viernes, 26 de abril de 2019

Un libro de mi biblioteca

Tus pasos en la escalera (2019)

Autor: Antonio Muñoz Molina 

Cuando terminé de leer Tus pasos en la escalera sin saber cómo mi mente me hizo recordar lecturas pasadas de Muñoz Molina, principalmente Un andar solitario entre la gente (editado en 2018) y otra novela que me encantó Ventanas de Manhattan (2004).
Sin lugar a duda este escritor ubetense fue marcado, en cierto modo, por Nueva York durante su prolongada estancia en aquella ciudad; una ciudad que lejos de ser un paraíso posee una tremenda personalidad tan fuerte que todas las personas que la hemos visitado quedamos impactados por lo que vemos e imaginamos.

En Ventana de Manhattan el autor nos señala la insignificancia de ser un ciudadano español en Nueva York "Soy un ciudadano invisible de un país inexistente, célebre si acaso por la Inquisición. No soy nadie aquí, soy un Don Nadie".
En la novela Un andar solitario entre la gente ( para mí, la mejor novela de Muñoz Molina después de su Jinete Polaco) el autor narra como un coleccionista de titulares publicitarios leídos, escuchados en la radio o vistos en la televisión marcan su vida. El personaje recorre las calles de Madrid y de Nueva York tomando nota de todos los anuncios o mensajes que ve y de camino intercala historias en su novela que podrían ser confesiones del propio autor. 

En Nueva York anotó: "Disfruta de tu Burger King más cercano./ Hola, soy una chica ciega tengo veintinueve años y no tengo trabajo./ Jesús tiene sed de tí".
En Madrid el personaje pudo anotar en su libreta: "Viaja a otros mundos sin moverte del sofá./ Aprende a leer tu cuerpo/. ¿Qué hay detrás de una taza de café?"

En esta última novela "Tus pasos en la escalera" Muñoz Molina vuelve a mostrarnos su pasión-odio por la ciudad de Nueva York que solapa a la nueva residencia de su personaje, Lisboa. 
"Estábamos en Nueva York y ahora vamos a esta en Lisboa. Estoy yo, por de pronto. Aprovecho el tiempo para tenerlo todo listo cuando llegue Cecilia. Sobre nuestro apartamento de Lisboa vuelan los aviones y se oye el ruido de sus motores. En el estudio que preparé a Cecilia este ruido se amortigua.
En Nueva York volaban sobre el río y a la altura del puente Geoge Washington giraban hacia el este rumbo al aeropuerto La Guardia. Sin embargo en Lisboa los aviones vuelan tan bajo que puedo distinguir las luces de las ventanillas"

"No necesito aire acondicionado en el apartamento de Lisboa. Los muros de la casa son recios, los techos altos. Mi perrita Luria respira con la lengua fuera a mi lado. Le di un paseo por la mañana temprano y no la volveré a sacar hasta que sea de noche. Tengo los víveres necesarios y no me hará falta salir por nada a la calle. Espero a Cecilia que llegará desde Nueva York en unos días"

"Preparo la casa al gusto de Cecilia. Ella prefiere la penumbra a la claridad excesiva de la luz. Preparo la mesa para dos, por si llega esta noche"

"Recuerdo cuando una vez me dijo Cecilia: Tu crees que si te callas las cosas dejan de existir. Me oyes y no dices nada. Me decías que ibas a tus sesiones de terapia y yo te veía luego sentado taciturno en el parque. No, nunca iré contigo a Lisboa, me quedo en Nueva York. No te hagas ilusiones"    

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