lunes, 21 de marzo de 2016

¿ERRARE NATURAE?

Todas aquellas personas afectadas por lo que llaman la "ilusión del escritor" (empedernidos lectores, escritores, guionistas, dramaturgos, etc) a veces deformamos los sucesos cotidianos que suceden a nuestro alrededor con fantasías noveladas creadas por nosotros mismos. 

No hace mucho escribí acerca de las misteriosas muertes de tres maridos que tuvo una joven y esbelta viuda cuarentona en la década de los años 50. Ella pertenecía a una distinguida familia de bodegueros sanluqueños que casó con un rico heredero que murió de un ataque del corazón a los dos años de estar casado con la bella Adela. Tras el luto le salió un pretendiente que ella aceptó como marido y que sorprendentemente murió ante de los tres años de gozar de tan hermosa dama. La gente del pueblo hablaba acerca de estas dos extrañas muertes: ataque al corazón. El tercer y último marido tampoco le duró mucho, murió antes de cumplir los cinco años de los esponsales. También fue por un ataque cardíaco. ¿Cómo provocaría tales ataques la señora Adela? Según comentamos entre los amigos quinceañeros Adela mataba a sus esposos por extenuación sexual ya que les obligaba a cohabitar con ella dos veces al día, todos los días del año.

Un viejo borracho, década de los 60, apareció ahogado en la pila de un abrevadero para animales. Lo hallaron doblado sobre su cintura sumergido en el agua mientras que los brazos y de cintura para abajo se encontraba seco. No muy lejos del lugar se reunían en un cortijo unos señoritos de la capital que durante las vacaciones de verano solían hacer fiestas alcohólicas donde pillaban unas tundas de pánico. Alguien vio, cuando de mañana iba a su huerto, a tres de los crápulas riendo y cantando por un camino no muy lejos de donde encontraron al borracho muerto.
 Cuando me contaron esta historia pensé que los tres mozalbetes encontrarían por casualidad al borracho intentando beber en la fuente del abrevadero y que alguno de ellos lo cogería por la nuca para hacerle "la bañera" y el hombrecillo murió ahogado. Como uno de los chicos era hijo del gobernador de la provincia no hubo investigación alguna y el hortelano que los vio demasiado cerca del pilón no denunció nada por miedo a enfrentarse con familias poderosas.

Al hijo torpón e inane de una influyente familia lo único que fue capaz  de hacer en su vida "universitaria"fue sacar el título de practicante (como entonces se les llamaban a los actuales ATS).  Luis tenía un complejo de inferioridad enorme frente a su hermana Carmen, brillante médico cirujano y de Carlos, que era registrador de la propiedad.

Junto con su anciano padre, Luis, 41 años, soltero y pobretón diplomado, ideó un plan. Un día fue al banco con su padre, el arruinado terrateniente don Cayetano Sumarista de las Pedrizas y cuando estaban en la cola de la caja, de pronto el hijo se abalanzó sobre el padre, lo tiró al suelo y lo abofeteó mientras gritaba "traidor".
El suceso se corrió por el pueblo: que al practicante don Luis le había dado un ataque de locura, un brote psicótico dicen ahora.
Luisito, el botarate de la familia, consiguió lo que quería, que le dieran una baja total por enfermedad para poder vivir del cuento sin trabajar por el resto de su vida.  

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