martes, 30 de julio de 2019

El Editorial del Blog

¿Tener o Ser?

Como estamos en plenas vacaciones veraniegas nos alejamos de la política para analizar someramente los conceptos de Tener y de Ser. Desde que leí y releí varias veces este libro de Erich Fromm supe que nosotros, al menos los occidentales, fuimos engañados en nuestra educación, en la forma de ser y en nuestra conducta social desde el mismo día en que nacimos. Ser y Tener es una dualidad inherente a nuestra existencia. Quizá represente en cierta forma el bien y el mal, lo positivo y lo negativo e incluso el yin y el yang.

Fromm nos explica que la satisfacción ilimitada de nuestros deseos no produce bienestar, no es el camino de la felicidad, ni del placer.  La gran paradoja: todo hombre o mujer que trabaja, que se deja someter para obtener un salario, a la larga, podrá disfrutar, en sus vacaciones, de un tiempo de ocio y libertad; a cambio, naturalmente de dejarse antes esclavizar en el trabajo.

El egoísmo que genera el sistema capitalista-consumista entre las gentes sirve, entre otras cosas, para que los gobernantes controlen mejor a sus súbitos y que estos mismos gobernantes antepongan su éxito personal y su capacidad de medrar a su responsabilidad política y social. A ellos le importa un ardite el pueblo que le ha votado, lo que prima es mantenerse en el poder.

La alternativa entre Tener que se opone siempre a Ser es abismal, pero superable. Parece que tener es una función normal de la vida: debemos tener cosas y propiedades para asegurar nuestra existencia. Sin embargo, el concepto filosófico de ser constituye una sustancia permanente que anida en nuestros cerebros, algo intemporal e inmutable, donde el pensamiento es la realidad última.

Tener es un concepto tan arraigado en los hombres que para algunos si no puede poseer riquezas, posee seres humanos en la figura de sus hijos. La clase más pobre suele tener más hijos que la clase alta y en los países pobres sus mujeres son más prolíferas que las mujeres de los países desarrollados. Una familia miserable que viva dentro de un sistema patriarcal engendra muchos hijos para satisfacer su deseo de tener, de poseer algo o alguien sin necesidad de luchar en la vida.

Los individuos que suelen vivir en el modo de Ser tienen como requisitos previos una gran independencia de la gente que le rodea, posee una libertad de pensamiento superior a los que viven en modo de tener y sobre todo tienen una capacidad crítica enorme, se callan cuando ellos lo desean nunca cuando la circunstancias se lo ordene.
El modo de Tener genera codicia mental que nunca se sacia ya que el consumo de bienes y de cosas no llena el vacío interno, ni el aburrimiento, ni la soledad, ni la depresión que se supone que deben satisfacer consumiendo y teniendo dinero y bienes. Nunca serán ellos mismos sino lo que la gente esperan de ellos. 

Terminamos este editorial con un poema de George Brassens:

"En mi pueblo sin pretensión/ tengo mala reputación/ Haga lo que haga es igual/ todo lo consideran mal/ Yo no pienso hacer ningún daño/ queriendo vivir fuera del rebaño/ Y la gente no gusta que/ uno tenga su propia fe/ Todo me muestran con el dedo/ salvo los mancos, quiero y no puedo."

¡Feliz Verano, bloggers! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario