viernes, 25 de mayo de 2018

El hombre de compañia

El hombre-pet

La palabra pet en inglés significa mascota, animal de compañía. Hay un dicho que reza: "Detrás de una mujer valerosa y triunfadora, por lo general, hay un hombre-pet" Un hombre que le caldea el hogar con su presencia tras el trabajo, un hombre que le prepara la comida cuando llega rendida, y un hombre que llena el vacío, ese "horror vacui" que muchas mujeres importantes sienten cuando vuelven a sus lujosas viviendas tras una reunión con el consejo de administración de su empresa, tras el consejo de ministros o tras la comida de trabajo entre personajes muy importantes.Ellas son humanas, necesitan compañía, allí, en la casa. Una compañía que no sea absorbente ni demasiado inteligente, que distraiga de los problemas habituales, algo así como un animalito de compañía, pero con figura humana, necesita un hombre-pet. 

Recuerdo, lo leí en la prensa, el caso de aquella mujer de rompe y rasga, con un poder político enorme en una región del norte de nuestro país y que, por cierto, fue asesinada en plena calle. Pues resulta que esta dama de hierro tenía un pet humano como "compañero sentimental" que antes había sido dependiente de comercio.  Imaginamos que éste sería servil, calladito, amoroso (cuando a ella le interesara) y simplote. Como un perfecto animal de compañía.

Otro caso. Una anciana aristócrata que en su decrepitud se sentía terriblemente sola a pesar de su servidumbre, necesitaba alguien que aparentemente le amara, la cuidara, la paseara. La familia llegó a un acuerdo con un hombre muy formalito, también era un empleado de algo, y la casaron para que este hombre-pet pasara a ser su cuidador oficial. Su animalito de compañía las veinticuatros horas del día.

Y por último un caso muy especial que vi en televisión, la de un español que viviendo y trabajando en el extranjero como camarero le ofrecieron casarse con una deportista de élite, soltera y con dos hijos paralíticos y enfermos mentales. El gobierno prohibía a la mujer, salir del país a competir mientra no dejara al cuidado de un familiar cercano a las criaturas. Nadie quería hacerse cargo de estos enfermos. Así que se montó un matrimonio de conveniencia entre la bella deportista y el panzudo camarero. Este españolito se convirtió, además de un hombre pet de la casa en un cuidador permanente de los hijos de esta atleta de élite que estaba totalmente  subvencionada por su gobierno. Cuando le hicieron la entrevista a esta ex-camarero mostró la lujosa casa donde vivía, a sus dos hijos postrados y hechos unos guiñapos y una foto de su "esposa" una hermosa mujer escultural, bellísima: una  pendoncilla de ojos azules. (Decía el pet, muy ufano, yo soy el rey de la casa. Mi mujer viene dos o tres veces al año, pasa unos días y se marcha con sus amigos). 

En la clase media-media o clase media- alta también hay muchos hombres-pet que viven del salario de sus esposas, desde el marido vago de una maestra de escuela que vive a costa de ella y  se dedica a las labores domésticas hasta la profesional, bien pagada, que mantiene a un tío a cambio de su compañía. Nadie es perfecto, nadie es libre de todo. Todos nos esclavizamos de una forma o de otra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario