sábado, 23 de abril de 2016

EDITORIAL DEL BLOG

Españoles sin vergüenza ¿Españoles sinvergüenzas?

Nosotros, los españoles de a pie, los que conformamos la plebe, la morralla, nos maravillamos, más que sorprendernos, por esa caterva de canallas, de embusteros, de cínicos, de pasteleros que han saltado a primera plana a raíz de los Panama's Papers
¡Qué cantidad de facinerosos hay en nuestra Patria! Porque un tío o una mujer que monta una empresa en un paraíso fiscal, con el único objeto de pagar poco o nada  a la hacienda española es... antiespañol como la copa de un pino ya que no desea contribuir con sus impuestos al mantenimiento y desarrollo de España. Carecen de vergüenza, en el sentido lato de la palabra. Nos preguntamos ¿si estos privilegiados han obtenido sus ganancias, lícita o ilícitamente en nuestro país por qué  las esconden, con miles de triquiñuelas, en recónditos lugares?

Hablar de escándalos políticos y financieros de  esos potentados, de esa  gentuza ladrona se ha convertido en una rutina, en un mal aceptado para un país terriblemente corrupto. Imaginamos, deseamos y suponemos que existen un alto porcentaje de españoles ricos: empresarios, artistas, deportistas, etc. que cumplen a rajatabla su deber de buen contribuyente. Pero qué decir de esa patulea de sinvergüenzas que todos sabemos quienes son por medio de la prensa.

Familias enteras del mundo financiero, pensamos en una de Cataluña y en otra de Andalucía, que montaron descaradamente una mafia familiar para estafar y enriquecerse ilegalmente con un descaro inusitado.

La Hacienda Pública trabaja ahora a destajo para desenmascarar a estos filibusteros sin olvidar la magnífica labor que hizo y todavía hace Wikileak y los llamados Papeles de Panamá. 

¿ Pero, sabemos diferenciar a los ciudadanos sin vergüenza de los sinvergüenzas?

UN CUENTO DE PRIMAVERA

El paraíso de Julián Cornejo

Todo estaba decidido. El abogado de familia dio a firmar un contrato de separación de bienes. Para la ex-esposa de Julián la enorme casa en la Costa Brava y para Julián la mitad del valor de dicha casa, en dinero, en cash, como le gustaba decir al publicista de Norton & Norton. Eran varios millones de pesetas del año 1993, una pequeña fortuna. El sueño dorado para Julián. Viviría de las rentas y de sus nuevos proyectos a pesar de llevar a cuesta sus 52 años de edad. Acertó al liberarse de su histérica esposa y de su manía de vigilarlo hasta cuando iba al baño.
Alquiló un apartamento en Barcelona en un lugar elegante y montó su estudio en la habitación más iluminada. Comenzaría su deseada carrera de pintor, un sueño aparcado desde que terminó la carrera de arte para poder trabajar en una multinacional, primero como dibujante y después como CEO. A la porra todo. Se despidió del  trabajo para experimentar ahora otro tipo de vida.
Tras contactar con su amigo, el galerista L. Turó de Turó Art  preparó durante seis meses una exposición por encargo, para darse conocer en el mundo del arte.
Antes de la exposición tuvo que gastar bastante dinero en publicidad y en amañar futuras críticas: buenos restaurantes y entradas en cabarets de lujo para unos buitres carroñeros pero necesarios para suavizar a  estos periodistas y críticos de arte más conocidos de Barcelona.
La exposición fue un éxito. Un falso comprador, preparado por Turó, adquirió de golpe diez obras el mismo día de la inauguración, otros coleccionistas se animaron y compraron de verdad otra media docena de pinturas. 
Galeristas de otros lugares de España contactaron con Julián para invitarle a exponer en sus galerías. Participó, apoyado por la Galería Turó Art, en todas las Feria de Arte más conocidas del país. Julian se sentía pleno, fabuloso, exultante.  En un año gastó más dinero que el esperado. Tenía que pagar las buenas críticas y agasajar generosamente a sus diferentes  novias, de 25 a 30 años de edad, que cambiaba cada cierto tiempo, igual que a sus coches. La rutina envilece, me dijo una vez.
 Vivo a tope -me comentó en cierta ocasión una noche de verano en la terraza de un bar del Albaicín granadino-  para sentirme joven. Porque ser joven es más una apreciación personal que una colección de años vividos. Es posible, pensé.

