viernes, 25 de noviembre de 2016

Sobre la felicidad

Buscando unas gotas de felicidad

Debemos reconocer que no existe ningún manual ni guía para conseguir la felicidad. La felicidad tiene que ver con un estado de conciencia determinado. Un estado que implique calma y sosiego para uno mismo. Que sea capaz de desechar de nuestras mentes la envidia, el odio, la avaricia o el deseo inmoderado de posesión.
Tan temprano como el año de 1957 se formuló lo que se llamaría "Disonancia Cognitiva", un esfuerzo atroz que nuestra mente realiza de manera inconsciente con el objetivo de evitar conflictos entre pensamientos opuestos que podemos albergar al mismo tiempo, llegando incluso a establecerse estrategias mentales para autoengañarnos o autoconvencernos de algo. Otros les llaman "mentiras de lerdos" que todos inventamos para justificar nuestros fracasos o de los familiares más próximos. Algunos ejemplos pueden ilustrar lo que proponemos: "Yo suelo veranear en Santander" cuando en realidad pasa el verano miserablemente en la casa de los abuelos en un pueblo de Segovia. "Mi marido es director de departamento en una multinacional" y el pobre hombre trabaja como administrativo en una compañía extranjera. "Mi hija es ingeniero de caminos" y la pobre mujer se desloma haciendo fotocopias en un ministerio de la Castellana.  Y así podríamos enumerar miles de ejemplos con mentiras bobas, mentiras de lerdos necesarias para que el mentiroso, durante un momento, el preciso momento de decir la mentira, se sienta satisfecho, se sienta feliz haciendo ver algo que no es verdad. Estas mentiras a la larga crean un conflicto mental porque se requiere mantener activado y en constante tensión nuestro sistema cognitivo, muy alejado del estado de paz de conciencia y de equilibrio que nos podía acercar a la felicidad.
La piedra clave para ser una persona feliz es la coherencia mental. Vivir cada cual tal como una pueda. No es cuestión de tener más o menos dinero, ni de disfrutar de lujos insultantes, sino de sentirnos bien con nosotros mismos. Desde que nos levantamos y nos vemos en el espejo del baño hasta disfrutar por haber hecho bien un trabajo. Se es infeliz cuando una persona piensa de una manera y actúa de otra. 
La filosofía budista dice que nos sentiremos felices con nosotros mismos y con la vida que nos rodea si somos capaces de simplificar nuestras vidas. La Doctrina del Desapego, llaman a un estado de ánimo "despreocupado" de cosas futiles. No existen píldoras mágicas ni ensalmos para hacer feliz a una persona si esta no se lo propone.

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