lunes, 25 de junio de 2018

Cine de Ayer

El Graduado   (1967)

Una gran película que pude ver de estreno recién llegado yo a Toronto en 1968;  mi inglés era tan pobre que apenas pude captar lo que decían los actores, aunque las imágenes eran muy explícitas.

Esta excelente película obtuvo siete nominaciones al Oscar y ganó los prestigiosos Premios BAFTA al film, al director y para el jovencísimo actor Dustin Hoffman.

El film está basado en una novela de un escritor de medio pelo que por mil dólares vendió los derechos de la obra al productor de la película. 
Nada más comenzar la película envuelve al espectador en un ensueño. La seducción de una madura y hermosa señora a un chico recién aprobado el ingreso en una universidad americana, el argumento te atrapa y más si eres joven, como yo lo era a mis 22 años de edad, y te imaginas que esta aventura te podría haber sucedido y  no a Dustin H.
 La banda sonora es de Simon and Garfunkel con una música que ayuda a comprender el capricho de la señora Robinson hacia el jovenzuelo. ¿Quién puede olvidar aquella escena cuando Mrs. Robinson se quita o se pone las medias ante los ojos atónitos del chaval? Se supone que el personaje tiene 20 años. Un joven que quedó como idiotizado cuando la dama de la alta burguesía americana le invita a acostarse con ella. De ensueño, todos los jóvenes de entonces hubiésemos arrendados nuestras almas al diablo con tal de experimentar tal aventura, ya que la fantasía de cualquier joven de entonces y de ahora, supongo, es poder conquistar, aunque sea platónicamente, a tu profesora del instituto, a la madre hermosa de tu amigo o a tita Ramona, esa solterona de inhiestos pechos y andares de tigresa.

Volviendo a esta película diremos que todos los actores son formidables. Los diálogos super-inteligentes, la fotografía colosal y la música genial. La reveo de vez en cuando y no pasa de moda, es una obra de arte atemporal.

Por aquellos años de 1967 la moral americana era muy hipócrita, se suponía que toda la clase media alta y la aristocracia financiera estaba por encima del mal, que ellos eran perfecto hasta que se demostró lo contrario con esta película que la derecha más recalcitrante de US la tachó de impía y de estar contagiada del cine europeo. El caso es que la propia Mrs. Robinson cuando se acostaba con el joven no lo veía mal, para ella no era un acto inmoral ni tampoco era una infidelidad hacia su esposo, pues el chico era tan joven e inexperto que era poco menos que un hombre. Ella en su consciencia  veía esta relación casi normal hasta que el chico se enamoró de la hija de Mrs. Robinson. Ésta montó en cólera. No aceptó el flechazo pues el novio que tenía preparado para su hija era un hombre joven, apuesto y millonario que se encontraba en la cima de su carrera. 

Yo no sabía quien era la actriz Anne Bancroft, la que encarnó a la señora Robinson; era una dama madurita (supongo que tendría sus 54 o 58 años) que aparecía en pantalla, en esta película, como una ninfómana muy deseable. Ni que decir tiene que yo me enamoré de ella viendo El Graduado.



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