigos cuando la viuda Adela, desde un lujoso hotel de Sevilla, llamó a un antiguo novio, encofrador en Barcelona, para invitarle a pasar unos días en su finca del Ronquillo.

Cine de ayer

September  (Septiembre) 1987

Director: Woody Allen

Siempre que llega este mes me acuerdo de esta excelente película de W. Allen con unos actores sublimes, una fotografía exquisita y una música fuera de serie.

Un grupo de burgueses, más o menos intelectuales, se encuentra  atrapados en una casa de recreo por culpa de una última tormenta de verano . Son variopintos personajes como teselas en el mosaico de la vida. Uno es un vividor, otra es una histérica, otra es una adúltera incapaz, otra es una pazguata, otro es un escritor en ciernes, etc.
Todos forman y conforman  un grupo de ciudadanos cultos y responsables pero lleno cada cual de grandes frustraciones. 
No se hace agobiante el film a pesar de que los planos no salen de la casa, al revés se hace intimista, como algo nuestro. Los diálogos son geniales, te hace pensar y te da cuenta de la gran falacia de lo que llamamos vida. Las relaciones humanos que tiene, tenemos o nos obligan tener, cada cual dentro de su estatus social, es una pura hipocresía. Nos esforzamos más en intentar agradar a nuestro prójimo, para dar una imagen grata y triunfadora de nosotros mismos, que ser consecuentes con nuestras ideas.

Hay una escena que me fascina. Están todos los invitados en un salón escuchando música y de pronto se va la luz. La pantalla aparece en negro y en silencio. Se oye como raspa un fósforo y alguien enciende una vela y con la propia luz de la bujía se ilumina una escena casi irreal, preciosa, con una fotografía en tonos ocres fascinante. Alguien rompe el silencio del momento cuando comienza a tocar el piano, entonces la cámara recorre suavemente el  gran salón descubriendo luces y sombras. La magia dura unos minutos hasta que vuelve la electricidad y el tocadisco chirría hasta coger las revoluciones necesarias para reproducir un disco con una melodía al piano de Art Tatum. 

Woody Allen es cómico cuando quiere y es trágico cuando se toma en serio el guión. Quizá, para algunos, resulte esta película algo tristona, pero para otros, yo me incluyo, es un film inteligente, ácido y muy estético. 
Repito, "September" puede ser un tratado de los sentimientos de todos nosotros, y aunque parezca algo pretencioso puede ser incluso un trabajo sobre la psicología del ser humano ¡somos tan complejos! que nos acerca cinematográfiamente expresado al cine de Kurosawa y de Bergman. 

Sept 3


jueves, 27 de julio de 2017

Un irlandés en Mojácar (Relato breve)

Un irlandés en Mojácar

Curiosamente, en este mes de agosto de hace un año nos dejó Ian Flanagan, un querido vecino del pueblo de Mojácar que vivió entre nosotros más de treinta años. Ian hablaba español con acento mojaquero, ayudaba a misa y leía en inglés las epístolas y el evangelio todos los domingos a la abundante colonia irlandesa de Mojácar-Playa. También colaboraba con su trabajo en Cáritas Diocesanas y en rifas y eventos en ayuda a los más necesitados. Era un santo, como decían la gente del pueblo que lo conocía desde hace tiempo. Se rumoreaba que en su país había sido un cura  en algún lugar de Limerick  y que colgó la sotana para poder casarse con una feligresa que murió meses antes de su traslado a Mojácar. 

Jacinto Beinhecho, casi de la misma edad que Ian, era su amigo íntimo. Jacinto poseía una pequeña tienda de artículos de regalos que el mismo fabricaba de escayola y que su amigo Ian, por distracción y para acompañarle, le ayudaba pintar con chillones colores. En estas sesiones de taller Ian se bebía a gollete una botella de vino-costa, de garrafa,  y cuando se encontraba alegre le decía a su amigo: Jacinto, un día de estos te haré rico y famoso. Jacinto le contestaba que se aligerase que solo le quedaba cuatro años para la jubilación. 

Cinco meses después la defunción de Ian Flanagan Jacinto recibió una carta con remite de una notaría de Almería. Tras la comida del mediodía rasgó el sobre y encontró otro sobre abultado con un título escrito a rotulador: "Para ser abierto únicamente por mi gran amigo Jacinto Bienhecho".
Un folio escrito a mano, con letras muy claras, casi de colegial le indicaba que leyera antes los 15 folios grapados que resumía su vida antes de su llegada a Mojácar. 

Tardó algo más de una hora en leer los folios y tras esto leyó la carta-testamento de su entrañable amigo. 
"Querido amigo, siento haberte mentido pero era necesario para mantener nuestra amistad y mi seguridad personal. Meses antes de llegar a Mojácar huyendo de mis problemas en el Ulster tenía yo 32 años de edad, era un miembro activo del IRA y pesaba sobre mis espaldas 26  asesinatos. Sí, como suena, por entonces yo me consideraba un soldado, un guerrillero, según otros un terrorista, que creía que podíamos expulsar a los ingleses protestantes de nuestra patria. Mi primera acción armada fue la colocación de una bomba en mayo de 1973 en Omagh donde murieron cinco soldados británicos y hubo decenas de heridos. Me sentí fatal por aquel horrible acto hasta que me confesé con el padre O'Flerty, simpatizante del IRA, el cual me consoló diciendo que nosotros, los del IRA estábamos quitando la cizaña del camino de Dios para dejar paso a la buena semilla católica de una Irlanda unificada. Dos años después la dirección del IRA me encomendó una delicada misión en tierra extranjera, en Inglaterra. Tras muchos preparativos que no viene al caso relatar, introduje una potente bomba en un Pub de Birmingham. Una bomba también situada dentro del local que murieron 21 personas y casi un centenar de heridos, todos ingleses y protestantes. Cuando pude volver al Ulster fui convocado por la dirección de la célula a la que yo pertenecía y me dijeron que yo estaba quemado, que los servicios secretos de la República de Irlanda y el poderoso M16 inglés me buscaban como objetivo prioritario. Ellos, mis jefes, se lavaron las manos y tras darme una considerable cantidad de dinero me aconsejaron que me esfumara, preferentemente a un país extranjero. 
Mi hermano sí fue un sacerdote católico que colgó los hábitos para casarse con una feligresa. Lo visité, tras muchos años sin vernos y... le robé su pasaporte. Dejé una nota en la que le decía que no denunciara la desaparición del documento, que ya le explicaría, que a él no le servía para nada ya que nunca salía del pueblo y todo el mundo le conocía y le respetaba. Adapté mi rostro a la foto del pasaporte y gracias a que yo tenía un apellido diferente a mi hermano, éramos hijos de la misma madre pero de diferentes padres, me vine a España. Escogí Mojácar porque la colonia irlandesa de expatriados era y es grande. El resto de mi historia tú lo sabes porque las hemos vividos juntos.
Si visitas a una editorial importante en Barcelona casi seguro que te comprarán estas hojas para una novela-documento, "basada en hechos reales" que son las que venden. 
Un abrazo fraternal de tu gran amigo Ian F."

Aquella noche de invierno, porque en Mojácar también hace frío durante esa época, la chimenea ardía alegremente intentando calentar la casa de Jacinto. Este, cogió todos los papeles y los quemó al mismo tiempo que se llenaba un gran vaso de agua lleno de vino de Albondón y palpándose el escroto se dijo: Ian Flanagan, por mis muertos, que siempre será recordado en mi pueblo como un caballero, como un humanista que solo supo favorecer al prójimo.

martes, 25 de julio de 2017

Un libro de mi biblioteca

La represión sexual en la España de Franco.

Autor: L. Alonso Tejada. Edición del año 1977

En la contraportada de este libro se lee: " A lo largo de los últimos cuarenta años del régimen franquista la represión sexual se ha institucionalizado y ha alcanzado rasgos esperpénticos. Consecuencia inmediata del sedicente y pertinaz puritanismo impuesto a fuerza de decretos ha sido la obsesión por el sexo que ha marcado algunos aspectos más pintoresco del comportamiento e incluso de la psicología del español medio".

En aquella España hipócrita se debía aparentar una pureza donde no todos practicaban como aquel cura malagueño, don Hipólito Lucena, que en el año 1959 ideó una congregación de feligresas asociadas en una peculiar hermandad cuyo objetivo era fornicar, por turnos, con el mencionado cura haciéndoles creer  que era una unión mística con Dios a través de él, su ínclito y santo representante. Cuando fue descubierto el putiferio de don Hipólito, se tapó a la prensa el hecho y se le obligó a este rijoso sayón a pasar una temporada en un convento de Austria. 

