viernes, 28 de septiembre de 2018

Ellos fueron buenos amigos (Un relato de otoño)

Ellos fueron buenos amigos (Un relato de otoño)

Viviendo en Granada conocí a dos amigos que eran muy dispares entre sí. Era la época de la recién estrenada democracia, sobre el papel, pues aún no se había legalizado el PCE. Eran tiempos absurdos y convulsos. Eran otros tiempos.
Conocí, primero, a uno de estos amigos debido a mi trabajo que era de encargado de departamento de librería y comprador a distribuidores locales.  Paco era bastante mayor, muy educado y descendiente de un linaje granadino muy conocido en la ciudad. Congeniábamos bien, solíamos tomar café a media mañana en la cafetería del hotel El Carmen o cerveza, a la salida de mi trabajo, en ese bar famoso, nunca supe por qué, que había junto a la basílica de las Angustias. Un día que llevábamos varias cañas entre pecho y espalda y envueltos en una conversación muy animada me dijo casi en secreto, mirando a los lados, que a qué partido pertenecía. Yo contesté que a ninguno, que era un mero afiliado al sindicato socialista. Por lo visto le gustó la respuesta pues echó mano a su cartera para mostrarme su carnet de militante del PCE. 

Al cabo de un tiempo y en una de sus visitas comerciales a mi departamento Paco me dijo que un amigo íntimo de la familia estaba pasando por una mala racha económica, pues era distribuidor de libros y cuentos infantiles pocos comerciales y que si yo podría dejar en depósito parte de su mercancía para comprobar si era vendible. A la salida del trabajo me lo presentó y nos metimos en El Carmen para hablar. Quedé atónito ante el aspecto del amigo de mi amigo. Pese a su supuesta pobreza iba correctamente trajeado, llevaba un bigotito a lo fascista, gafas oscuras y en la solapa de la americana el escudo de falange. Peinaba hacia atrás con gomina, tenía el aspecto del facha de cualquier película española. Con el tiempo descubrí que era una excelente persona, todo un caballero. Pasaron los meses y su mercancía comenzó a venderse con regularidad, él estaba contento con el éxito del experimento.
 Aunque nunca salimos los tres juntos, ni solos ni con nuestras respectivas esposas, congeniamos muy bien al extremo que un día libre que tuve en el trabajo me fui con ellos a Almería, por la carretera de la costa para conocer aquella ciudad. Y lo pasamos genial. Mi amigo Paco me dijo casi riendo que iba a sorprender a Luis, su amigo facha, y puso una cinta de cassette en el reproductor de coche desde donde salió el himno de La Internacional que él coreaba con pasión. Su amigo ni reía ni lloraba, callaba estoicamente. Se le notaba que no le sentaba bien aquella musiquilla.

Un día que paseaba yo con mi mujer por la avenida del Darro me encontré a mi amigo Paco con su mujer. Los dos tenían cara de algo malo. Le pregunté y Paco, casi sollozando, me dijo que su amigo Luis hacía dos días que había muerto de un ataque al corazón. Se notaba que lo sentía de verdad y yo también porque era todo un hombre de bien, no importa si era de aquí o de allí.

El tiempo pasó y alguien me visitó en mi galería de arte de Granada para decirme que mi amigo Paco había muerto a los 80 años de edad. Lo sentí de verdad y es que hombres como Paco, del PCE y Luis, de falange, tan íntegros con sus ideas y tan respetuosos con las de otros, es difícil de encontrar hoy día. 


jueves, 27 de septiembre de 2018

Un libro de mi biblioteca

El Antiguo Testamento (A.T.)

Desde el punto de vista de un lector sin prejuicios, sino meramente como un lector que busca sensaciones gratas o sorprendentes el A.T. es la mejor colección de historias, cuentos y leyendas que el hombre haya podido recopilar. Mucho mejor que La Mil y Una Noches o que El Libro de las Maravillas o de los Viajes de Marco Polo.
 El A.T. es sencillamente genial, contar el pasado de oídas y decodificarlo con nuestras mentes racionalistas del siglo XXI es todo una aventura.

"Cuando Lot huyó de Sodoma con su mujer y dos hijas y después de que murió su esposa por curiosa, el padre y sus dos hijas se refugiaron en una cueva. Pasó un tiempo y como las hijas tenían ganas de varón emborracharon a su padre que yació con ambas. Las dos quedaron preñadas, una parió a un hijo que llamó Moab y la otra a otro hijo que llamó Ben Anmi"

"Como la mujer de Jacob era estéril, éste fornicó con su esclava Bala que quedó preñada. A la hora de parir la esclava se sentó sobre el regazo desnudo de la esposa de Jacob y así tuvo al niño a que llamaron Dan, como si la que hubiera parido fuera la esposa de Jacob y no su esclava"

La Biblia católica que poseo es la famosa de Nácar-Colunga  la cual desmonta, razonando, los mitos de las siete plagas de Egipto.

