jueves, 27 de agosto de 2015

UN LIBRO DE MI BIBLIOTECA

El abuelo que saltó por la ventana y se largó

"Hundraarigen som klev ut genom föustret och försvann"

Autor: Jonas Jonasson 

" Allan Karlsson había huído de su fiesta de cumpleaños y eso era también raro para su edad: 100 años.
Volvió la cabeza y echó un último vistazo a la residencia de ancianos, que hasta hacía poco había considerado su última morada en la tierra, y se dijo que eso de morir bien podía hacerlo en otro momento y en otro lugar"

"En la estación de autobuses Allan miró el autobús que se marchaba y a la maleta que un jovenzuelo le dejó a su cuidado mientras iba al lavabo. Y entonces se sorprendió tomando lo que se podrían calificar como una decisión que le cambiaría su vida: robó la maleta del muchacho y subió al autobús hacia Byringe"

"Allen y la maleta se apearon en la abandonada estación de ferrocarril de Byringe de donde salió un hombre de unos setenta años de edad y le preguntó: ¿Quién eres y qué haces en mi estación? 
Allen  contestó y le dijo que acababa de cumplir cien años ese mismo día, que se había escapado del asilo y que había robado esa maleta. ¡Conque un ladrón! dijo el setentón cómicamente alarmado. ¡Ojo, un ladrón centenario! puntualizó Allen muy serio.
Julius, el dueño de la destartalada estación de tren, invitó a Allen a descansar y le dijo que lo mejor sería abrir la maleta. Ambos se asombraron cuando vieron y comprobaron que contenían cincuenta millones de coronas"

"El abuelo centenario pidió permiso al setentón para subir al baño y hacer un pipí. Cuando Allen bajó la escalera vio como un joven maltratataba a Julius y le gritaba qué donde estaba su maleta. Allen, sin hacer ruido, cogió una gruesa estaca y le dió un fuerte golpe en la nuca al jovenzuelo que lo dejó tendido en el suelo. Entre los dos arrastraron al macarra a un cuarto frigorífico y lo encerraron temiendo las represalias del muchacho para cuando despertara.
Los dos ancianos comieron con ganas, bebieron y se olvidaron del chico encerrado en el frigorífico. Cuando ambos se despertaron, a la mañana siguiente, vieron para su sorpresa que el joven estaba congelado, tieso y escarchado"

"La policía buscaba al anciano escapado y el jefe de la banda de traficantes de drogas buscaba a su correo, al chico de la maleta, que había extraviado 50 millones.
Los dos ancianos decidieron escapar. Con pasos cansinos caminaron junto a la carretera arrastrando la maleta con ruedas, hasta que llegaron a un puesto de salchichas en mitad de la nada. Benny era su propietario. Tenía unos cuarenta y tantos años y cara de poco espabilado y según el salchichero tenía casi por terminar ocho carreras universitarias. Se consideraba casi un veterinario, casi un economista, caso un físico, casi un artista, casi... de todo pero en realidad no era nada.
¿Es tu coche?- le preguntó Julius  señalando a un viejo Mercedes. Te lo compramos y a ti te contratamos de chófer, ganarás mucho más que con tus salchichas."

"Los dos ancianos le contaron a Benny que tenían una fortuna en la maleta, que habían matado a un joven delincuente y que huían de la policía y de la mafia. Benny no le dio demasiado importancia a la situación y los tres decidieron ir hacia al sur del país. Arrancó el coche, abandonando el puesto de salchicha y se fueron todos a otro lugar. Allen se quedó dormido nada más arrancar el vehículo, Julius comía una chocolatina y Benny se puso a canturrear mientras conducía"

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