martes, 25 de mayo de 2021

Fantasear es necesario

 Fantasear es necesario

Dice la R.A.E. "Fantasía es la facultad humana para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes" 

Hay hombres y mujeres tan simples que les cuestan trabajo crear sus propias fantasías, aunque en realidad todos se sumergen en ellas de una forma o de otra. La gente más atrasadas, las más pragmáticas,  fantasean con la religión, imaginando milagros y confiando siempre que san  Valentón ayude a la vaca para que tenga un bonito becerro, por poner un ejemplo. Otros fantasean con su futuro y desean ser, con el paso del tiempo, un embajador plenipotenciario en Francia o en Italia. Otras desean poder casarse o amancebarse con alguien importante para salir de su cetrino y triste entorno familiar. Todo el mundo fantasea, todos tienen fantasías. No es malo. Lo peor es cuando estas fantasías se perpetúan en ciertas personas y les hacen creer que su meta está a la vuelta de la esquina cuando en realidad viven una vida vacía y miserable. 

Todos hemos soñados despierto y hemos tenido fantasías, desde el ser más burdo y paleto hasta el que presume poseer un intelecto privilegiado. 

Dicen por ahí que a veces las fantasías pueden ser un indicador de que nuestra mente está utilizando mecanismos de defensa para evadir situaciones reales que generan angustias.

Las llamadas fantasías lúdicas no so malas, al contrario de las fantasías eróticas como la pornografía infantil, la prostitución, la pedofilia y otras perversiones similares, que por desgracia se ven ahora como "normales"

Ver una luna llena en una noche de verano y desear tocarla, escuchar un concierto en los jardines de la Alhambra y desear que nunca termine, enamorarte platónicamente de una mujer bella e inaccesible (¡Oh, Dulcinea, que dama más gentil...!), extasiarte ante la belleza de una catedral o de una pintura, creer que en aquella cueva se apareció una Virgen, desear probar un solomillo Kobe cuando tu economía no te llega a fin de mes, y otras cosas imaginables e inimaginables son auténticas fantasías que ayudan a soportar esta sórdida vida que la mayoría de los terrestres soportamos. 

Todos usamos de las fantasías para huir de la razón, que como dijo Goya produce monstruos (mentales).

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