jueves, 25 de mayo de 2017

Un libro de mi biblioteca

Limones Negros

Autor: Javier Valenzuela

Esta novela puede considerarse como una continuación de otra del mismo autor (periodista, escritor y ex-director adjunto de El País) que tituló "Tangerina" donde nos presentó al protagonista Sepúlveda, profesor en el Instituto Cervantes de Tánger, como un hombre curioso y observador, que suele meterse, queriendo o no, en problemas que son las urdimbres de sus dos novelas. 

"¿Has oído hablar del caso BankMadrid?
Algo he oído. Esos cabrones desplumaron a muchos de sus clientes vendiéndoles no sé qué acciones preferentes que eran más falsas que el beso de Judas. A continuación también nos han desplumado a todos los contribuyentes haciéndonos pagar los miles de millones de euros que faltan en sus cuentas"

"¿Sabes quién es Arturo Biescas?
Vi la foto de su detención.
Como quizá también sepas -me dijo la capitán de la UCO- Biescas pasó dos noches en la prisión de Soto del Real y salió de allí tras pagar una fianza de un millón de euros. Pero sigue siendo investigado por lo menos en seis presuntos delitos. Tenemos indicios razonable de que, además de la gestión calamitosa que llevó a la ruina BankMadrid, Biescas se llevó a su propio bolsillo bastantes millones de euros del banco, quizá más de sesenta."

"Cuando Adriana, la bellísima relaciones públicas del Club de Golf, regresó y se sentó en la mesa frente al reportero  Molina, percibió que la mirada de este había cambiado. El jorobado y feo Molina había estado recorriendo visualmente su cuerpo centímetro a centímetro. Apreciando la firmeza de las pantorrillas sobre los zapatos de tacón largo, la lubricidad de las rodillas en la frontera con la falda del taller de Valentino, el relieve de las caderas y las nalgas, la presión de los pechos sobre la blusa y la chaqueta, la esbeltez del cuello que sostenía un rostro que comparaba con el de Ava Gardner."

"Lola Martín, la capitana de la UCO, contó por encima a Sepúlveda que Arturo Biescas había transferido veinticinco millones de euros desde Gibraltar a Tánger. Las autoridades marroquíes le expresaban enfáticamente su voluntad de cooperar. Sin embargo los representantes diplomáticos españoles tenían un miedo cerval, cuando no una gran admiración, al ex-ministro y banquero"

"Adriana comentó que si existiera una Marca España, ahora estaría asociada a crisis y corrupción. O en el mejor de los casos, al sol, la playa y la paella de siempre." 

No hay comentarios:

Publicar un comentario