miércoles, 28 de marzo de 2018

Cine de ayer

La rosa púrpura de El Cairo (1985)

Director: Woody Allen 

Esta película es un luminoso homenaje a las mujeres maltratadas por sus maridos y por la fortuna (en este caso mala fortuna). Soy un incondicional del cine de W. Allen por saber este director captar los problemas de la gente, sea esta de alta o de baja condición.
La Rosa Púrpura de El Cairo es un film genial por la agilidad del guión y por el "mensaje" que encierra. Cualquier mujer maltratada puede defenderse del maltratador hoy en día pero antes era muy difícil, ellas tenían que aguantar la violencia verbal y física del esposo.
En plena depresión económica americana de los años 30 del pasado siglo había mucha miseria en US y Cecilia, la maltratada de la película de Allen, buscaba su evasión en el cine, sobre todo viendo una y otra vez, día a día, una película exótica, llena de glamour y lujo titulada La Rosa Púrpura de El Cairo a tal extremo que el actor de la pantalla se fijó que ella, una pobre espectadora que a diario iba al cine. El actor se conmueve a tal extremo que sale de la pantalla para invitar a Cecilia, con cara y aspecto de mujer pobre, a salir con él, un guapo galán, a dar una vuelta por la ciudad. Ella creía que soñaba, pero sí, era el guapo y elegante personaje de la película que le invitaba en persona a cenar y pasear. Ella aceptó encantada, se sentía como si flotara. Cuando terminaron de cenar en un lujoso restaurante y el camarero le pasó la nota éste, el personaje fascinante del film, pagó sin malicia con billetes falsos, de esos que imprimen para las películas, y se complicó la velada. Tuvieron que huir por pies pero lo pasaron en grande con la aventura.
 El contraste se produce cuando Cecilia llega a casa y el marido la reprende por llegar tan tarde y además le exige la paga que había recibido planchando a domicilio. El choque emocional es tan brutal que Cecilia cayó en la cuenta cómo era posible soportar tanta vejación y humillación  junto al mostrenco de su marido, que estaba en paro y que ya se había acostumbrado a no trabajar. Comparó todo con el delicioso rato que pasó junto al galán de cine. Se dio cuenta, por lo tanto, que su vida de ficción le satisfacía más que su sórdida vida real. Y reflexionó  que si no existiera las fantasías en las personas que les quedaría para encontrar un soplo de felicidad. 
La película se desarrolla por otros derroteros hasta un final de cine: ella es invitada a Hollywood donde se convierte en una exitosa dama, abandonando previamente a su maltratador y borracho esposo.
 Moraleja: Huye de la gente  tóxica, incluso de maridos (parejas se dice ahora) y de mujeres complicadas y desesperantes y vive tu vida como te plazca, si puedes. 

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