domingo, 31 de enero de 2016

EDITORIAL DEL BLOG

Europa ¿Hacia la Tercera Invasión?

Primera invasión, año 711.
En el año 711 desembarcaron en la Península Ibérica contingentes de árabes y moros ("mauros", bereberes del norte de Africa recién  islamizados, descendientes de los  habitantes de la antigua provincia  romana de  Mauritania Tingitana) que ayudado por una facción de  hispanogodos comprobaron lo fácil que era la conquista, al poco tiempo pensaron seguir hacia el norte y de paso  conquistar toda Europa. Afortunadamente las huestes de Carlos Martel derrotaron a los invasores en la batalla de Poitiers en el año 732. España como no quiso defenderse estuvo bajo el dominio árabe varios siglos aunque el resto de Europa quedó salvada de dicha invasión.

Segunda invasión, siglo XVI.
Esta invasión de los turcos otomanos en Europa fue algo serio. Consiguieron  hacerse con casi todos los países de los Balcanes  a mediados del siglo XV. Su osadía les llevaron a penetrar en el centro de Europa e intentó conquistar las dos ciudades del Imperio Austro-húngaro, Buda y Pest, a mediados del siglo XVI.
No fue hasta la Cuarta Guerra Austro-turca (1663-1664) que los cimientos de Europa temblaron cuando los turcos intentaron tomar Viena pero afortunadamente fueron derrotados en la batalla de San Gotardo. Desde entonces toda Europa quedó a salvo de una invasión de estas características.

Tercera invasión ¿en curso?
Creo que fue Gandhi o algún colaborador suyo quien dijo que a una potencia imperialista, Inglaterra, también se le podría derrotar sin armas: con la persuasión, con el "cansineo" (esto no lo dijo Gandhi, es una palabra de mi admirado José Mota). La Marcha Verde de desharrapados desalojaron, sin pegar un solo tiro, a las fuerzas armadas españolas de las colonias del oeste de Africa.
 La técnica del "cansineo" es eficaz; basta con insistir, apabullar, persistir, perseverar y repetir la misma cantinela: "Europa debe acoger a todos los refugiados que se presenten en sus fronteras".  Craso error. Casi todos los gobiernos de la Unión Europea dejan pasar esta pelota de la inmigración ilegal para que la recoja los que les seguirán dentro de cuatro años. Es candente y delicado que nadie se atreve a cogerlo por los cuernos.    
Un ejemplo que me puso un viejo del pueblo donde resido ilustra lo que exponemos: "Yo veo la entrada de ilegales en Europa igual como si en mi casa, que somos cinco y vivimos medio bien, de pronto se cuelan cinco tíos y dicen que se quedan a vivir con nosotros, por cohones, que en sus chabolas lo pasan fatal"
No exageró el hombre. Por este estado de cosa, todos los desheredados de los países latinoamericanos, africanos y asiáticos podrán fletar un barco y desembarcar en Marsella o en Málaga  acogiéndose al derecho de asilo porque lo pasaban mal en su país donde un dictador cruel  les hacían la vida imposible.





No hay comentarios:

Publicar un comentario