sábado, 21 de enero de 2017

Hablar, bla, bla

Una necesidad idiota de comunicarnos

Más que comunicarnos constantemente lo que se  busca es vivir eternamente aturdidos y a la expectativa de que nos llamen o de llamar a través de nuestro teléfono móvil. Hace 30 años todo el mundo vivía bien o peor, pero sin la esclavitud de un iPhone.

Se dice que en el mundo hay 2.000 millones de usuarios de móviles, una gran parte de estos están dentro de la línea de smartphone.
¿Por qué hay gente que apenas puede dejar de teclear en el iPhone? Puede ser por un aburrimiento existencial pues la mayoría de estos usuarios son jóvenes y personas de mediana edad de vidas vacías y sin apenas esperanzas, buscan ilusiones jugando con el iPhone y a través de una  ingesta de alcohol y drogas para evitar caer en la cuenta que son meros bultos con ojos sin peso específico en nuestra sociedad. 
Se dan casos de accidentes, tanto de peatones como de conductores, por  estar enganchado al móvil y enajenarse del mundo que lo rodea. Una tara que surge de estos fanáticos del móvil es el síndrome del whatsappitis que puede traumatizar el cuello y padecer dolencia de muñecas y pulgares. ¡Tamaña idiotez!

España, uno de los paises más pobres de la UE,  está a la cabeza en el mundo del uso del smartphone ya que 9 de cada 10 móviles que hay en nuestro país es inteligente. Se dan casos que hijos de la clase media baja utilizan teléfonos de última generación costeados por unos padres que malviven al borde de la indigencia.
Estos jóvenes desnortados han perdido la capacidad de empatizar porque no reconocen los matices en la cara de una persona y andan como zombies por la vida.
El uso abusivo del móvil se considera como comida basura tecnológica que trastorna psicológicamente a sus usuarios.

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