Cuatro años después de haber expuesto Julián en mi galería de Granada pude ver dos obras de él en la Feria de Arte de Sevilla. Pregunté en el stand y me dijeron que el tal Julian dejó el mundo de la pintura y que ahora tocaba la batería en un grupo de jazz de "veteranos" por los hoteles y restaurantes de la costa.

La pregunta que me hice fue, si durante esos años Julian se sintió pleno, renacido y sublime como él deseaba y si valió la pena aquella aventura. Recordé el dicho castellano: "Al buen día, mételo en casa" que quiere decir que se aconseja aprovechar cualquier ocasión  favorable y después... ya se verá.

EL ENTUSIASMO

Sobre el entusiasmo

A pesar de estar de moda la coletilla "hay que ser positivo en la vida" que casi siempre aplicamos sin ton ni son, podemos recordar que sin entusiasmo en nuestras vidas, en lo que hacemos o en lo que deseamos estamos abocados a fracasar emocionalmente en todo lo que nos propongamos. 
 Niños y jóvenes que desde su temprana edad manifestaron una carencia de entusiasmo, a la larga, en su adultez, por lo general, no conseguirán alcanzar ninguna meta, ni en sus vidas privadas y menos aún en la profesional. Personas carente de entusiasmo pueden comportarse como zombis, o como estúpidos afectados de un cierto cretinismo.
Nos preguntamos ¿por qué carecen de entusiasmo algunas personas? Por no haber sido educada en la filosofía del esfuerzo ni en la de excelencia, por la falta de una meta o por haber recibido de niño una sobre protección excesiva. Niño ¿quieres un helado? -se le  pregunta a un chico desmotivado- Me da igual. Un niño sano diría, sí o no. ¿Qué deseas ser cuando seas mayor? Yo qué sé, me da igual.
Un chico o una chica mentalmente sano deseará lo mejor para ellos. El mejor helado, la mejor carrera universitaria o el mejor trabajo. Al menos lo intentaría manifestar así. El tiempo y la suerte dirá la última palabra.
No hay que confundir el natural entusiasmo con el falso. Ejemplo: esa persona desgraciada desde que nace y cree poder conseguir otro tipo de vida a través de una herencia sorpresa y milagrosa o con un premio de lotería. El entusiasmo es el ánimo que la mente y el cuerpo genera ante los avatares de la vida o más técnicamente: el entusiasmo es la exaltación emocional provocada por un sentimiento de admiración hacia algo, alguien o hacia nosotros mismos.  

jueves, 21 de abril de 2016

CINE DE AYER

El escritor (The Ghost)

Director: Roman Polanski

Un negro es el escritor que escribe para otro. Pero depende qué se escribe. Escribir las memorias de un ex-presidente de gobierno inglés puede ser peligroso como le sucedió en esta película a un escritor de novelas venido a menos y que aceptó un encargo  para escribir las memorias de un político de pasado no muy limpio que bajo su mandato autorizó la captura de árabes que entregó a la CIA para su tortura.

El Escritor es una buena película de una gran director: Polanski. Aparte de haber ganado numerosos premios tras su estreno tiene un mensaje descarado, no precisamente sublimar, cuando una parte de la prensa amarilla sensacionalista  de UK del año 2000 hizo notar cierto parecido del ex-presidente de ficción con el entonces primer ministro Blair.

Este escritor que se gana la vida escribiendo para otros, se ve en un enredo con los entresijos políticos que nos hace recordar a Hitchcock (El hombre que sabía demasiado).
 En la película, este negro es culto, lee mucho, es perspicaz hasta  el extremo de descubrir que la CIA tiene controlado a personajes de la ciencia, las finanzas y de la política de Inglaterra. 
El mismo Polanski es terriblemente inteligente y en este film nos muestra su calidad de buen cineasta. Aparte del guión la película tiene una excelente fotografía, una música adecuada y un clima de thriller a tope. "