"1- El Nilo a veces se pone rojo debido al barro que  arrastra antes de las crecidas/ 2- Las ranas abundan y se ven a millares cuando el nivel del río desciende/ 3- Los mosquitos son plagas en el estío/ 4- En el delta del Nilo los animales domésticos son atacados con frecuencia por la epizootra que suele matar a mucho ganado/ 5- Hay un fenómeno que se produce durante la época de la inundación anual donde la gente son atacadas por los llamados "tumores del Nilo"/ 6-El granizo es frecuente en Egipto arrasando cosechas/ 7-Las plagas de langostas a veces son enormes, proceden del interior del país."

"El rey David era muy enamoradizo. Un día que paseaba vio a la bella Betsabé, casada con Urías. David conquistó a la bella mujer y le puso las astas a su general Urías  al cual envió a dar una batalla mal peltrechado para que fuera muerto en la refriega. Y así sucedió. David llevó a Betsabé a su harem para disfrutarla"

"Salomón, el hijo de David, era aún más mujeriego que su padre. Salomón casó con una de las hijas del faraón además de tener 700 mujeres de sangre real y 300 concubinas, la mayoría extranjeras. Tampoco era muy religioso ya que su fe en Jehová se debilitaba con frecuencia adorando a Astarté y a Milcon"

"En el Libro de los Reyes se puede leer: Cuando el rey David era muy anciano padecía frío en la cama. La corte decidió que para aliviar tal frío una hermosa y joven moza se acostara desnuda con el rey para calentarle pero sin pasar a mayores"

Madre e hija desayunando antes de visitar Madrid en un día de otoño


Aquella nefasta década, 1950-1959

Cuando los recuerdos te hacen ver la vida tal como es.

"Aquella nefasta década, 1950-1959"

Jacinto es un español más cercano a los 80 que a los 70 años de edad. Jacinto, como todo hombre "normal" ha luchado, caído y triunfado en momentos de su vida. Pero nunca sabrá por qué recuerda con tanta claridad aquellos negros años entre 1950 y 1959, cuando España era un país tercermundista y el hambre, la miseria, la ignorancia y el terror al Estado eran los azotes del ciudadano medio.

En el año 1950 Jacinto tenía seis años de edad y recuerda aquella escuela de preescolar, llamada "migas", cuando la maestra, doña Josefa dividía la clase en tres grupos diferenciados por una fila de bancas vacías. En primer término estaba la clase preferente para los  hijos de los comerciantes y de los funcionarios. El segundo grupo lo formaba los hijos de los obreros y empleados asalariados y el tercer grupo, que era llamado por la maestra, el grupo de los colilleros (la clase social más baja de aquella ciudad) eran los niños pobres que el Patronato o el Auxilio Social obligaban ir a la escuela por diversos motivos. 
No todo era malo en 1950. Por ejemplo, don Manuel Fraga, a sus 28 años de edad ya era catedrático de Derecho en la Universidad de Madrid, además de abogado de las Cortes y secretario de Embajada.
Sin embargo, en la España profunda y atrasada la enfermedad de la rabia mató ese año a 20 personas. Las fiebres tifoideas se cebó con 1.600 enfermos y el contagio por poliomielitis (la enfermedad de la pobreza) atacó 1.600 chicos
La renta per cápita era de 6.900 pesetas anuales.

En 1951 la sanidad Pública era casi inexistente. La mortalidad infantil era de 1'25 por mil, entre 0 y un año. De 1'75 por mil de 1 a 5 años de edad. La polio se cebó con los más pobres, este año se infectaron (recordemos que era una enfermedad muy contagiosa) 17.000 chicos en edad de desarrollarse y causó 56 muertos.

Saltemos unos años de tanta miseria para llegar al año 1955. El hambre física se cebaba con el 60% de la población española, el resto sobrevivía medianamente bien y una minoría la formaba los ricos, los poderosos y los prepotentes del régimen. A pesar de la miseria generalizada en nuestra patria el ejército español era inmenso con casi medio millón de soldados mal equipados y peor entrenados, según Tamames. Poseía 308 generales; 22.150 jefes y oficiales y 17.630 suboficiales.
Este año de 1955 el escritos Sanchez Ferlosio publicó El Jarama y Bardem estrenó la película Muerte de un Ciclista.
La Sanidad Pública era el escaparate del subdesarrollo que padecíamos. Existían 27.970 tuberculosos hospitalizados; 3.001 casos de paludismo; 3.010 leprosos tratados (la lepra era y es considerada como la enfermedad de los parias), 3.000 afectados por brucelosis y 1.086 nuevos casos de polio.

