viernes, 25 de mayo de 2018

Cine de Ayer

Zelig  (1987)

Director: Woody Allen 

De la misma manera que hay personas que desean ser número uno en todo lo que hacen también hay pobres desgraciados que se esfuerzan por pasar desapercibidos, en vivir en un anonimato cobarde, que se camuflan entre la gente que le rodea , como el caso del protagonista de esta magistral y ácida película: Zelig.
Zelig es un judío neoyorkino cuyo único afán era no hacerse notar, ser un Mr. Nobody, un don nadie. Quería ser tan anodino, tan corrriente, tan normalito, tan del montón,  que cuando joven dijo a sus amigos que él también había leído Moby Dick como ellos, solo para no sentirse excluido. Toda su vida la dedicó para ser aceptado por la sociedad que le rodeaba, odiaba ser diferente a la masa. 

Woody Allen nos presenta al hombre actual, al hombre histriónico, al hombre camaleónico, al hombre aplaudidor sin saber a qué o a quien, al hombre que se adapta a todo y se disfraza de la misma forma que la gente van disfrazada, en definitiva es "la merde de l'homme", como se dice en francés.  

El film está rodado como un falso documental de los años 20 del pasado siglo. Al principio es algo confuso: se habla mucho en inglés sin ningún subtítulo y la imagen está rayada, poco definida como las cintas antiguas de celuloide. 
En el fondo la película Zelig es una alegoría de la necesidad que tenemos los seres humanos de ser igual o muy perecidos a nuestros semejantes por miedo a ser excluidos. Con el tiempo, este hombre tan camaleónico, Zelig, tiene la capacidad de transfigurarse sin ningún esfuerzo, para llegar a ser una copia clonada de la gente que le rodeaba en aquel preciso momento. Que se encontraba entre gente de raza negra. él se convertía en un negro. Que estaba en una reunión de rabinos, él se convertía en un barbudo rabino. Que estaba entre científicos, él adoptaba una pose de científico con vocabulario incluido. 

La doctora Fletcher se interesa por el Caso Zelig y tras convivir con él deduce que Zelig sufre un extremo caso de inseguridad que lleva a este sujeto a camuflarse entre las personas, adoptando una apariencia o un disfraz natural para poder ser aceptado por la sociedad.

Cuando veo esta cinta (la tengo en VTR) me hace meditar en todos nosotros, en todos las veces que tuvimos que hacer de Zelig para poder sobrevivir. La vida es un puro teatro,  ya lo dijo Calderón de la Barca.

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