sábado, 27 de julio de 2019

Cine de Ayer

Tierra y Libertad (1995)

Director: Ken Loach

Una coproducción muy premiada y reconocida en el mundo del cine. Para mí, la mejor película sobre la guerra civil española, vista desde el bando perdedor. Un excelente film que nos muestra que las utopías no son posibles, pero si el intento, como le sucedió al personaje de la película. Un inglés que viene a España para luchar a favor de la República contra el fascismo que, según él, podría extenderse por toda Europa.
Esta es una película seria, magistral, de denuncia, como casi todas las películas de Ken Loach. Realista cien por cien, cruda y pesimista.

El anarquismo en estado puro se manifiesta en la escena donde parte de los habitantes revolucionarios de un pequeño pueblo aragonés se reúnen para crear una comuna, para colectivizar las propiedades de tierras y casas.
En la asamblea unos dicen que se debe combatir contra las fuerzas fascistas al mismo tiempo que se hace la revolución libertaria. Otros opinan que no, que antes se debe aplastar al enemigo y cuando se acabe la guerra se hará la revolución del proletariado. Aquí, en esta secuencia se muestra y demuestra lo dividido que estaba el pensamiento de algunos republicanos y la falta de coordinación de ideas.
El desbarajuste de la guerra por el lado republicano es enorme. Los comunistas no podían soportar a los anarquistas y viceversa. Por cualquier motivo se liaban a tiros entre ellos . Fue un enorme fracaso en todos los sentidos. Mientras, las fuerzas rebeldes estaban cohesionadas, disciplinadas y eran obedientes a sus jefes, los republicanos, del bando que fuese hacían de su capa un sayo.
El Gobierno oficial estaba compuesto de una mayoría por militantes del PSOE y por una minoría del PCE y sabía que un ejército profesional era necesario para luchar contra los franquistas, mientras que los afiliados al POUM y a la CNT-FAI opinaban que era inviable para ellos tanta disciplina ni tantos mandos. Así acabaron.

Ken Loach muestra nuestra guerra civil española desde el punto de vista de un anarquista, de un trotskita del POUM. Sin duda que es una película de izquierda, casi de propaganda; un film político-social que denuncia sin ambigüedades para él quienes fueron los villanos del conflicto: los fascistas ganadores de la guerra.

La labor de investigación del escritor británico Jim Allen fue enorme y esencial para realizar esta obra maestra ¿una película de culto? Todavía, en la actualidad, el director Ken Loach, a sus 83 años de edad, no renuncia a sus creencias comunistas. 

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