José Luis de Vilallonga decía que a las españolas las han educado solo para ser madres y cocineras. Pero nunca para ser mujer, donde dar y recibir placer sexual era un pecado mortal.
En una sociedad que promocionaba al estado conyugal a mujeres generalmente sin vocación de casaderas y menos aún sin desear obtener placer sexual  el marido se acostumbró a disociar los conceptos de esposa y voluptuosidad y no tuvo más remedio que echar mano a la querida, una mujer que sí daba placer de verdad y no ocultaba sus deleites amorosos.

La mujer durante el franquismo tenía poco valor. En el Código penal de 1944 se introdujo el parricidio por honor cuando fuese sorprendida la esposa en adulterio por el propio marido; ella era muerta y él, el cornudo, solo recibía una pena de destierro a otra ciudad. Este artículo era una invitación al uxoricidio. No fue eliminado hasta el año 1963.

Todos los gobernadores provinciales dictaron bandos en las zonas de playa que controlaban. Se prohibía a los bañistas, ellos y ellas, estar en bañador en la playa tras salir del mar. Tenían que envolverse en un albornoz que llegaría hasta por debajo de las rodillas. Tanto el hombre como la mujer debían usar bañadores de cuerpo entero, el famoso bañador de peto de los hombre. Hasta el año 1960 no se popularizó el traje de baño masculino, el Meyba y las mujeres más atrevidas usaron el Maillot.

En un estudio realizado por la Universidad de Madrid en el año 1972 se puso a la luz que se practicaron, el año anterior, unos mil albortos diarios en España. Algunos en clínicas privadas, otros en condiciones dudosas de higiene. Aunque las mujeres de clase alta preferían ir a albortar a Londres, Amsterdan o Marsella. 

Así funcionaba la factoría española denominada Gran Reserva Espiritual de Occidente. 




miércoles, 28 de junio de 2017

El Editorial del Blog

Calor y sequía ¿somos culpables?

Un amplio sector de la población mundial, aún no influido por los medios de comunicación, está convencido de que el llamado "Cambio Climático" no es generado por el ser humano sino por ciclos naturales del planeta Tierra.

Recordemos aquellos terribles años de sequía e intenso calor que asoló España en la primera mitad de la década de los 40 del pasado siglo. Nadie explicó científicamente el fenómeno ni menos aún alentó el complejo de culpabilidad que hay hoy entre los ciudadanos. La sequía llegó porque sí, igual que llegó a nivel europeo la llamada Pequeña Edad del Hielo que duró varios siglos, a finales de la Baja Edad Media, donde el río Támesis se heló a su paso por Londres y donde la lengua del glacial del Veleta (Sierra Nevada, España)  llegó hasta la orilla del río Genil. ¿Fueron causantes de estos fenómenos naturales las factorías, los vehículos a motor, lo aerosoles y otras zarandajas? 

Ahora bien ¿por qué se le culpa al mundo desarrollado de ser los causantes  del cambio climático lanzando a la atmósfera el CO2 que genera? Hay muchos intereses políticos a nivel mundial y económicos que apoya esa burda hipótesis y que la mayoría de nosotros, por esa perenne inercia de obedecer y creer a los poderosos de turno, aceptamos sin rechistar.

Que existe un cambio climático es cierto, que el efecto invernadero de las nubes más que del CO2 que emitimos incide sobre las radiaciones solares y por ende en el clima, también es cierto, pero que los cambios caprichosos de la Corriente Oceánica del Niño, la templanza del Polo Norte que hace que se derrita más de los normal el casquete  helado o que la sequía que afecta a casi todos los países de Africa y parte del sur de Europa es debido a nosotros es una falacia tan grande como cuando decían que el sol giraba alrededor de la Tierra.

Según algunos estudiosos el CO2 emitido por las industrias de los países desarrollados, en la actualidad, supone un mero 1% del total.

De todas formas aconsejamos lo que decía no se quien: "Entre dos dudas que me presenten siempre cogeré la mentira más verdadera".

Algo tan elemental como saber que el influjo de las radiaciones solares , el efecto invernadero "natural" de las nubes o incluso la evolución de las manchas solares son los causantes de cualquier cambio climático en la Tierra. Mucho más importante que  esos  cuentos macabeos de que nuestras industrias, nuestros vehículos o nuestro natural desarrollo tecnológico son los culpables.  

Afortunadamente, nosotros, la morrallita, el pueblo llano ya no podemos ser engañados tan fácilmente  como antes, tenemos un vehículo formidable de información alternativa: Internet.
Recomendamos ver en Youtube el documental "La gran farsa del cambio global" y un interesante trabajo, también en Youtube "¿Quién sale ganando con el cambio climático?".


domingo, 28 de mayo de 2017

Repensar la Democracia

Repensar la Democracia

Una gran mayoría de españoles piensan, pensamos, que los dos grandes partidos políticos "de siempre" están hartos infectados. Los recientes escándalos de corrupción se germinaron o desembocaron por mor de una necesidad económica para mantener a estos partidos  en activo ya que gastan y despilfarran  una fortuna para estar, para ser o sencillamente para existir.

