No queremos ni guerras ni paz, sino todo lo contrario.
La manera de pensar de occidente está cambiando, los ideales han naufragado para dar paso a otros gustos, otras culturas.
Occidente se cae a pedazos. Toda su población basa su existencia en el oportunismo o en la mendicidad. Casi todos los gobiernos de nuestro entorno muestran un comportamiento cada vez más contradictorio, represivo y acumulativo.
Las guerras son necesarias para que la Globalización prospere. Sin guerras no hay ventas de armas ni planes de reconstrucción. De la misma forma que hay dos tipos de terrorismo, el estatal y el popular también hay dos tipos de guerras, las armadas y las financieras; ambas crueles y despiadadas.
Cuatro grandes "potencias" pretende dirigir áreas de influencia y de poder: Europa ( y su malhadada UE), Rusia, China y Estados Unidos cuyo lema, para los cuatro, es "El deber de un negociante es hacer negocio" Dinero llama dinero, lo demás es morralla.
El Neoliberalismo se mantiene gracias a un enorme e inmoral complejo empresarial, militar, político y mediático.
¿Somos parte de un lavado de cerebro a nivel mundial que nos lleva a ser zombies consumistas necesarios para que esas empresas puedan crear productos innecesarios que nosotros compramos? Nos movemos entre el caos y lo insondable, entre la miseria intelectual y la abundancia de aparatejos inútiles.
La paz es la aceptación de todas la ignominias que soportamos sin poder rebelarnos.
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