miércoles, 27 de junio de 2018

¿Por qué se miente tanto?

¿Por qué se miente tanto?

Se ha demostrado que todas las personas mienten, mentimos y no es malo del todo hasta que se convierte en una costumbre, incluso en un vicio. Se miente porque necesitamos ofrecer a otros una imagen diferente a la que tenemos, un "perfil" adecuado en el momento oportuno para sorprender a nuestro interlocutor. 
"Mi hijo ya terminó la carrera de medicina y está trabajando como médico" -cuenta la madre sobre un hijo que se fue a estudiar y no pasó del primer curso y que trabaja ahora, a sus 40 años de edad, como camillero en un hospital de Móstoles. 
"Mi familia era muy importante en Antequera, teníamos sirvientes y grandes fincas" -dice una mujer a otra mientras esperaba su turno en la peluquería- cuando en realidad ella era hija de la guardesa de una finca de recreo  que poseía unos terratenientes de Antequera hasta que a  principios de los  años 60  se fue toda la familia a Barcelona a buscarse la vida. 
Dos ejemplos sencillos pero que ilustran nuestra capacidad de mentir sin necesidad. Lo que si observamos es que entre la clase social de origen baja la pobreza es su mayor vergüenza. Todos sabemos que en España, hasta hace medio siglo, el 70% de su población era pobre como ratas. Más o menos como ahora viven los parias en Bangla Desh  y eso es muy duro rememorar. Hay que mentir para hacer ver a otros que ellos o ellas provienen de linajudas familias.

El miedo al fracaso propio o de un hijo o de un esposo es la causa más notable para mentir. Nadie reconoce, las madres son las más proclives a mentir respecto a sus vástagos, que tiene un hijo o una hija que es un inútil, que es un trasto. O que tiene un marido borracho o que el hombre tiene una esposa guarra y estúpida. Todos buscan ser reconocidos y admirados, para eso, para mostrar una supuesta excelencia y para los que no lo pueden demostrar se fabrica la mentira, el embuste a las buenas. La mentira sirve para poder seguir viviendo en sociedad sin demasiada sensación de culpa, esa culpa del fracaso, de ser considerado como un mero bulto con ojos. 

Se sabe que las personas que mienten por sistema lo hacen para ocultar una baja autoestima, por inseguridad, por una falta de confianza en ellos mismos, por temer ser rechazado en un determinado ambiente social o por vergüenza  a descubrir su verdadera personalidad.
 Debemos tener cuidado con esas personas que están siempre sonrientes , que son muy extrovertidas y simpáticas, suelen ser más mentirosas que los individuos callados y taciturnos. En realidad son unos histriones.

Hay profesiones  en las que se ha de mentir. Según leímos en "We're All Liars" se indica las profesiones más mentirosas: los gerentes y directivos de empresas, los políticos, los vendedores y agentes comerciales, los médicos, los abogados, los personajes tertulianos de la televisión, los periodistas, los policías, los curas, los cocineros y los tenderos, los funcionarios, etc.

Entre la clase media ( en sus tres subcategorías: media-baja, media-media y media-alta) se miente por sistema. Los pobres para esforzarse en aparentar que no son tan pobres. Los media-media porque desean pertenecer a la clase media-alta y estos últimos porque su sueño es parecerse a los CEO y altos ejecutivos millonarios empresariales.

Para mentir bien se suele ocultar hechos reales y, aunque suene a trasnochado se miente más para ocultar una dudosa genealogía   y también para intentar demostrar  una educación elitista en  colegios privados que por otras razones más prácticas. Fantasmas, hay demasiados fantasmas que hacen sonar las cadenas de sus mentiras para demostrar un deseado prestigio social.
¿Quién no miente?

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