En Francia sucedía lo mismo que en nuestra patria hasta que un hombre ofreció una drástica solución. No votarlos, que intenten los franceses probar con una nueva formación política y acertó. El Sr. Macron se llevó el gato (los votos) a su agua. Los  votantes estaban hasta el moño de tantos fracasos y tanta desfachatez urdida por la derecha suavona e incolora y por una izquierda sosa de salón.

Una democracia debe ser solo  una democracia, sin añadidos. Ni democracia popular o populista, ni democracia cristiana o atea, ni democracia parlamentaria, ni otras entelequias que confunden al ciudadano. En pleno siglo XXI los valores han cambiado así como nuestras exigencias: creemos que la democracia que la mayoría de los españoles deseamos debe ser una democracia nueva, exigente, austera, formal, pura, inteligente y sobre todo, honesta. 

¿Quienes se aprovechan de la democracia española sin ser ellos demócratas? Todos los sinvergüenzas y canallas que pululan por nuestro país. Desde esos "señorones importantes" que roban descaradamente, que son atrapados y que no van a la cárcel porque están protegidos por otros canallas peores que ellos hasta el pringadillo que alquila un piso o una casa de su propiedad en negro, sin hacer contrato al inquilino y sin pagar impuestos, pasando por el artista o futbulista de moda que defrauda a Hacienda como lo hacen "todos" (eso dicen siempre cuando son atrapados).
Y no digamos de esos extranjeros, legales o ilegales,  que saben los trucos para escapar de la justicia y que vinieron a España solo a delinquir. Sin mencionar sus países de procedencia todos tenemos en mente a esa gentuza roba-cables, años atrás especializados en arrancar cabinas de teléfonos públicos, de robar o desguazar coches de alta gama, esos traficantes de drogas o de miembros de bandas callejeras trasladada a España desde sus pobres países subdesarrollados y otras decenas y decenas de delincuentes que se aferran a nuestro actual sistema democrático para escurrir el bulto y librarse de sanciones penales.

  


Hay mujeres muy resabiadas

La cazadora del mansurrón  

Adela, hija mía, ven que te diga -ordenó con cariño la madre- me ha dicho el alcalde del pueblo que van instalar un consultorio y que si  me importaría alquilar una habitación al nuevo médico porque como tu sabes la única posada que hay aquí son para los arrieros y los recoveros. 

En la campiña cordobesa el calor, en pleno verano, es un tormento. Cuando se apeó el Dr. Cipriano del autobús  que lo trajo de la capital de provincia al pueblo creyó que estaba en pleno desierto. Eran las 4 de la tarde y la luz solar reverberaba del suelo y de las paredes encaladas como desde un espejo.

Preguntó por la dirección que llevaba escrita en un papel. El zaguán de la casa ya era al menos cinco grados  más fresco  que la calle. Llamó y lo recibió Julia,  la quiosquera. No le esperábamos hasta mañana -dijo la mujer arreglándose los cabellos con las manos al mismo tiempo que forzaba una sonrisa. Es que me sobró tiempo tras facturar tres maletas y un baúl con libros para que los traiga el corsario- se justificó el galeno.  

El verano cordobés dejaba como una lluvia de fósforo ardiendo sobre el pueblo. Las siestas de todos los pueblerinos eran largas y perezosas como la que se echaba el joven doctor Cipriano, recién acabada la carrera y con 26 años de edad. Un calor y una tranquilidad que  revolvió la libido del joven cada vez que veía pasar descalza y con una bata desabrochada a Adela, 22 años de edad y con un cuerpo más deseable que un mollete antequerano recién hecho.

Con más frecuencia de lo normal, la quiosquera anunciaba en plena siesta que se iba al negocio a hacer unas devoluciones de revistas y periódicos atrasados y que tardaría en volver.

¿Tienes fuego? -preguntó Adela acercándose al joven doctor que estaba tumbado sobre la cama en calzoncillos. Ella iba vestida únicamente con un cigarrillo Bisonte en la mano. El doctor sintió algo extraño en el bajo vientre y le dio fuego, vaya si se lo dio.

La boda se celebró a prisa y corriendo, como se decía antes, porque la niña estaba embarazada de tres meses.

