domingo, 25 de diciembre de 2016

Cocinicas

Cocinicas (Cocineros a la moda)

Es curioso observar como la masa, nosotros, la morrallita, la plebe o el pueblo llano es manipulada de una forma tan soez como hace la mayoría de las cadenas de televisión de la TDT. Nos referimos a esos tediosos, insulsos e inocentes shows televisivos donde el oficio de cocinero se magnifica (suelen llamarles con el eufemismo de chefs o master-chefs) como si de verdaderos artistas o personajes importantes fuesen. Es una forma fácil y barata para llenar espacio libre en las diferentes parrillas televisivas; es más barato tener a un par de cocineros haciendo sus cosas entre sartenes que contratar a un cantante famoso o alquilar una película a la Fox.

En una película de Buñuel, no importa ahora el título, se hace una parodia de la domesticación mental del individuo a través de las modas y de las costumbres aceptadas. En dicha película varias familias de la alta sociedad francesa son invitadas a... defecar en retretes colectivos instalados en el salón principal de la casa y alrededor de una larga mesa de banquete, entre apretones y hedores ellos, los burgueses, comentan civilizadamente como va la vida por el mundo. 

Los programas dedicados a la cocina, sean estos conducidos por supuestos cocineros profesionales o por sencillos aficionados nos hace pensar en los valores morales de nuestra sociedad que está cayendo en una sima de vulgaridades y de mal gusto nunca visto hasta ahora.
 Dice que influir sobre la masa es más fácil que sobre un individuo, de esta forma no me extrañaría que, no como en la exagerada película de Buñuel, pero si bajo el cerebrito de algún sociólogo o publicista  idearan para la chusma un programa de virtuosos limpia cristales. Entonces el más habilidoso limpia-cristales sería considerado como un ídolo de masas y sería invitado a una recepción de embajada o a una inauguración ofical como se hace ahora con algunos cocineros "famosos".



sábado, 24 de diciembre de 2016

Foto 2


Cine

El Capital  (2012)

Director: Costa-Gavras

Para nosotros, gente corriente y moliente, los tejemanejes del mundo financiero nos puede sonar a chino. Costa-Gavras da una pincelada sobre un lienzo en blanco (el de nuestra ignorancia) para intentar explicarnos como puede ser esa voluptuosidad sucia e inhumana del dinero.

En la película, un alto ejecutivo de un banco francés con proyección internacional sube como la espuma gracias a su inteligencia y crueldad mental. Su lema favorito era: "Yo soy un Robin Hood moderno que roba a los pobres para dárselo a los ricos".

El papel del actor Gad Elmaleh es sensacional. Encarna a ese mamón de ejecutivo sin conciencia de tal forma que en su mirada  refleja que es un hijo de p... redomado. Es un actor excelente.

Para algunos crítico no gustó demasiado el guión de la película por ser  demasiado simplista y didáctico, pero por otra parte nosotros, los espectadores sin formación financiera, desconocemos esas redes infectas interbancarias que Costa-Gavras nos explica en su film y nos hace ver que todas las crisis financieras mundiales son provocadas por grandes bancos transnacionales y por las agencias de calificación. Nos hace ver que la mayoría de los banqueros y adalides de las finanzas son unos inmorales con ambiciones ilimitadas como el director de la película que no se alteró al despedir a 10.000 empleados de su red bancaria con tal de subir las acciones del banco dos puntos.
En definitiva, el film nos muestra el gran poder que tiene el dinero en nuestra sociedad capaz de manejar como un pelele a cualquier presidente de un gobierno y convertirlo en un mamporrero de los grandes bancos.

Foto 3