Las Españas perdidas
Autor: Manuel Villar Raso
En la contraportada de este novela se lee:
"Las Españas perdidas narra la historia de los moriscos que se exiliaron en Argel, Túnez y Marruecos y de una banda de 4.000 moriscos granadinos que junto con renegados y otros aventureros europeos cruzaron el Sahara y se apoderaron de un imperio, en 1590, mandado por Yuder Pachá, natural de Cuevas de Almanzora, Almería"
En la primera parte de esta novela se narra la vida antes, en y después de la rebelión morisca de las Alpujarras. En la segunda parte se narra las andanzas de Yuder Pachá en Africa.
"Cuando llegamos a Marruecos el paisaje era desconcertante. Había españoles deambulando perdidos por todas partes. A la salida de Imzuren éramos trescientos y en Talamagit quinientos hombres que nos arrastrábamos por un desierto estéril"
Tras muchas aventuras en Marruecos, algunas buenas y otras malas, y tras unos años a Yuder le confían formar un ejército de mercenarios.Yuder escribe en sus memorias: "Empecé por convertir los regimientos españoles en el mejor cuerpo de ejército del país. Mis lugartenientes Luibus y Mohammed de Santiago me ayudaban en las labores de hacer olvidar a los moriscos que no se acordaran tanto de España manteniendo alta la moral con ejercicios militares."
"Al sexto día de marcha llegamos al amanecer a los alrededores de Níger. Levantamos las tiendas en el camino de Gao. En Tombuctú fue donde divisamos la primera tierra de aquel reino donde se celebraba ferias de todo el oro y el marfil que se traía de Gao y se llevaba a Marruecos.
Nos enfrentamos. La batalla fue cruel entre los sudaneses dirigidos por el Askia y nuestras tropas. Tras el primer encontronazo el Askia huyó dejando su tienda intacta repleta de sedas, plata y oro que nos dejó asombrados"
La idea de Yuder era quedarse en el país recién conquistado como caid mandando a Marruecos oro y esclavos para que se olvidaran de aquellos aventureros granadinos. Con Askia en su poder y títere de Yuder el Sudan sería gobernable.
Pasaron los años y todavía en el siglo XVIII existía una casta mestiza en Tombuctú de españoles y sudaneses que se dominaban así mismo los Armas. Y en el año 1893 cuando los franceses entraron en Tombuctú una delegación de Armas pidieron ayuda a Marruecos.
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