En 1958 un dólar americano se cambiaba por 42 pesetas. Torcuato Luca de Tena publicó Edad Prohibida, un auténtico best seller como también fue aquella película desenfadada y taquillera Las Chicas de la Cruz Roja.
El Sur y el Levante español soportó un rebrote de lepra, con 3.810 nuevos casos.

En el año 1959, el último de esta nefasta década, reventó la presa de Ribadelago matando a 200 personas.
España se industrializaba poco a poco. Se fabricaron en todo el país 3.341 tractores; 37.763 coches; 12.566 camiones; 124.190 motocicletas, motocarros y ciclomotores y 145.161 bicicletas.
La población activa estaba bastante equilibrada. Trabajaban un 39'70% en el campo; un 32'98% en la industria (un porcentaje más alto que en la España de 2018) y un 27'32% en el sector servicios.

Para consolarnos por estos malos recuerdos de aquella década 1950-1959 diremos que la precedente, la de los años 1940-1949 fue por antonomasia mucho peor, fue la década del terror y del hambre. Una década asquerosa que todos debemos olvidar.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Recuerdos del ciudadano R.V. (Madrid, 1965-1969)

Recuerdos del ciudadano R.V.  (Madrid, 1965-1969)

Ya lo dijo Bertrand Russell: "El que no sea capaz de recordar su vida pasada o es un atrasado mental o es un desagradecido de la vida"

La etapa más fecunda, hermosa y grata de la vida de R.V. (Rafael Villegas) fue la que pasó en Madrid trabajando y viviendo una juventud plena. 
Madrid, recuerda R.V. vivía una etapa de pleno desarrollismo; andaluces, extremeños, gallegos y castellanos invadieron la ciudad en busca de trabajo, que abundaba y donde las grandes y medianas empresas del cinturón industrial de Madrid buscaban desesperadamente mano de obra. Desde técnicos cualificados hasta meros peones. Una delicia para el españolmedio trabajador.

Hace un tiempo cayó en las manos de R.V. un informe de las empresas industriales que había en Madrid y su cinturón industrial en el año 1966  Para poner un ejemplo diremos que  Barreiros Diesel, en su factoría de Villaverde,  daba trabajo, en tres turnos, a 25.000 obreros, entre técnicos, especialistas y administrativos.
¡Qué pena cuando comprobamos hoy la desindustrilazación de nuestra patria y en la reconversión  forzada de la mano de obra industrial hacia la blandibú y mal pagada del sector servicio.

"En el año 1966 las empresas del metal y en particular las automovilísticas era muy significantes. Tras Standard Eléctrica, Barreiros Diesel (antes de la fusión con Chrysler) y ENASA (Pegaso) destacabn, por su número de trabajadores Renfe, la EMT, Telefónica, Agromán, Iberia Líneas Aéreas y otras muchas.

Relación (resumida) de las principales empresas del metal madrileño y número de empleados, año 1966:

Barreiros Diesel, con 25.000 empleados y obreros.
Standard Eléctrica con 14.441 empleados
ENASA (Pegaso) con 4.900
Marconi con 4.152
FEMSA con 3.893
MMM con 2.418
Perkins con 1.399
Jacobo Schneider con 1.306
Isobel Sprecher con 1.217
Bressell con 1.145
Ibelsa con 1.117
Boetticher y Navarro con 1.107
Cía. Euskalduna con 1.054
Telefunken con 1.051 empleados
y sigue la relación añadiendo 20 empresas industriales con más de 500 empleados cada una.
Por debajo de este listado existían multitudes de empresas en todo el cinturón industrial de Madrid con más de cien empleados. Si consideramos los altos salarios de sus "productores" (como antes llamaban a los obreros) comparados con los del sector servicio era escandalosa la diferencia. Recordad aquellas películas españoles donde las señoras burguesas se quejaban que no encontraban chica de servicio. Entonces una servienta ganaba unas 1.500 ptas. al mes, mientras esta misma joven, trabajando en Marconi ganaba 6.000 ptas y libraba las tardes del sábado y domingos y días festivos.

Los ciclos de la vida cambian. Ahora cualquier joven cualificada o no, universitaria o sin estudios, es incapaz de encontrar trabajo en Madrid ni para trabajar de sirvienta y menos aún en cualquier factoría, de las pocas que quedan en Madrid y su casi extinto cinturón industrial.