Adela sabe que ella no es nadie,  que es solo la esposa del doctor Cipriano, el médico titular del pueblo. Casi nada, que se zurzan las envidiosas. 

jueves, 25 de mayo de 2017

Un cuento corto: La ducha

La ducha

Adela salió de la ducha temblando de frío. La bombona de butano se había agotado antes de poder aclarar el gel de su cuerpo. Un cuerpo escultural, sublime que se reflejó en el espejo del triste cuarto de baño. Adela se secó y sin saber por qué posó desnuda frente al espejo, de frente, de lado, de espaldas, sonriendo, sacando la lengua para decirse mentalmente: Adela con este cuerpo podrás conseguir lo que quieras.

La madre de Adela trabajaba como limpiadora de oficinas y su  hija de dependienta en una mercería de un barrio apartado del centro de la ciudad.

Hija mía -dijo la madre mientras fregaba los platos tras la cena- yo no pude darte una educación mejor, pero tiene ese cuerpo que con inteligencia por tu parte podrás salir de esta miseria. Mamá ya está otra vez con la misma cantinela -protestó blandamente Adela.
La madre le recordó que ya tenía veinticuatro años de edad, una edad adecuada para casarse, pero jamás con un muerto de hambre del barrio, ni menos aún amancebarse con cualquier ganapán de discoteca.  La limpiadora le recomendó que el mejor partido para ella había que buscarlo en el trabajo, no en la mercería, sino entrando a trabajar en una importante empresa donde pudiera saber con detalles las señas de identidad de todos los posible hombres casaderos.

Adela pensó y repensó los consejos de su madre. Una madre soltera, que había sufrido mucho para criarla. Ella se había convertido en la gran esperanza de la madre.
 Por las tardes, tras el trabajo, y en sus días libres paseaba por el centro de la ciudad buscando carteles que solicitaban dependientas, camareras o lo que fuera.
Un día de tantos, saliendo de una cafetería vio un cartel donde se requería una chica para la máquina de fotocopias. Razón "R.H. y Asociados. Abogados". Llamó y quedó citada para el día siguiente a las 10 de la mañana. Siguiendo los consejos del Hola se vistió para la ocasión. Una falda gris oscuro por debajo de las rodillas aunque algo ajustada, un suéter negro de cuello alto y una chaqueta de color rojo;  zapatos negros de medio tacón y un bolso discreto del mismo color. La entrevistadora, que tenía pinta de marimacho, la desnudó con la mirada y la contrató al instante. En el bufete de abogados aguantó casi algo más de un año, ganaba poco pero le sirvió para fijarse como hablaban y se portaban las letradas  más jóvenes y hermosas; como vestían, como reían y como andaban. Adela copió todo al dedillo aunque no consiguió cazar a ninguna persona importante, solo captó las viciosas miradas que le lanzaba la supuesta lesbi, aquella que le hizo el contrato.

 Una noche, cuando salió de trabajar, pasó por la puerta de una lujosa y afamada clínica y vio un discreto cartel que solicitaba una recepcionista. Llamó y vestida con su disfraz de pseudoejecutiva pasó la entrevista con facilidad. Dos días después se hallaba en un lujoso vestíbulo tras una mesa, varios teléfonos y un ordenador. 

Dos años después. Adela salió de la ducha  y se vio reflejada en el gran espejo que cubría una pared del elegante y lujoso cuarto de baño. Cuando  secó su cuerpo se quedó desnuda para verse reflejada de frente y de perfil. Una gran barriga de siete meses la deformada.  Pensó que eso  era el precio por haberse casado con el doctor Contreras, un viudo cincuentón, feo, pancigordo pero el socio principal de la clínica. Se puso una bata, se peinó y sonrió diciéndose suavemente: mamá, ya soy toda una señora, como tú querías.


Un libro de mi biblioteca

Limones Negros

Autor: Javier Valenzuela

Esta novela puede considerarse como una continuación de otra del mismo autor (periodista, escritor y ex-director adjunto de El País) que tituló "Tangerina" donde nos presentó al protagonista Sepúlveda, profesor en el Instituto Cervantes de Tánger, como un hombre curioso y observador, que suele meterse, queriendo o no, en problemas que son las urdimbres de sus dos novelas. 

"¿Has oído hablar del caso BankMadrid?
Algo he oído. Esos cabrones desplumaron a muchos de sus clientes vendiéndoles no sé qué acciones preferentes que eran más falsas que el beso de Judas. A continuación también nos han desplumado a todos los contribuyentes haciéndonos pagar los miles de millones de euros que faltan en sus cuentas"

"¿Sabes quién es Arturo Biescas?
Vi la foto de su detención.
Como quizá también sepas -me dijo la capitán de la UCO- Biescas pasó dos noches en la prisión de Soto del Real y salió de allí tras pagar una fianza de un millón de euros. Pero sigue siendo investigado por lo menos en seis presuntos delitos. Tenemos indicios razonable de que, además de la gestión calamitosa que llevó a la ruina BankMadrid, Biescas se llevó a su propio bolsillo bastantes millones de euros del banco, quizá más de sesenta."

"Cuando Adriana, la bellísima relaciones públicas del Club de Golf, regresó y se sentó en la mesa frente al reportero  Molina, percibió que la mirada de este había cambiado. El jorobado y feo Molina había estado recorriendo visualmente su cuerpo centímetro a centímetro. Apreciando la firmeza de las pantorrillas sobre los zapatos de tacón largo, la lubricidad de las rodillas en la frontera con la falda del taller de Valentino, el relieve de las caderas y las nalgas, la presión de los pechos sobre la blusa y la chaqueta, la esbeltez del cuello que sostenía un rostro que comparaba con el de Ava Gardner."

"Lola Martín, la capitana de la UCO, contó por encima a Sepúlveda que Arturo Biescas había transferido veinticinco millones de euros desde Gibraltar a Tánger. Las autoridades marroquíes le expresaban enfáticamente su voluntad de cooperar. Sin embargo los representantes diplomáticos españoles tenían un miedo cerval, cuando no una gran admiración, al ex-ministro y banquero"

"Adriana comentó que si existiera una Marca España, ahora estaría asociada a crisis y corrupción. O en el mejor de los casos, al sol, la playa y la paella de siempre." 

viernes, 28 de abril de 2017

Editorial del Blog

Esos delincuentes elegantes 

Este editorial se basa en los informes de Transparencia Internacional para exponer esa lacra, esa pandemia, de corruptelas: robos y estafas, engaños y triquiñuelas que algunos políticos y partidos somete a nuestra Patria.

Transparencia Internacional avisa que la corrupción en España no es sistemática, pero tiene un problema de composición política muy serio en los niveles superiores de los partidos y de los gobiernos de diferentes autonomías y del central que debe ser abortado "sin parches". Por ahora es casi imposible salir del pozo.

A pesar del enorme esfuerzo y profesionalidad de la U.C.O. y de algunos jueces y fiscales honestos se mantiene la sospecha de que al final, muchos casos de corrupción, quedarán impunes.

Transparencia Internacional apunta medidas urgentes para prevenir y combatir  la corrupción: la despolitización de los órganos judiciales, reducir los aforados y cargos a dedo, prohibir indultos en delitos de corrupción, regular lobbys, proteger legalmente a los denunciantes, definir sanciones específicas en la ley de Transparencia y por último, lo más importante, educar a los ciudadanos en ética, valores e integridad.

Percepción de la Corrupción en todos los países del mundo.

Los diez países menos corruptos, los más honestos:
1- Nueva Zelanda, con una puntuación de 90 sobre 100.      (Considerando 100 como la perfección de la honestidad política).
2- Dinamarca, con 90 puntos.
3- Finlandia, 89
4- Suecia, 88
5- Suiza, 86
6- Noruega, 85
7- Singapur, 84
8- Holanda, 83
9- Canadá, 82
10- Alemania, 81

Los diez últimos países del ranking, los más corruptos, los más canallas.
166- Irak, con solo 17 puntos de "honradez política"
167- Venezuela, 17
168- Guinea-Bisáu, 16
169- Afganistán, 15
170- Sudán y Yemen , 14
171- Libia, 14
172- Siria, 13
173- Corea del Norte, 12
174- Sudán del Sur, 11
175- Somalia, con un mezquino 10. Es el país más piltrafilla y       corrupto del mundo. 

¿Y España?
España ocupa el puesto número 41 en el IPC mundial siendo el país europeo en el que más ha crecido la corrupción en los últimos años.
Podemos "estar orgullosos" de situarnos entre Lituania, puesto 38, y Letonia, puesto 44. 

Más información:
Pandemia de corrupción en España www.elperiodico.com

La corrupción española es global www.elconfidencial.com

Políticos, empresarios y conseguidores: 30 años de corrupción
www.elconfidencial.com 

El coste de la corrupción en España: más de 7.500 millones de euros  www.eleconomista.es